Secciones

"El patrimonio en Valparaíso no se ha explotado ni al 50%"

E-mail Compartir

Paolo Navia S.

Más de diez mil kilómetros viajó Juan Blanquéz, doctor en Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, en España, para recorrer las calles y cerros porteños.

Invitado por la Universidad de Valparaíso (UVA), y motivado por su afán de estudiar, investigar y visibilizar los valores patrimoniales de la ciudad puerto, este docente madrileño especializado en el concepto de "paisaje cultural", pisó suelo porteño con la convicción de analizar el patrimonio de la ciudad para compararlo con el desarrollo que Madrid ha conseguido desde que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1984.

Un título que también ostenta Valparaíso, ciudad que según Blanquéz, no ha logrado explotar de manera eficaz los distintos componentes que conforman a una ciudad patrimonial, al no tener, según su análisis, una correcta comunicación e integración entre los diferentes actores encargados del desarrollo cultural, social, turístico y portuario.

"Yo creo que Valparaíso tiene un potencial increíble, pero que no se está aprovechando. Un ejemplo claro son las facultades de Derecho que conviven en la ciudad, las cuales no han sido consultadas para generar un ensayo sobre la normativa legal, no de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, sino que una normativa legal que atienda a la nueva retórica de los bienes culturales, por ejemplo, la defensa del paisaje cultural o de un concepto de ecología", declaró el docente español.

-¿Qué comparación hace entre el desarrollo patrimonial que ha logrado Madrid en relación al ejecutado en Valparaíso?

- En España, que llevamos un poco más de años trabajando y valorando lo que es el concepto patrimonial, se ha pasado de esa imagen de los años 60' que decía que el patrimonio es un momento, por lo general elaborado en piedra y aislado, ya sea un castillo, una catedral o una casa mobiliaria, y hemos ido evolucionando de este concepto de patrimonio pétreo a un patrimonio mucho más contextualizado; uno entremezclado con la gente, porque al fin y al cabo las personas hacen la ciudad, y las casas y los edificios son la carcaza en la que viven. Entonces hemos evolucionado esa idea de patrimonio material, a lo inmaterial, y de lo intangible, al paisaje cultural.

- ¿Qué nos falta como ciudad para lograr un desarrollo patrimonial óptimo?

- Yo comparo esa evolución con el refrán del vaso medio lleno o medio vacío, y en el caso de Valparaíso, yo creo que el patrimonio ni siquiera se ha explotado al 50%, en este caso, el vaso está más vacío que lleno. Es decir, no quiero simplificar el problema, pero la dimensión y la envergadura del problema patrimonial que tiene la ciudad portuaria de Valparaíso es muy grande; es un puzzle de muchas piezas que es muy complejo, pues si bien se han hecho cosas, yo creo que falta una necesaria mayor acentuación de la coordinación, porque yo veo que existen muchos afanes e intentos de empresarios, docentes, del mundo privado y del municipio, pero el problema es que no existe una gran mesa de trabajo en donde se involucren mucho más las instituciones, y si existe yo no soy capaz de percibirlo y tienen un problema de visibilidad.

- Tras su recorrido, ¿qué imagen le deja Valparaíso?

- El desarrollo patrimonial se está apartando del Valparaíso vivo, pues en el sector patrimonial hay tiendas, hay hoteles y restaurantes, pero con eso estamos creando una imagen falsa de Valparaíso, que es una ciudad mucho más multifacética, porque si yo te pregunto: ¿cuantos porteños clase media viven en los cerros patrimoniales de la ciudad? Porque es difícil, porque no hay farmacias, no hay colegios, y yo entiendo que algunos sectores sean más restrictivos, pero también creo que se deben acomodar mejor las piezas de este puzzle llamado Valparaíso.

-¿Cuál es su opinión en torno al desarrollo de los proyectos portuarios que actualmente se buscan ejecutar en Valparaíso?

- La importancia y la envergadura de Valparaíso es su puerto, el cual yo no lo entiendo solo como el muelle Prat, sino que desde Playa Ancha hasta Concón, porque la globalización del siglo XXI nos obliga a alzar la mirada, y el Terminal 2 yo creo que es una intervención de una operación de Estado, lo mismo pasó en España, pues guardando las dimensiones, cuando se reformó el Museo del Prado, que es una de las mejores bibliotecas del mundo-Bueno fue una operación de Estado, el propio gobierno, políticamente hablando, intervino y eso pasa en Valparaíso con el Terminal 2, el cual se debe construir, pero de manera consensuada, discutido con la gente, con una perspectiva de conjunto. Aunque la polémica siempre es buena, porque conlleva sentarse a discutir, cuestión que es primordial en Valparaíso, porque lo que se haga en el puerto ahora, va a marcar el futuro de los próximos setenta años, pero no hay que olvidar que el puerto de Valparaíso siempre ha estado cambiando. Cuando se hicieron los primeros ascensores, seguro que la gente también estaba reclamando por el ataque al paisaje, y sin embargo, hoy estamos orgullosos de eso. Valparaíso es una ciudad portuaria, y tiene que seguir así, lo que si quizás falta es mayor diálogo entre las partes afectadas, porque el puerto se va a modificar sí o sí, y esa modificación debe ser beneficiosa para el país, la empresa y la ciudadanía, y ¿cómo se consigue eso?... Hablando.

"Si bien se han hecho cosas, yo creo que lo que falta es acentuar más la coordinación, porque yo veo que hay muchos afanes, pero no existe una gran mesa de trabajo"