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Responsabilidad de toda la comunidad

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La ley de Violencia Escolar define la Convivencia Escolar como "la coexistencia armónica de los miembros de la comunidad educativa, que supone una interrelación positiva entre ellos y permite el adecuado cumplimiento de los objetivos en un clima que propicia el desarrollo integral de los estudiantes" (Art. 16a).

Considerando lo anterior, Valeria Góngora, psicóloga especialista en convivencia escolar y profesora del Programa de Pedagogía en Educación Media de la Universidad Andrés Bello, sostiene que cuando se habla de comunidad escolar debe incorporarse a todos los estudiantes, docentes, asistentes de la educación, sostenedores, familias y directivos que participan a diario y le dan la vida al funcionamiento del sistema escolar, puesto que "son ellos mismos quienes desde la "coexistencia armónica" deben hacerse cargo de gestionar el reconocimiento, la valoración de las diversas experiencias y expresiones culturales, motivaciones e intereses, expectativas y formas de relacionarse, generando el clima de seguridad y apertura que permita la adquisición y construcción de los aprendizajes".

En este sentido, para la especialista, la política de convivencia escolar se afirma en tres ejes esenciales:

1- Un enfoque formativo, ya que se enseña y se aprende a vivir con otros.

2-Participación y compromiso de toda la comunidad educativa, de acuerdo a los roles, funciones y responsabilidades de cada actor y estamento.

3- Todos los actores de la comunidad educativa son sujetos de derecho y de responsabilidades, y deben actuar en función del resguardo de la dignidad de todos y todas.

Según Valeria Góngora, estos implementan un cambio de paradigma y posicionan a cada actor desde un rol activo y fundamental, "puesto que el énfasis viene a estar puesto en la mirada formativa de la educación, incorporando para ello el desarrollo no sólo de contenidos, sino de actitudes y habilidades que permitan al sujeto en formación vivir y ser parte de un sistema que promueve buenas relaciones y formas efectivas para enfrentar finalmente la vida".

"Hoy, el desafío involucra la formación de la persona desde un enfoque pedagógico, donde el soporte vienen dado por la capacidad del sujeto y la responsabilidad para obtener una mejora en los aprendizajes y en la calidad de la convivencia, por lo que va a depender de como toda la comunidad educativa se vea involucrada, haciéndose cargo de los inconvenientes, dificultades y aciertos".

La Necesidad de contar con el apoyo de todos

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Dentro de las bases curriculares se incorpora la asignatura de Orientación, como una forma de apoyar al profesor o profesora jefe en la función formativa, acompañados por los profesores de asignatura, quienes también deben toca abordar la temática de la desde su área promoviendo el aprendizaje de la Convivencia Escolar.

A juicio de Valeria Góngora, psicóloga especialista en convivencia escolar y profesora del Programa de Pedagogía en Educación Media de la Universidad Andrés Bello, resulta de vital importancia considerar la transversalidad de la formación en convivencia puesto que incorpora aprendizajes que están vinculados con el ser, el saber y el saber hacer, en todo medio donde el estudiante se desenvuelva, los cuales son impartidos no sólo desde un área específica, sino también desde diversas asignaturas.

"El rol docente implica no sólo la responsabilidad de transmitir el saber propio de la disciplina que enseña, sino también, el asumir el compromiso de formar y desarrollar actitudes, valores y habilidades que apunten al desarrollo integral de sus estudiantes", explica Valeria Góngora y agrega que "hoy existen normas que contribuyen al orden y desarrollo, el valor principal está puesto en la responsabilidad y autonomía de los estudiantes, donde si bien existe un cuerpo normativo éste responde a acuerdos tomados en base al funcionamiento de la comunidad, lo que implica la incorporación de procesos de diálogo y de reflexión, junto con la entrega de la confianza mutua. De este modo, la disciplina pasa a ser una instancia formativa donde cada agente tiene un rol en el contexto de una comunidad organizada".

La especialista precisa que ANTES cuando en el aula escolar aparecía un conflicto entre estudiantes, como una pelea, la tendencia habitual por el modelo que imperaba era que el profesor detuviera la pelea, sacara a los estudiantes de clases y los llevara a la inspectoría para ser aplicada una sanción que probablemente estaría vinculada con la suspensión o aplicación de condicionalidad. AHORA, el modo de actuar apunta, según lo que dice la ley, a que junto con detener la pelea los alumnos puedan reflexionar sobre las causas que los llevaron a reaccionar de esa medida, llevándolos a generar compromisos que los ayuden a autorregularse para próximas eventualidades.

"Los conflictos no sólo afectan a los estudiantes involucrados, sino que también tiene repercusiones en la comunidad curso, por ello la reflexión los ayuda a que visualicen y se responsabilicen sobre los propios actos. De igual forma abordar el tema con la comunidad curso, generando un espacio de reflexión sobre como su actitud intensificara el conflicto" sostiene Valeria Góngora.

Según explica la especialista, lo anterior se sustenta en:

- Positividad: "Que las personas se focalicen sobre lo que se puede lograr, afianzando el valor personal y depositando la responsabilidad en cada persona". En la situación mencionada, sería pasar de "¡Ustedes siempre peleando, parece que es lo único que saben hacer!, a "Entiendo que algo les molestó, cómo podría ayudarlos a resolver las diferencias de una manera más tranquila". La segunda manera genera un efecto emocional distinto donde se deposita confianza y credibilidad en el otro, potenciando la responsabilidad y la auto-regulación.

- Elección: "Enseñar que frente a una situación, todos escogemos actuar de una u otra forma y que la manera por la cual se opta conlleva un resultado". Es distinto señalar "¡¡Tú siempre optas por la violencia!!, ¡nunca vas a cambiar!", versus ¿Qué te llevó a optar por golpear a tu compañero que acercarte y decirle que te molestaba lo que estaba haciendo?. El pensamiento dirigido hacia la elección de respuesta fomenta el auto-control y la responsabilidad por sus elecciones, ayudando a que los estudiantes puedan empoderarse de sí mismos.

- Reflexión: "Realizar preguntas proactivas, que ayuden a generar un análisis, una autoevaluación, hipotetización de situaciones". ¿Cuándo van a parar de pelear, los voy a tener que aguantar hasta IV° Medio así?", versus preguntas de tipo abiertas o clarificadoras como por ejemplo "cuéntame cómo sucedió que llegaste a golpear a tu compañero, ¿qué sentiste, qué pensaste?".

Finalmente para la especialista, Valeria Góngora, "todo debe ser formativo: las normas y los acuerdos que se toman sobre ellas, los diálogos, las reflexiones, las sanciones, porque la meta que se ha establecido el gobierno para el tema educativo es "que todos aprendan y se sientan bien tratados".