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"Ya no es momento para un segundo tiempo; este Gobierno, para bien o para mal, fue lo que fue".

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Paola Passig

"Los errores del segundo piso exceden las páginas de este diario. ¿El principal? La privatización de la política, especialmente de la Presidenta y del debate al interior del Ejecutivo", sentencia el abogado y columnista Jorge Navarrete, coincidiendo con las críticas que realizó desde Inglaterra el ahora exministro del Interior, Jorge Burgos. Al analizar "el fuego amigo", Navarrete apunta a que la crítica interna será cada vez más recurrente y que "lo que se requiere es dar con un candidato que presente a la Nueva Mayoría como una opción competitiva frente a la segura candidatura de Sebastián Piñera".

- ¿Cómo se explica que haya habido tres ministros en Interior en dos años? ¿Qué refleja?

- Algo similar ocurrió en el primer gobierno de Michelle Bachelet. Pero más allá de las referencias históricas, se trata de un síntoma de algo más profundo y que ha sido una constante en este Gobierno: me refiero a la ausencia de un diseño político profesional. Dicho déficit ha sido agravado por el aislamiento de la Presidenta, la que interactúa cada vez menos con sus principales ministros y en cambio ha preferido refugiarse en un muy pequeño círculo de sus amistades, dentro y fuera del Palacio de La Moneda. Esto nos lleva al tercer problema y que apunta a la excesiva importancia que se le da a las relaciones personales, me refiero a la amistad y la empatía, en la dinámica cotidiana del ejercicio del poder. Todo lo anterior acrecienta y acelera el tránsito hacia la soledad y la irrelevancia política.

- Hay analistas que señalan que la Presidenta Bachelet perdió la oportunidad de hacer una cirugía mayor en su gabinete aprovechando la salida de Burgos y así darle fuerza a un "segundo tiempo". ¿Considera que es necesario hacer un ajuste mayor?

- Estamos algo tarde para ese debate. Los gobiernos concluyen políticamente con la elección municipal, por lo que no es efectivo que se esté iniciando el segundo tiempo, sino más bien quedan pocos minutos para que concluya el partido. Puestas así las cosas, este Gobierno, para bien o para mal, fue lo que fue. No habrá mucho margen para mejorar y tampoco gran espacio para empeorar. En la medida que nos adentremos en el debate electoral, el Ejecutivo tendrá cada vez menos protagonismo en el debate público, iniciándose el ya conocido síndrome del "Pato Cojo", el que, tratándose de esta administración, podría terminar en el Pato con Distemper.

- ¿Mario Fernández es una buena elección para Interior? ¿Podrá ordenar la casa?

- Me parece que la llegada del nuevo ministro apunta a la necesidad de facilitar y ordenar el Gobierno y la coalición de cara a los desafíos electorales que tenemos por delante. Los presidentes son como un yogur, tienen fecha de vencimiento, y en la medida que ese plazo se acerque será cada vez más difícil contar con disciplina y cohesión. Uno de los principales riesgos apunta al rol de la DC, lo que explica que se haya designado en ese cargo a un antiguo y connotado falangista, conservador en cuestiones valórico culturales, gran amigo de uno de los principales críticos del gobierno -me refiero a Gutenberg Martínez- pero que desempeñe su cargo con estricto apego al libreto que se le ha asignado. En efecto, Mario Fernández terminará siendo más bacheletista que la propia Bachelet.

- Se ha criticado mucho en estos días el rol del ministro Eyzaguirre.

- Después de haber sido ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre desapareció completamente del escenario. No sé si eso fue bueno o malo.

Las crÍticas de burgos

- ¿Qué le parecen las declaraciones de Burgos en cuanto a que la DC no se siente cómoda en la Nueva Mayoría y sí en la Concertación?

- No hay que ser un analista muy avezado para notar las tensiones entre la DC y la Nueva Mayoría. Efectivamente, algunas de ellas tienen un origen programático y que se manifiestan en maneras distintas de concebir la sociedad y el Estado. Otras, más vinculadas al estilo de gobernar y la función de las políticas públicas conectan con el gradualismo y la necesidad de buscar mayores acuerdos. Pero la principal molestia de la Falange, me parece a mí, se vincula con un sentimiento de ninguneo, pues no se le reconoce su importancia y centralidad como el principal partido del oficialismo. Lo que muchos DC resienten es que se les trata como invitados o extranjeros en una casa que han habitado por décadas y que se ha construido principalmente con su aporte.

- También Burgos criticó al segundo piso de La Moneda, señalando que ha cometido errores. ¿Cuáles?

- Aunque la lista de desaciertos que han cometido los asesores de la Presidenta excede largamente la capacidad de las páginas de este diario, creo que hay una constante que hizo mucho daño al interior del Gobierno y la coalición, y que se refiere a una suerte de privatización de la política, especialmente de la Presidenta y del debate al interior del Ejecutivo. Pareciera que para muchos de ellos, como Bachelet ganó sin la ayuda, incluso contra la dinámica de los partidos, esto significó que no debe preguntar ni menos dar explicaciones por las decisiones que se toman en Palacio. Entonces, se actúa como si este Gobierno fuera de Bachelet y sus pocos representantes. Si a eso sumamos el secretismo, la desconfianza interna y el deterioro de los afectos, no cabe duda de que parte de este fracaso tiene que ver con los cuidados del sacristán.

- ¿Coincide con otros analistas en que la Mandataria tiene un estilo de liderazgo personalista, que le gusta el "yes men" y que no es amiga de que la critiquen?

- No la conozco lo suficiente como para responder a esa pregunta. Con la Presidenta Bachelet que yo más trato tuve fue aquella mujer del primer mandato, la que junto con escuchar las críticas y recibirlas de buena forma, era capaz de contraargumentar cuando estaba convencida o corregir si notaba el error. Más que aduladores, que de seguro los hay y demasiados, quizás los duros momentos por los cuáles ha atravesado la Presidenta en estos años obligaron a sus cercanos a privilegiar la contención. Pero, en fin, estoy especulando.

- ¿Cómo evalúa el rol que ha jugado el PC en la Nueva Mayoría?

- Ha sido un partido disciplinado, con un profundo sentido del poder, que ha aprovechado todas las ventajas de pertenecer a la Nueva Mayoría y el Gobierno, tratando también de minimizar los costos por dicha opción. De paso, ha sobrevalorado todavía más su relevancia en el debate público, administrando de manera muy eficiente sus espacios y cuotas de poder. Pero esa estrategia ha funcionado en un escenario de sendas ambigüedades, situación que podría modificarse de cara a las próximas definiciones electorales y políticas.

- ¿Le ve viabilidad a la Nueva Mayoría?

- Le veo viabilidad a cualquier proyecto político que garantice o tenga una buena opción de hacerse con el poder formal, sea en el gobierno o logrando mayoría en el Congreso. De eso se trata la política. Muchos de los que hoy hacen insinuantes declaraciones, supuestamente ancladas todas en convicciones muy profundas, luego tendrán que sacar la calculadora y jugar sus opciones. La necesidad tiene cara de hereje y el político de profesión es el más apóstata de todos.

- Matías Walker, vicepresidente de la DC, afirmó que muchos en su partido creen que deben llevar un candidato propio a la primera vuelta, porque de lo contrario se perderán un millón de votos que se le regalarán a Piñera, ya que en tiempos de crisis la gente se vuelca al centro y no hay que darle ese espacio a la centroderecha.

- Cada partido y dirigente intentará reconducir el agua a su molino. Le confieso que esto del "centro político" me parece cada vez más extraño, como una suerte de fetiche que se repite sin mayor comprensión de los conceptos. Si por "centrista" entendemos "moderado", de esos hay en todas partes, incluyendo a la izquierda y la derecha. Lo que si probablemente vaya a ocurrir es que en la incapacidad de dar con un candidato que represente de buena forma a toda la coalición, podría tomarse la decisión de ir con dos exponentes a la primera vuelta electoral, con un pacto de apoyo mutuo para el balotaje.

"Lo que muchos DC resienten es que se les trata como extranjeros en una casa que han habitado por décadas y que se ha construido principalmente con su aporte" "Los Presidentes son como un yogur, tienen fecha de vencimiento, y en la medida que ese plazo se acerque será cada vez más difícil contar con disciplina y cohesión"