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La "Esmeralda" visitará puertos de 8 países en 211 días

VALPARAÍSO. Entre los 298 marinos a bordo figuran los hermanos Miguel y Diego Rojas, que se desempeñan como músicos.
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Paolo Navia S.

Cuando Miguel Rojas comenzó a interesarse por tocar el clarinete en su natal Curicó, nunca pensó que lo que inició como un pasatiempo le permitiría recorrer el mundo embarcado en el Buque Escuela "Esmeralda".

Luego de cumplir una destacada participación en el Orfeón Juvenil de Molina, al cual pertenece desde los 9 años de edad, Miguel Rojas se interesó por las Fuerzas Armadas, específicamente por la Marina, institución en la cual hoy, con 23 años, ostenta el grado de cabo segundo de Infantería de Marina, además de desempeñarse como músico.

Talento artístico que por segundo año consecutivo le permitirá ser parte de la dotación del Buque Escuela "Esmeralda", que el domingo 12 de junio zarpará desde Valparaíso para dar inicio a su crucero de instrucción número 61.

"Este es mi segundo año arriba del Buque Escuela y, obviamente, será distinto, porque cuento con más experiencia, aunque uno nunca deja de aprender y la idea es aprovechar al máximo esta nueva oportunidad de conocer el mundo", declaró Miguel Rojas.

Tradición familiar

Historia que también repetirá Diego Rojas, hermano menor de Miguel, quien desde los 11 años toca el saxofón.

Teniendo como inspiración a Miguel, el menor de los hermanos Rojas también ingresó a la Armada, convirtiéndose hoy en día en soldado primero de Infantería de Marina, cargo que le permitirá embarcarse junto a su hermano en la "Esmeralda", en un recorrido que alcanzará las 28.417 millas náuticas, equivalentes a casi 52 mil kilómetros, con un primer destino en Hanga Roa, Isla de Pascua.

"Esta será mi primera experiencia en el buque y tengo muchas ganas de aprender, espero vivir buenas y nuevas destrezas. Y obviamente que contar con el apoyo de mi hermano será fundamental", expresó Diego Rojas.

Soporte que tendrá un significado especial si tomamos en cuenta el tiempo que durará la instrucción en la "Esmeralda", pues zarpará el próximo 12 de junio, regresando al puerto de Valparaíso el 8 de enero de 2017. En este sentido, una de las situaciones más complejas será pasar las fiestas de fin de año lejos de los familiares más cercanos, circunstancia que los hermanos Rojas podrán sobrellevar de mejor manera al emprender la travesía juntos.

"Obviamente que estar con tu hermano significa un apoyo, y nuestra familia también está más tranquila al saber que nos apoyaremos el uno al otro", comentó Diego Rojas.

Por su parte, Miguel Rojas añadió que "siempre es complejo pasar las festividades lejos de la familia, pero poder estar con mi hermano a bordo, la verdad que es una ventaja, porque el apoyo será mutuo, será muy bueno para la convivencia y para poder conocer los puertos extranjeros junto a él".

En cuanto a las características del viaje de instrucción número 61 del Buque Escuela "Esmeralda", el viaje tendrá una duración total de 211 días, estando 198 en el mar y 43 en puerto.

La Dama Blanca visitará 8 países, recalando en nueve diferentes destinos: Hanga Roa en Isla de Pascua; Honolulu, Estados Unidos; Tokio, Japón; Busan, Corea del Sur; Shanghai, China; Bali, Indonesia; Sydney, Australia; Auckland, Nueva Zelanda; y Papeete, en Tahití, para finalmente recalar nuevamente en el puerto de Valparaíso.

"Quise ser parte de la Armada para conocer el mundo"

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Oriunda de la localidad de Liumalla, en la comuna de Villarrica, Jenny Cabrapan viajó más de 700 kilómetros para llegar hasta Valparaíso y ser parte de la dotación de 298 marineros que el próximo domingo iniciarán una larga travesía a bordo del Buque Escuela "Esmeralda".

De origen mapuche, el sueño de Cabrapan siempre fue recorrer el mundo en buque, aspiración que en los próximos días cumplirá cuando la Dama Blanca zarpe con rumbo a Hanga Roa, Isla de Pascua, la primera de las nueve recaladas programadas en el crucero de instrucción.

"Siempre me llamó la atención recorrer el mundo en un buque, porque es común tomar un avión y visitar diferentes lugares, pero hacerlo en un buque es algo totalmente distinto y qué mejor que hacerlo sirviendo al país", declaró la marinero primero de abastecimiento.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de ser parte, por primera vez, de la dotación del Buque Escuela "Esmeralda"?

- Ha sido un cambio radical, pues yo vivo en un sector rural ubicado en la comuna de Villarrica y allá se puede observar algo completamente diferente a lo que me encontré acá en Valparaíso, comenzando por el entorno, pues donde yo vivo solamente existe campo, nada más, y acá todo es mar, así que estoy viviendo la experiencia a concho, porque es mi primer proceso de instrucción y quizás sea la única oportunidad que se me presente en la carrera para ser parte de la tripulación del Buque Escuela "Esmeralda".

- ¿De dónde nació su motivación para postular a la Armada?

- Todo comenzó cuando yo estaba en el liceo. En ese tiempo nos visitó el encargado de la Escuela de Grumetes para promover la institución, y desde ese momento nació mi interés por pertenecer a la Armada. Pero no fue un camino fácil, hubo dificultades, principalmente por mi físico, pues no tengo mucha estatura, así que decidí dejar de lado la Armada e ingresar a la universidad. Una vez que me encontraba estudiando, mi deseo de pertenecer a la Armada no desapareció y sin pensarlo dos veces, postulé, pues siempre quise ser parte de la Armada para conocer diferente lugares del mundo, esa siempre fue mi motivación y sabía que acá se me podía dar esa posibilidad.

- ¿Cómo catalogas el rol de la mujer en el Buque Escuela "Esmeralda"?

- Acá uno como mujer aprende mucho, porque muchas cosas están hechas para que las realice un hombre, porque implican más fuerza, pero uno de a poco va superando eso, y con la ayuda de nuestros propios camaradas y del personal más antiguo, uno finalmente logra entender y ejecutar todos los procesos que se deben realizar a bordo.

"Ha sido un cambio radical, pues yo vivo en un sector rural ubicado en la comuna de Villarrica, y allá se puede observar algo completamente diferente a lo que me encontré acá en Valparaíso"

"Acá uno como mujer aprende mucho, porque muchas cosas están hechas para que las realice un hombre, porque implican más fuerza, pero con la ayuda de nuestros camaradas y del personal más antiguo, uno finalmente logra entender todos los procesos a bordo"