Advierten que el estrés puede alterar la expresión de los genes
BIOLOGÍA. Un estudio afirma que los factores externos que causan este trastorno pueden activar zonas del ADN, incluso a temprana edad.
El estrés se presenta como el peor enemigo en la vida cotidiana. El trabajo, estudios, familia y la pareja son lugares que pueden significar tanta felicidad como tensión, resultados que se expresan a través de la salud.
Hay investigaciones que plantean que, por ejemplo, el estrés laboral proviene de los genes. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por diversos especialistas en Estados Unidos da cuenta del efecto inverso: hay condiciones externas que pueden influir en cómo se expresan ciertos genes.
El estudio, publicado en el American Journal of Physical Anthropology, sugiere que los principios de la privación social grave puede provocar modificaciones del ADN que afectan la expresión de genes relacionadas con el estrés.
Estas modificaciones no genéticas (o epigenéticas) se producen cuando las moléculas del grupo metilo se añaden a los componentes de ADN.
La investigación se asemeja a un estudio realizado en 2010 por la U. de Copenhague (Dinamarca), que descubrió que factores externos pueden causar estrés en células del organismo a través del control de los genes.
Estos especialistas estudiaron en detalle un complejo denominado PRC2, que es capaz de unir grupos químicos pequeños (metilo) a las histonas, que son proteínas que forman la cromatina que constituye el genoma de las células eucariotas.
Este proceso altera esta estructura y vulnera la protección de las células ante el estrés del exterior, por lo que activa genes que "deberían estar silenciados", señalaron los autores del estudio danés.
"Por ejemplo, uno podría imaginarse que el estrés prolongado provoca que células nerviosas del cerebro produzcan hormonas y otras moléculas de señalización que no suelen producir y esto puede alterar el funcionamiento cerebral normal", indicaron los investigadores.
"La consecuencia es que genes que deberían estar desactivados están ahora activos y esto podría alterar el desarrollo, identidad y crecimiento celular", complementó Simmi Gehani, miembro del equipo.
En el caso de la investigación estadounidense, el equipo analizó genes de 208 niños que tenían 12 años de edad. Los participantes provenían de diversas instituciones de Estados Unidos que se encargan de acoger a niños huérfanos, de familias en riesgo social o sin hogar.
Mientras más tiempo los niños estuvieron dedicados al cuidado de instituciones, hubo menos intervención de los metilos en sitios específicos dentro de los genes relacionados con el estrés.
"Nuestros resultados son consistentes con un creciente cuerpo de investigación tanto en modelos animales humanos y preclínicos que sugiere que estas primeras experiencias, sobre todo relacionadas con el cuidado temprano, dejan huellas moleculares, visibles a través del transcurso de la vida, que probablemente influyen en una serie de factores biológicos, fisiológicos y procesos de comportamiento", explicó Stacy Drury, perteneciente a la Tulane University Hospital y autora principal del estudio.
La relación entre el estrés y la genética
Alteraciones
Diversos estudios han planteado que hay factores como el estrés que intervienen en los cromosomas que se encuentran en las células eucariotas.
Influencia química
La alteración se produce a nivel químico y vulnera la protección de las células a los factores externos. Esto activa genes que usualmente no están en funciones.
Impacto en la niñez
Tal como ejemplifica el estudio de EE.UU., este efecto puede ocurrir a temprana edad, en especial si los niños no reciben la atención adecuada.