"Casa tomada"
Hace más de 15 días que no puedo acudir a mi lugar de trabajo porque está "tomado" (Universidad Andrés Bello de Viña del Mar); a partir de este viernes el colegio donde estudia mi pequeña hija está "en paro" y, por consiguiente, se lo han "tomado" (Colegio Alemán de Valparaíso).
Me siento protagonista del cuento de Julio Cortázar titulado "Casa tomada", donde poco a poco las personas que la moran van perdiendo las habitaciones hasta quedar afuera, en la calle, sin comprender cómo y por qué han perdido el inmueble. ¿Qué está sucediendo en este país que hasta las instituciones privadas se paralizan?
Sólo espero que los distintos conflictos que me afectan directamente, y sobre los que no tengo voz ni voto, se resuelvan pronto y antes de que sea demasiado tarde para recuperar nada.
Verónica Ramírez Errázuriz
El Chile de hoy
Una frase de 1950 escrita por Alissa Zinovievna Rosenbaum, más conocida en el mundo de las letras por el seudónimo de Ayn Rand, tiene plena actualidad hoy en nuestra mal gobernada sociedad:
"Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes, sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando descubres que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada".
Lorena Díaz
Cambio de Ministro
Con respecto al cambio del ministro del Interior, algunos analistas políticos han dicho que cambiar "peras por peras" es lo mismo. Yo diría que cambiar Peras por Petas es casi lo mismo.
Jaime E. Maureira
Cambio de Ministro II
¿Se habrá ido el ministro Burgos por cansancio natural... o por cansancio inducido?
Kenneth Ledger Toledo
Esto no tiene nombre
Nuevamente, con profundo pesar, amargura e impotencia, lamentablemente me he dado cuenta que cierto grupo de antisociales, anárquicos, delincuentes y, por qué no decirlo, terroristas, han actuado con tal violencia, llegando a pisotear precisamente lo más preciado que tenemos los católicos: la figura de Cristo de la iglesia de la Gratitud Nacional.
Las imágenes son elocuentes y una vez más nos encontraremos con frases provenientes de la Intendencia de la Región Metropolitana que, entre otras, anuncia que interpondrá una querella contra quienes resulten responsables de tal hecho delictual (o mejor dicho, terrorista).
Señor intendente: ¿estar en democracia significa para usted expresarse con odio y sin respeto bajo toda circunstancia?, ¿hasta cuándo permitirá usted que su autoridad sea basureada, no respetada, y lo que es más triste, permita a todo evento lo que no es usual en una ciudad civilizada?
Jaime Bull de la Jara
Bachelet y Poncio Pilatos
Hoy hemos visto con espantosa incredulidad la nueva crucifixión de Jesucristo, arrastrado desde el interior de su templo a la calle para patearlo, escupirlo y trasquilar su imagen sagrada, todo en el marco de una "marcha pacífica" que otra vez abogaba por los derechos estudiantiles.
El nuevo ministro del Interior, Mario Fernández, que se dice hombre de fe, pero también remarcando que por sobre cualquier otra señal está cuadrado con el gobierno izquierdista de Bachelet, rebatió las críticas periodísticas enalteciendo el "derecho de la ciudadanía a expresarse". Mala partida de Fernández.
Esta nueva crucifixión no es la misma de hace 2016 años en el Gólgota, sino en el corazón de Santiago de Chile, donde un gobierno pusilánime ha venido copiando las prácticas de Poncio Pilatos. En sus dos años de gestión, no ha sabido responder con reciedumbre a las acciones violentistas de estudiantes encapuchados, sólo lavarse las manos.
Como chileno me avergüenza vivir en un país sin Dios ni ley, donde grupúsculos son amparados en detrimento de una nación entera. Me avergüenza que el resto del mundo nos tache como los nuevos linchadores y profanadores del ser omnipotente, que optó morir en la cruz para salvar a los pecadores.
Alfredo Barra