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"Hay un aumento de las personas seducidas por las ideas ácratas"

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Especializado en violencia y criminalidad, el psicólogo social, DEA y doctor (c) en Sociología por la Universidad de Granada, Erik Marín, entrega un perfil de los jóvenes antisistema que participan en los incidentes que marcaron el 21 de mayo de 2016: "Suelen ser principalmente estudiantes que participan en movimientos o plataformas sociales que están en contra del capitalismo como sistema económico y social, con pertenencia en algunos casos a grupos radicalizados".

- ¿Cómo surge este tipo de organización, que es distinta a las formas vistas en marchas pasadas, en que actuaban grupos más bien espontáneos?

- Desde el año 2012 se viene configurando una nueva estrategia de las agrupaciones anarquistas en torno al concepto de nueva guerrilla urbana anarquista. Un nuevo paradigma nacido en la lucha callejera y el sabotaje, surgido principalmente en Grecia, España e Italia posterior a la persecución realizada por los organismos policiales. Esta nueva concepción pone énfasis en la conformación de células de no más de cinco individuos que tienden al trabajo autónomo, coordinados a una plataforma mayor mediante integrantes que actúan de enlaces y especializándose en el sabotaje o guerrilla.

- ¿Cómo se organizan durante la realización de incidentes?

- El anarquismo, de acuerdo a la estrategia insurreccional, se organiza actuando bajo la dirección de líderes y, si es necesario, en los momentos más críticos puede adoptar un modelo jerárquico.

- ¿Cree usted que en los últimos años ha habido un aumento ostensible de personas y grupos anarquistas? Si es así, ¿a qué se debería?

- Hubo un aumento sostenido de personas que se han visto seducidas por las ideas ácratas. La crisis de los partidos políticos, la baja participación de los jóvenes en política; como también aumento en la desigualdad social y falta de oportunidades; son el "caldo de cultivo" para este tipo de movimientos.

- ¿Hay mayor organización y financiamiento que antes? Lo pregunto porque hay fotos donde se ve a varios con las mismas herramientas, todas nuevas. ¿Podrían estar financiados por grupos internacionales o cree que se autofinancian?

- El antiguo concepto antisistema de los 90, el anarcoterrorismo surgido el 2010 y el nuevo nihilismo constituyen la base conceptual de la nueva guerrilla urbana. La cual refunde métodos, deja de lado el uso de las llamadas casas 'okupa' como centros culturales que permiten la difusión de las ideas ácratas, centrando sus actividades en un modelo de vida autosustentada, pero en un entorno urbano.

- ¿Qué apoyo reciben?

- Probablemente más que la ayuda financiera, el intercambio es de tipo formativo y de experiencias. Sus integrantes son individuos que parecen incorporados a la sociedad, esperando el momento para actuar y activarse en conjunto con otras células. Es probable que la especialización de las células sea un elemento diferenciador y característico de la nueva guerrilla urbana.

"El anarquismo, de acuerdo a la estrategia, se organiza actuando bajo la dirección de líderes y, si es necesario, en momentos críticos puede adoptar un modelo jerárquico"

La ciudad del simulacro

Lo acaecido en este último 21 de mayo provoca en mí y en muchos porteños una terrible sensación de abandono. Valparaíso no es una ciudad patrimonio, sino que es, al igual que muchas otras cosas, la ciudad del simulacro.
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Rodrigo Valenzuela Zura

Profesor, voluntario de la Primera Compañía de Bomberos de

Valparaíso

Soy bombero y he participado en cada uno de los incendios que han afectado desde siempre a Valparaíso y que, de seguro, seguirán afectándolo por su particular geografía y la manera de urbanización totalmente caótica, la que parece responder más a las leyes de la entropía que a algún tipo de plan regulador que tenga la más mínima visión de futuro. Pero quiero decir que también he participado en innumerables marchas siendo estudiante y hoy en día siendo profesor. Es un hecho que si no hubiese estado acuartelado y luego trabajando en el incendio, hubiese estado marchado con todo el derecho a hacerlo que tengo; no obstante, lo que ha sucedido este sábado merece una reflexión mucho más profunda que la superflua idea que podamos desarrollar con todo el show mediático y toda la parafernalia que se dará, de seguro en los matinales, por varios días.

Como dije, he participado en innumerables incendios, pero el acaecido en este último 21 de mayo provocan en mí y en muchos porteños una terrible sensación de abandono. Y es porque Valparaíso no es una ciudad patrimonio, sino que es, al igual que muchas otras cosas, la ciudad del simulacro, somos una linda escenografía de colores que aparenta, que se arma y se desarma cada verano, porque las gestiones municipales y del gobierno centralizado no han hecho más que pintar las fachadas de nuestros edificios, ocultando la cara más cruda de la verdadera Ciudad Puerto.

Nuestra ciudad ha vivido en los últimos 25 años el duopolio político que se ha repartido el poder entre la UDI y la DC y la verdad es que ninguno de los dos partidos ha logrado sacar a la ciudad de los niveles de deterioro, pobreza y desempleo. Pero cabe la pregunta: ¿Cuánto pueden hacer los municipios frente a un Estado unitario y centralista que legisla y administra sobre la sólida base de la Constitución de 1980? Creo que nuestros políticos se encuentran con las manos amarradas entre el fuerte lazo de la corrupción, una forma de hacer política solamente electoralista y una amarra que es mucho más fuerte que cualquiera de los anteriores vicios mencionados; me refiero a las enormes trancas que pone la Constitución para legislar y administrar. No es posible mejorar la situación actual de Valparaíso y de Chile reformando cuando lo que debe hacerse es transformar; pero cualquier intento se verá frenado por las trampas que la Carta Fundamental posee para que nada cambie.

Durante la dictadura militar se trajo el Congreso a nuestro Puerto como una señal de descentralización; sin embargo, éste no es más que una gran monstruo de concreto con elegantes salones y lujosos casinos en medio de una ciudad que se derrumba hacia sí misma, cayendo como peñascos hacia su propio ombligo; el patrimonio material de Valparaíso no es más que enormes cascarones a modo de mascarones de palacios antiguos cubiertos de pintura colorida tan aguada que no logran tapar los grafitis de sus paredes.

Descentralizar el país no pasa por símbolos, pues es seguir con la lógica del simulacro, hay que transformar y no reformar. Ha habido en nuestra historia nacional intentos de un país federal que no prosperaron, tal como sucedió en 1826. En este mismo sentido, ha sido siempre la elite y la institución quienes han terminado redactando cada una de las cartas fundamentales. Es necesario que los ciudadanos comprendamos que somos titulares del derecho constituyente y este no se extingue por el no ejercicio, el no participar en ninguna de las constituciones es sólo la muestra de nuestra triste historia y de la mentira que nos ha convencido de que somos incapaces y de que da lo mismo, pues la política en su naturaleza es malévola.

Este 21 de mayo he sido partícipe del enfrentamiento entre dos grandes grupos de personas que luchaban. Mi casco me protegió de los escombros que caían a raíz del fuego, pero también me protegió de las pedradas que un grupúsculo de encapuchados nos lanzaban. Mi equipo de respiración me protegió del humo que emanaba de la estructura y de los gases lacrimógenos que lanzaba Fuerzas Especiales. En este 21 de mayo las bombas de bomberos lucharon contra bombas molotov y bombas lacrimógenas. Todo esto es una muy triste realidad que es fiel reflejo de la crisis institucional que la misma institución ha generado.

Lamento mucho el asesinato de un trabajador honesto, y digo asesinato porque eso es prenderle fuego a un edificio dejando atrapado a un hombre en su interior, y lo agrava aún más el agredir a bomberos mientras estos intentaban controlar el incendio y sacar a esta persona. Lamentablemente, él es una muestra clara de cómo un chileno de avanzada edad no puede descansar tranquilamente con su jubilación, sino que debe seguir trabajando por la precariedad que genera nuestro actual sistema de AFP. La ciudadanía debe empoderarse del poder que tiene y trabajar por los cambios canalizando la rabia; porque no es posible que el actual Estado Unitario y Subsidiario le otorgue plena libertad a los privados para actuar, pero se autoimponga un sinnúmero de limitantes para sí mismo. Es hora de reflexionar sobre el Chile que deseamos o, de lo contrario, seguirán las lamentables noticias y los simulacros de democracia y desarrollo en las diferentes ciudades de Chile.