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"Al final, el costo mayor recae en los mismos estudiantes, por eso queremos llegar a puerto"

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Cristián Rojas M.

La Universidad Viña del Mar es una de las cinco que controla el grupo Laureate, cuestionado por sus estudiantes respecto del lucro, debido a los aranceles y la, a su juicio, escasa o nula reinversión. Además, uno de esos cinco planteles, la Universidad Andrés Bello, está siendo investigada por el Ministerio de Educación precisamente por esta materia, de la que la UVM no es ajena, puesto que sus alumnos, que incluso han marchado por las calles de Viña, están en una histórica toma que ya lleva cerca de tres semanas, por demandas como el congelamiento de aranceles, pero el conflicto está actualmente en punto muerto, ya que los estudiantes no depondrán la ocupación mientras no lleguen respuestas a su petitorio, en tanto que el rector, Juan Pablo Prieto, no responderá hasta que no bajen la toma.

- ¿Qué salida ve al conflicto en estas circunstancias?

- La cuestión de fondo es que el orden de las cosas hay que plantearlo primero, porque en realidad los estudiantes inician primero una paralización de actividades y luego levantan un pliego de peticiones. La toma surge después y bloquea la respuesta que la institución ya había generado, entonces surge en un momento crítico, porque estábamos ya a punto de entregar la respuesta, incluso habíamos concordado cuándo íbamos a entregarla, y algunos estudiantes realizan esta toma y eso detiene todo esto. Los estudiantes también han manifestado otras cuestiones, han dicho: "para deponer la toma queremos un conjunto de garantías", que las explicitaron también, entonces también hemos trabajado sobre esas garantías, de manera de poder darle un piso razonable a la evolución de esta movilización.

- Pero si ellos no dan su brazo a torcer el conflicto se puede extender por mucho tiempo más. En la UNAB la toma duró más de un mes, el año pasado en la Santa María y en la UPLA las tomas duraron meses...

- Eso es bien lamentable, uno ve que en varias universidades del sistema está sucediendo esto, pero claro, uno no quisiera llegar a eso, porque, al final, el costo mayor -lo hemos sabido y lo han aprendido varios estudiantes- recae en ellos mismos, entonces por eso buscamos activamente llegar a puerto, pero hay ciertas cuestiones que son bien importantes para la institución en general, que tienen que ver con su funcionamiento, con el respeto a ciertas cuestiones, con unos principios de ordenamiento y de diálogo, cómo es que queremos relacionarnos que se ponen en juego aquí, y por eso que ponemos ciertos límites que creo que son sensatos, porque la disposición está: vamos a responder, tenemos respuesta al petitorio, creo que esa respuesta va, de alguna manera, a dar cuenta de los intereses que los estudiantes han planteado.

- ¿Qué le parece que este año hayan irrumpido estos movimientos en las universidades privadas?

- Muestra un poco el agotamiento que tienen estas movilizaciones en las universidades tradicionales, que son las que en general han sostenido los paros y las tomas, y ahora no, porque en realidad les cuesta muy caro y se ven afectados severamente ellos mismos por cuestiones colaterales, como que reprueban asignaturas y tienen otras consecuencias eventuales, entonces que las universidades privadas estén hoy día mayoritariamente en movilización obedece un poco a esa lógica, pero también hay algo que es importante decir: la agenda de las universidades privadas, especialmente de los estudiantes de una universidad como la nuestra, de la UVM, es una agenda que no siempre, por así decirlo, se suma o se une a la agenda que tiene la Confech y las universidades tradicionales, porque estos son estudiantes que según algunas autoridades universitarias, no merecen estar en el sistema, entonces no son acogidos ni bienvenidos en el sistema tradicional, nosotros nos hacemos cargo, nos la jugamos por estos estudiantes, creemos que ellos pueden ser buenos profesionales y aportar al país.

- ¿Cuál es la situación actual? Los estudiantes dicen que están todas las carreras paralizadas, excepto las vespertinas...

- A ver, la situación es bien variada en realidad, no están todas las carreras paralizadas, de hecho hay dos escuelas que nunca adhirieron al paro, que son Negocios y Arquitectura y Diseño, y hay un conjunto de otras carreras que han ido llegando a acuerdos en las últimas semanas con sus jefaturas de carrera, sus direcciones de escuelas, para retomar lo que restaba del semestre, porque estábamos muy prontos a terminarlo cuando esta movilización partió, quedaban las últimas evaluaciones y los exámenes finales, y han logrado algunos, acomodar la agenda como para ir por lo menos zanjando esto y sacar su semestre académico adelante.

- Una de las demandas de los estudiantes es que la UVM se pronuncie sobre si tiene intención de adscribirse a la gratuidad. Usted había señalado que no lo harían mientras no se conociera cómo opera el sistema. Ahora que ya está operando y que el proyecto se hizo público, ¿Cuál es la postura de la UVM?

- Claro, pero aquí hay una serie de cuestiones: está operando una glosa todavía, la ley todavía no se despliega, entonces todavía está la incógnita, pero lo que se estableció en la glosa como exigencia nosotros no lo cumplimos, no es una cuestión de voluntad institucional, es una cuestión de diseño de esa glosa por parte de las autoridades del Ministerio de Educación, de Hacienda, lo que fuere, entonces es una exclusión que se hace de la UVM de poder participar de la gratuidad.

- Mientras el grupo Laureate no cambie su figura de lucro...

- Es que lo que se estableció como criterio fue que entre los sostenedores no podría haber sociedades comerciales, eso es todo, y esa es una realidad que tiene esta universidad, como tienen otras. Vamos a ver si ese es el diseño final que se espera, si eso es lo que finalmente quisiera la ley establecer como criterio genérico, vemos que la ley ya ha dicho algunas cosas sobre los sostenedores, sobre el directorio, están planteados algunos aspectos así, de manera que en la medida en que eso se dibuje completo, vamos a poder ver cómo adaptarnos o no a las nuevas exigencias, lo que se pondría en la ley, porque no vamos a poder actuar ni hacer una transformación institucional a partir de una glosa presupuestaria que dura un año, creo que necesitamos bases mucho más sólidas y permanentes.

- Pero el proyecto de ley ya está publicado...

- Pero es el proyecto, y la discusión, yo creo, por lo que uno escucha a todos los actores, va a impactar en el dibujo final del proyecto, evidentemente, porque nadie está muy conforme, entonces es muy difícil que el proyecto avance tal como está presentado, sin modificaciones importantes.

- Si es que no se suman a la gratuidad, no tendrían aranceles regulados, pero justamente esa es una de las demandas de los estudiantes en toma, que piden congelar los aranceles. Si disponen un alza importante para el próximo año, puede que se desate otra vez el conflicto...

- Claro, evidentemente, y esa es parte de la respuesta que tenemos preparada para los estudiantes, pero no la puedo adelantar aquí, evidentemente, porque tengo que presentársela primero a ellos, así que ese es un tema, claro, un tema que tiene que ver no sólo con la UVM, es un tema país en realidad. Chile es un país de altos aranceles, comparado con el resto del mundo.

"Los diálogos van a continuar, los esfuerzos institucionales van a mantenerse, pero no las soluciones como las del pliego de peticiones"

Pone la legitimidad en tela de juicio

El rector Prieto puso de relieve que "ésta es una toma que no ha sido permanentemente ratificada por los estudiantes, entonces hay también ahí una necesidad de revalidar, de asegurar que hay sustento y apoyo de las bases, porque las tomas siempre se producen con pocas personas que están físicamente ahí, y es bueno que esto sea algo que tenga el apoyo realmente mayoritario de los estudiantes. Creo que es bueno que se dilucide, para el beneficio de las propias organizaciones estudiantiles, porque tiene que ser legítima". Consultado al respecto, el presidente de la Federaciónde Estudiantes de la UVM, Ismael Sánchez, señaló que la votación a favor de la toma fue de 61% cuando ésta se inició, y que no les extraña que el rector haya puesto en duda la legitimidad "porque el rol de la autoridad siempre es cuestionar las movilizaciones"

"La toma es una cuestión más bien de carácter violento, ilegítimo en cierto sentido, porque impide el funcionamiento de otras cuestiones que la universidad se preocupa, que no es sólo la docencia o los alumnos, porque hay proyectos, funcionarios" "Hemos dicho que una vez depuesta la toma, nosotros al día siguiente le damos respuesta al petitorio" "Hay una voluntad institucional de hacerse cargo del pliego de peticiones de ellos, pero son los momentos y los modos los que están en discusión"