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Semana clave en negociación con el Grupo Pachuca

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Tal como se adelantó ayer, si bien Antonio Bloise, presidente de Everton, viajó la noche del lunes rumbo a México con motivo de sus vacaciones personales, lo cierto es que también aprovechará la ocasión para reunirse con altos directivos del Grupo Pachuca.

Según se pudo indagar, las conversaciones entre los dirigentes oro y cielo y el conglomerado mexicano se han venido sosteniendo durante varios meses, en un periodo de conocimiento mutuo entre las partes, a tal punto que directivos del cuadro viñamarino fueron a conocer las instalaciones del holding liderado por Jesús Martínez Patiño. En contraposición, los empresarios aztecas ya conocen con lujo de detalles todo sobre Everton.

Es por ello que esta semana la negociación entrará en una etapa de definiciones, donde Bloise podría recibir una propuesta definitiva y concreta que podría cambiar radicalmente la propiedad de la institución auriazul.

Más que una compra, lo que los dirigentes de Everton buscan es una asociación, de manera tal que puedan mantener la identidad del club. En este sentido, justamente uno de los puntos clave de la negociación es que los accionistas viñamarinos no quieren ceder todo el poder de decisión, aunque también son conscientes que los mexicanos sólo están interesados en adquirir más del 50% de la propiedad del cuadro oro y cielo.

De esta forma, la intención de Bloise y sus socios sería quedar con un margen de entre el 20 a 40 por ciento de las acciones, ya que con eso existiría la posibilidad de tener derecho a voz y voto, incluso con la opción de vetar algunas decisiones, dando así la posibilidad de negociar algunas determinaciones que a futuro podrían tomarse dentro de la S.A.

Pese a ello, todo parece indicar que los deseos de la actual directiva auriazul no significarían una traba para sellar algún tipo de acuerdo, algo que evidentemente da cuenta que los próximos días serán clave pensando en el futuro de Everton en caso que lleguen a buen término las negociaciones con el Grupo Pachuca.

"Necesito, emocionalmente, alejarme un poco de lo que es el día a día de Everton"

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Tomás Moggia C.

Con enorme satisfacción, Antonio Bloise, presidente de Everton, sigue saboreando lo que fue el retorno de los oro y cielo a Primera.

Sin embargo, detrás de toda esa felicidad, el timonel del cuadro auriazul reconoce sentirse sumamente agotado y estresado luego de una temporada que tuvo muchos altibajos y que por momentos puso en duda el regreso de los viñamarinos a la máxima categoría del fútbol chileno.

Es por ello que por unos días, el empresario partió de vacaciones a México con la intención de desconectarse. No obstante, lo cierto es que de igual forma seguirá ligado al club de sus amores, que esta semana vive horas cruciales con respecto a su futuro (ver nota relacionada).

- ¿Cuál es su evaluación de la campaña?

- Competían 16 equipos y eran dos los que tenían la posibilidad de subir, entonces era súper difícil. Había equipos que jugaban mejor que nosotros, pero evidentemente el tipo de campeonato nos ayudó, porque el bajón que tuvo Everton al final no costó tan caro. Partimos bien, con una buena campaña dirigida por Víctor Rivero, estábamos felices con él. Hay que hacerle un reconocimiento porque él nos ayudó a llegar a esta etapa final, y en el ascenso también hay un mérito importante de su parte. Y el bajón posterior provocó un semestre donde ir a ver los partidos de Everton era dramático, y salen todos fantasmas y la gente empieza a inquietarse... Todas las semanas le preguntaba al técnico y a los jugadores qué pasaba, y llegó un momento en que no había respuestas. Ahí es donde hay que decidir qué se hace, y la decisión que tomamos faltando dos meses para la final, fue de corregir la dirección del equipo a través de un cambio de técnico. Con eso había una serie riesgos asociados, y después si no resultaba yo era el principal responsable por no lograr el objetivo.

- ¿Fue esa decisión un punto de inflexión en la temporada?

- Vimos que había que hacer un cambio por una serie de situaciones, y al final tomamos la decisión y nos dio el resultado que nos tiene contentos. El problema futbolístico era como la enfermedad, entonces había que ver cuáles eran los síntomas y en eso había situaciones en el grupo de jugadores que era evidente que había que mejorar, para que esos gérmenes de conflicto no siguieran creciendo y pudiéramos terminar el año trabajando como equipo.

- ¿Uno de esos síntomas fue la salida de José Luis Muñoz?

- Hubo algunas cosas internas que nos daban señales de que había que hacer algo y la verdad es que no es fácil meterse en el seno de lo que pasa en los camarines. Es complejo, incluso para los dirigentes, y ahí está un poco el arte de saber gobernar un club. Sin hablar de nombres propios, evidentemente el grupo tenía algunas dificultades que nosotros debíamos intentar conocer para posteriormente evaluar y tomar decisiones.

- ¿Tiene este ascenso algún ingrediente que lo diferencie de otros que haya vivido?

- En la cena del domingo hablaba con jugadores que estuvieron en el ascenso del 2012 y les dije que la gran diferencia es que ese año jugamos la definición con un equipo de Primera, que era Universidad de Concepción, y les ganamos y el equipo jugó bien. Ahora fue una final con dos equipos de Primera B, y la verdad es que se notó. Fue un ascenso mucho más aguerrido y peleado, y tengo la sensación de haber terminado esto como una lucha donde si bien ganamos, siento que terminé herido y golpeado. No terminé eufórico como a lo mejor fue esa vez en Concepción, ahora me relajé en vez de acelerarme, fue una sensación distinta. Fue tal el sufrimiento que cuando terminó el partido me bajó una especie de cansancio.

- Coronó con éxito una nueva temporada, pero su deseo personal es seguir al mando de Everton o dar un paso al costado.

- La vez pasada se me criticó mucho porque cuando ascendió el equipo dejé la presidencia, y en ese minuto yo necesitaba alejarme un poco porque estaba agotado. Yo necesito, emocionalmente, alejarme un poco de lo que es el día a día de esto, aunque igual nunca me voy a alejar de Everton porque siempre lo voy a seguir. Esto es una cuestión que trasciende las generaciones de mi familia, pero también tengo que tener la capacidad para entender que no puede ser para toda la vida, entonces no quiero cometer el error que a lo mejor cometí la vez pasada, de irme y no poder colaborar para que Everton mantenga la senda. Traté de desvincularme de alguna forma, y con esto no estoy responsabilizando a los que siguieron, pero la realidad es que Everton volvió a descender y con muchos problemas. Hoy estoy en la misma situación, y no quiero salirme y que Everton no tenga conducción, entonces evidentemente mi proyección en este minuto va de la mano con eso, de que yo tenga la capacidad de dejar a Everton encaminado para que siga dando pasos agigantados hacia adelante y que no retroceda, y en eso estoy.

"Evidentemente, el tipo de campeonato nos ayudó, porque el bajón que tuvo Everton al final no costó tan caro" "No quiero salirme y que Everton no tenga conducción, entonces mi proyección va de la mano con eso"

44 puntos obtuvo Everton en la tabla general acumulada en la temporada de Primera B, alcanzando así el sexto lugar del certamen.

16 jugadores terminaron contrato con Everton, entre ellos Gustavo Dalsasso, Fernando Saavedra y Maximiliano Ceratto.

13 futbolistas llegaron esta temporada, todos ellos finalizaron su vínculo, incluidos Gabriel Díaz, Rafael Viotti y Alejandro Carrasco.