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Valparaíso y su vocación histórica

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Por Sonia Tschorne B. *

Mucho se ha comentado y escrito sobre el informe entregado por el consultor Juan Luis Isaza, respecto al estado del Sitio del Patrimonio Mundial (SPM) de Valparaíso y dos proyectos fundamentales para el desarrollo de nuestra Ciudad Puerto, como son el Terminal 2 y Puerto Barón.

Poco o nada se ha hablado sobre la preocupante situación actual del SPM y la deuda que -en ese sentido- tenemos como sociedad con Valparaíso y su gente, primando una mirada casi exclusiva a los proyectos impulsados por el Estado en el borde costero.

Sobre ese punto, conviene indicar que Terminal 2 es un proyecto que se enmarca en el Plan de Transformación Urbana del Borde Costero, documento conocido por la Unesco al momento de la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, donde se anuncia de manera precisa y clara que el sector donde hoy se emplazará el Terminal 2, quedará reservado para la ampliación de la infraestructura propia del puerto. El Informe de Isaza reconoce esto y lo remarca, por eso es extraño que hoy esto se desconozca.

Es bueno recordar que el Plan Maestro de Inversiones Portuarias para Valparaíso alcanza recursos ejecutables por 1.000 millones de dólares en el mediano plazo y la creación de alrededor de 6.000 puestos de trabajo. Eso es hacerse cargo del país y la ciudad de manera responsable y en línea con lo que quiere la comunidad: trabajo y progreso.

Iniciativas como Puerto Barón, que recupera el acceso del borde costero para los porteños; accesibilidad y remodelación urbana del Muelle Prat, que da continuidad a las operaciones y rediseña un espacio tradicional con espacios de uso público; un terminal de pasajeros que pondrá a esta Ciudad Puerto en la primera línea de la industria de cruceros y el turismo, son proyectos que dan cuenta de la voluntad sostenida de cuatro directorios de EPV y cuatro periodos presidenciales de articular a Valparaíso como un polo de desarrollo sinérgico y patrimonial.

El Valparaíso que hoy conocemos no se entiende sin su gente, que hace un siglo le ganó terreno al mar para construir un puerto de manera "irreversible". Esta visión a largo plazo de los y las porteñas y las autoridades de la época, permitieron 100 años después mantener aguas abrigadas y proyectar la inversión más relevante del sistema portuario del país.

Es evidente que el Estado y el concesionario harán todos los esfuerzos para trabajar compensaciones en materia de desarrollo urbano y mejoramiento de la calidad de vida de la población porteña. Esto se hará a través de una estrategia especial diseñada entre todos los actores o, como lo que establece la legislación nacional, enmarcándose dentro de un Estudio de Impacto Ambiental.

Ir más allá es poner en riesgo la supervivencia futura del puerto en un contexto en que el resto de los puertos "principales" del continente concretan inversiones para crecer. Y no sólo eso, es abrir -erradamente- un camino paradójico: pretender que Valparaíso se desprenda de su vocación histórica como es ser puerto -antes que turismo, universidad o servicios- es, finalmente, desnaturalizar la razón por la cual la Unesco le confirió a su Área Histórica la condición de Sitio de Patrimonio Mundial.

"Es evidente que el Estado y el concesionario harán todos los esfuerzos para trabajar compensaciones en materia de desarrollo urbano y mejoramiento de la calidad de vida de la población porteña"

"Los recursos que llegan a nuestra región no son los suficientes"

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En el marco del vigésimo tercer aniversario del Gobierno Regional, el presidente del Consejo Regional (Core), Daniel Garrido, calificó como "un tema pendiente de nuestro país" el proceso de descentralización que actualmente se lleva adelante en el Congreso, mediante el cual los recursos, administración y el desarrollo de las regiones sean a partir de "las necesidades que tiene cada región y con la mirada que cada Gobierno Regional pretende impulsar".

El militante comunista aseveró que desde que los 28 integrantes del Consejo Regional son elegidos democráticamente mediante el voto popular -asumieron el 2014-, tal acción ha sido "la instancia mayor de descentralización a nivel de una región. Es por eso que hemos reafirmado nuestro compromiso permanente de desarrollo y calidad de vida de los habitantes de nuestra región".

- ¿Ha sido un año difícil para el Gobierno Regional? Partieron con una disminución presupuestaria y algunos proyectos se han ido estacando.

- La institución del Gobierno Regional es un aspecto formal y depende de recursos y presupuesto. Hemos planteado siempre que nos parece que los recursos que llegan a la Región de Valparaíso no son los suficientes. El 7% del presupuesto que efectivamente podemos disponer en la región -a través del FNDR- no da cuenta de la realidad que tiene la región. Pero también somos conscientes y hemos hecho el llamado a las autoridades de distinto nivel, a poder avanzar en las ideas de la descentralización en nuestro país. Somos una región que no sólo queremos pedir recursos, sino que somos una región que produce recursos para el país y esperamos que una cantidad importante de estos se queden en la región.

- ¿Como Parlamento del Gore los afecta también la poca aceptación que tiene actualmente la clase política entre la ciudadanía?

- Hemos planteado que hay procesos que se deben desarrollar. Por ejemplo, la educación cívica en los niños y niñas de nuestro país. En la región también se debe incorporar qué son y qué hacen los Gobiernos Regionales, municipios y otras entidades locales y territoriales. Si uno consulta o ve una obra no sabe de dónde vinieron los recursos. Más que el descontento y desencanto, siendo válido y presente en nuestro país, es que no se conoce y no se tiene mayor información sobre qué hace el Gore o cómo esos recursos colaboran o apoyan en distintos ámbitos de infraestructura local.

- ¿Ser core es un buen trampolín político para aspirar a otros cargos, como el de parlamentario?

- Para ser franco, se dan distintas realidades. Primero se debe asumir la condición de ser consejero regional, las aspiraciones que pueda tener uno o cualquier consejero regional para poder representar en otra instancia, ya sea en el Parlamento, municipio u otra, son absolutamente válidas. Lo que tiene que estar claro es que nosotros desarrollamos una función y esa función se debe cumplir hasta el último día en que somos parte del Core. Efectivamente, para algunos en una mirada mezquina, nos ven como una competencia. La verdad es creo que es parte del ejercicio democrático.

"Necesitamos dinamizar ciertos mecanismos que permitan que nuestra fiscalización sea más concreta, pero también la podemos desarrollar en conjunto con otras instituciones locales"