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"Busco que la gente que viene al restaurante se vaya con una verdadera experiencia a su casa"

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Paolo Navia S.

En el año 1999, Rodrigo Quintanilla, abandonó su natal San Antonio para trasladarse hasta Viña del Mar, ciudad en donde inició sus estudios universitarios en Ingeniería en Pesca.

Con la inspiración de su padre, quien por esos años tenía una exitosa empresa pesquera enfocada en la importación de merluzas, Quintanilla planteó su futuro con el objetivo de hacerse cargo del negocio familiar, propósito que finalmente no cumplió, pues tras largos semestres en la universidad, este joven de 36 años de edad entendió que su verdadera vocación no era la industria pesquera, sino que la cocina, arte culinario que según sus propias palabras "lo enamoró desde pequeño", pero que por la presión de convertirse en ingeniero, siempre postergó.

Fue así como en el año 2012, y tras sufrir una meningitis neumonial que le cambió para siempre su perspectiva de vida, Rodrigo Quintanilla, hermano de Pablo Quintanilla, destacado motociclista nacional, decidió dar un vuelco a su existencia, instalándose con el restaurante "Rincón de Greda", local ubicado en el corazón de Viña del Mar, y que en los últimos años se ha logrado posicionar como el gran referente viñamarino en lo que a comida nacional se refiere.

"Siempre que uno cumple un sueño, quiere que las expectativas sean las mejores, es por eso que yo no quise tomar resguardos en nada, pues busco que la gente que viene al restaurante se vaya con una verdadera experiencia a sus hogares, y que venir acá sea más que comer solamente comida rica y bien preparada, le quise dar mi sello personal en cada detalle, y eso el público lo agradece y lo toma en cuenta", declara Quintanilla, mientras termina de montar un típico costillar chileno acompañado con una fusión de charquicán.

Éxito culinario que ha sabido de altos y bajos, pues al igual que Quintanilla, son muchos los empresarios culinarios que en los últimos años se han instalado en Viña del Mar con nuevas ofertas gastronómicas, basadas principalmente en la comida internacional.

Restaurantes peruanos, chinos, tailandeses e italianos se pueden apreciar por montones en la tradicional calle San Martín, lugar en donde "El Rincón de Greda" se ha ganado su espacio en base a esfuerzo, talento y dedicación por la cocina y los ingredientes típicos de la comida chilena.

"Hoy en día la oferta gastronómica en Viña del Mar es inmensa, pues además de los restaurante establecidos, existen muchos de comida rápida que también entregan una alternativa gourmet, es por eso que es clave ir innovando, jugar en la cocina, tener nuevas fuentes de inspiración y entregar el mejor producto posible en cada plato, para eso trabajamos día a día", agregó Rodrigo Quintanilla.

- ¿Cómo cambió su vida sufrir una compleja meningitis neumonial?

- Fue un cambio radical porque, imagínate, tuve tres infartos cerebrales. Me acuerdo que ese día me iba al sur con la familia y desperté en una clínica en Santiago dos semanas después, sin conocer a nadie, sin poder ni siquiera levantar un vaso, sin poder caminar, fue duro y muy fuerte, porque los diagnósticos más auspiciosos de los doctores eran que iba a seguir con vida, pero sin poder hablar, ni nada, así que agradezco por esta nueva oportunidad de seguir viviendo. Yo creo que eso fue una gran inspiración para tirarme a la piscina y dar un vuelco en mi vida jugándomela con un emprendimiento gastronómico, que era mi sueño.

- ¿Cuáles son sus fuentes de inspiración al momento de armar un plato típico chileno?

-La idea es siempre buscar nuevas fuentes, pero yo soy un poco a la antigua en ese sentido, por lo general no voy a otros restaurantes a comparar los platos, eso no va conmigo, yo prefiero irme al sur y con mucho respeto, ir a las casas de las antiguas dueñas de casa, y aprender de ellas, porque al final la comida chilena es eso: las raíces, el compartir en torno a un plato de comida, de recetas que se pasan de generación en generación, eso me inspira, porque muchas veces los restaurantes hacen un trabajo más industrial, y no se aprecian bien los ingredientes, así que yo trato de rescatar las raíces, de traer ingredientes nuevos de mis viajes y de mis experiencias culinarias.

- ¿Cómo analiza la actual oferta gastronómica disponible en Viña del Mar?

- Considero que Viña del Mar tiene una amplia oferta gastronómica, aunque en el último tiempo se ha centrado en el desarrollo de la cocina internacional, sobre todo la peruana e italiana. Por eso me centré en la comida chilena y en el rescate de las raíces, porque aunque suene extraño, Viña del Mar no tiene muchas opciones de comida nacional, de esos platos que al consumirlos te acuerdas de tu infancia, o de un momento especial de tu vida, porque todos nos hemos comido un charquicán o un puré con carne, y ese es mi objetivo, lograr que la gente se emocione con mis preparaciones, manteniendo las tradiciones de una típica cocina chilena.

- ¿Es muy complejo dirigir un restaurante exitoso siendo joven?

- Yo siempre digo que cuando uno hace las cosas con amor y haces lo que te gusta, lo disfrutas. Obviamente yo tengo mucho trabajo acá en el restaurante, tengo que estar pendiente de todo, pero es lo que me apasiona, es lo que me hace levantarme todos los días, amo cocinar, desde siempre lo he amado, entonces, si bien es mucho trabajo, disfruto cada momento que estoy acá, cuando cocino, cuando ayudo a ordenar la decoración, cuando tengo un trato cordial con mis empleados, todo eso me gusta, para mí es entretenido, y aunque hemos tenido momentos malos, creo que el amor por el trabajo y la cocina nos ha llevado a conseguir un cierto éxito que esperamos siga creciendo.

- ¿Cuáles son sus expectativas pensando en el futuro?

- Queremos seguir creciendo desde todos los puntos, traer nuevos ingredientes típicos chilenos, jugar con las creaciones y convertirnos en el gran representante de la comida chilena en Viña del Mar, personalmente creo que la clave está en siempre innovar, y es por eso que nunca dejo de pensar en nuevas ideas para el restaurante, tanto en la comida como en la infraestructura.

"No voy a otros restaurantes a comparar los platos, yo prefiero irme al sur y con mucho respeto, ir a las casas de las antiguas dueñas de casa"

"Viña del Mar tiene una amplia oferta gastronómica, aunque en el último tiempo se ha centrado en el desarrollo de la cocina internacional" "Siempre que uno cumple un sueño, quiere que las expectativas sean las mejores, y yo no quise tomar resguardos en nada en el restaurante".