Estudiantes de la UVM someten a votación toma de dos campus
EDUCACIÓN. Voceros de la movilización acusan nula voluntad de la universidad del grupo Laureate de dialogar con la Federación.
Hoy se cumplen ocho días desde que alumnos de la Universidad Viña del Mar (UVM), ligada al grupo Laureate, iniciaran la toma de los campus Miraflores y Rodelillo, acción que se sustenta en un pliego de peticiones de nivel interno que aún no ha tenido respuesta por parte de las autoridades de la casa de estudios superiores.
Mientras tanto, los días de inactividad académica en la sede Rodelillo han transcurrido con normalidad, de acuerdo lo explicado por los voceros de la toma, que mantienen un coordinado programa de tareas con el objetivo de que no decaiga el movimiento, junto con mantener el orden y la seguridad del plantel privado, que por primera vez en su historia vive una toma de sus dependencias.
Organización
De hecho, el trabajo al interior de la sede se divide en comisiones, tales como alimentos, aseo, seguridad, financiamiento, recreación, comunicaciones y formación, gestión que en estos ocho días no ha presentado inconvenientes, pese a que este este fin de semana largo enfrentaron una baja ostensible entre los estudiantes que participan de la movilización en el campus Rodelillo.
"Durante la semana han estado diariamente más de 120 alumnos en la toma y ahora (fin de semana) claramente hay una baja por el viaje de varios compañeros a las regiones donde viven y también porque otros trabajan para poder costear los gastos de la universidad", explicó Denaly Benítez, vocera de la toma en Rodelillo y estudiante de Pedagogía en Lenguaje y Literatura.
Sin embargo, precisó que ello no ha sido una traba para seguir con las labores al interior de la sede, estableciéndose ocho turnos por día, de tres horas cada uno, lo que ha permitido, asegura, no sólo velar por la mantención de los estudiantes en la toma, sino también por la seguridad y resguardo de las instalaciones.
"Nada destruido"
"No hay nada destruido", puntualiza Francisco Fernández, también vocero de la movilización en Rodelillo, que cursa quinto año de la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales.
No obstante, lamenta la posición que, a su juicio, han tomado las autoridades de la UVM al no dar respuesta al petitorio, acusando una nula voluntad de diálogo por parte de la universidad que, expresa, condiciona la negociación al fin de la toma.
"La verdad es que ni siquiera podemos hablar de diálogo. La primera negociación que tuvo la Federación fue para obtener una garantía con respecto a la movilización, o sea, sin consecuencias en notas, asistencia", explica, pero nada con respecto a las demandas del alumnado, que se resumen en el congelamiento de aranceles y matrícula (con valor único para todas las carreras), reinversión en la universidad, mejoramiento de la infraestructura, mayor participación estudiantil y que se reabra la carrera de Sociología, entre otras solicitudes.
Mientras tanto, para este miércoles la Federación de Estudiantes de la UVM programó una jornada de votación para validar o rechazar la toma de los campus Rodelillo y Miraflores Bajo, la cual se realizará en la Dirección de Extensión del plantel, ubicada en Agua Santa con Diego Portales, en Viña del Mar.