El Capitán Moore y cómo estamos envenenando el mar
CIENCIA. La ONG Algalita lleva dos décadas investigando el avance y comportamiento de los desechos plásticos en el Océano Pacífico, por lo cual su fundador estuvo en Valparaíso.
Frente al panorama político y económico actual, "hay que ver cómo podemos crecer reduciendo desperdicios: es preciso ir a un sistema circular, que apoye el tener menos cosas, pero tener una vida mejor, más creativa... Los ricos se suicidan tanto como los pobres", afirmó el químico y fundador de la ONG Algalita, capitán Charles Moore, quien nació en la costa oeste de Estados Unidos y desde ahí lleva veinte años dedicando su vida a la investigación científica del ecosistema marino; ante los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Hay que buscar una vida de belleza, de estética, de placer auténtico", continuó el navegante, pasando entre los asistentes una bolsa de basura recogida en Hawaii: "Estos son los pedacitos de plástico que los peces comen como veneno", dijo, la que se ubica alrededor de las "islas" formadas por redes pesqueras, frascos de jabón y tapas de jugos, las que también, aclaró, "causan daños millonarios a las embarcaciones" que circulan por el norte del Océano Pacífico.
"una oportunidad"
"Las tapas de botellas son muy peligrosas porque los albatros las dan de comer a sus polluelos", ya que su interior sirve de refugio a pequeños crustáceos, y "los frascos de jabón que se ocupan para el cultivo de ostiones luego quedan a la deriva. (...) Estamos haciendo un ambiente sólido de un ambiente líquido, que antes sólo era agua. Hay seres que necesitan un sustrato sólido para poner sus huevos y ahora están sobre plásticos", describió Moore.
De este modo, en el mar se encuentran "contaminantes químicos que simulan o modifican las hormonas de los peces" y, por ende, nuestra alimentación al llevar a la mesa, por ejemplo, un plato de atún blanco que contiene plástico.
Esta situación es compartida por el pez linterna, animal que significa la mitad de la biomasa marina, aunque sin formar cardúmenes, lo que lo torna un ser solitario y pequeño en el océano, que "se alimenta de noche, en la superficie del agua, con lo que entra en su boca. Ahí estamos envenenando el mar", afirmó el químico de la Algalita Marine Research Fundation.
"Lo que podemos hacer es dejar de contaminar y darle la oportunidad al mar de que el mismo se deshaga de los desechos", junto con procesar mejor los desperdicios domiciliarios y ver qué podemos reutilizar: "Acá hay un ejemplo muy bueno: el reciclaje de las redes de pesca para convertirlas en tablas de skate en Pichilemu Bureo Skateboards", finalizó el capitán.