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Intensas marejadas destruyeron departamentos, restaurantes y mobiliario del borde costero

VIÑA DEL MAR. Afectados exigen a las autoridades solución efectiva para fenómeno que persiste. En 2015, el municipio invirtió $ 400 millones en reparaciones.
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Pamela Boltei

Destrozos millonarios en departamentos, muros de contención, restaurantes, locales comerciales, quioscos y equipamiento privado y municipal en el borde costero hubo en Viña del Mar, tras las marejadas que afectaron las costas de la región desde la mañana del miércoles hasta la madrugada de ayer.

En un recorrido hecho por este Diario, se pudo apreciar el estado en el que quedaron la mayoría de los inmuebles e instalaciones ubicados en el borde costero de Viña del Mar. Los edificios Avenida Perú y La Luna fueron los que más sufrieron, pues la fuerza de las olas, de entre 6 a 8 metros, dejó muros rotos, rejas dobladas y arrastradas, departamentos de los primeros pisos inundados, en los que los muebles en su interior quedaron inutilizables.

Ricardo Yáñez, conserje y administrador del edificio Avenida Perú, que tiene 85 años de antigüedad, estaba indignado. "Los daños son destructivos, fue todo en un solo día, y el muro se cortó como mantequilla... la ola llegó al techo del edificio que tiene cuatro pisos. A mí me pescó una ola y me hizo chocar con la puerta del loft. Los daños son millonarios. Un departamento quedó completamente destruido, televisor, muebles, camas... Les pedimos a las autoridades un registro real de daños y que tengan la voluntad de hacerse presente para sentirnos apoyados. Yo estoy de las cuatro de la mañana solo acá, no pude ni siquiera dormir", contó con rabia.

Enrique Tapia, conserje del edificio La Luna, dijo que "estos destrozos pasaron el año pasado, en enero, febrero, marzo y ahora de nuevo... siempre pasa lo mismo. Acá faltan obras, dicen que están haciendo un estudio, pero eso se demora 5 años y en ese tiempo esto se va a terminar haciendo tira. Ojalá las autoridades se apuren para que volvamos a ser una ciudad bella, porque hace rato dejamos de serlo".

En el restaurante Tierra del Fuego nuevamente hubo problemas, aunque bastante menores a los ocurridos en agosto del año pasado. Enrique Sandoval, administrador del local, dijo que "estructuralmente no tuvimos problemas, solo los vidrios de la baranda de la terraza que da al mar".

En Las Salinas también hubo problemas graves. La heladería Bravíssimo quedó con cuatro ventanales rotos, la terraza se levantó un metro y todo el primer piso y el subterráneo se inundó, por lo que varias maquinarias se mojaron. De hecho, el encargado teme que se hayan echado a perder porque cada una cuesta $20 millones. "Fue fuerte, hubo mucho daño. Estamos haciendo recién el catastro, porque todavía no tenemos las máquinas encendidas", dijo Luis Contreras, administrador.

En la playa Los Marineros se destruyó una obra en ejecución para un nuevo local, la terraza del café Los Marineros y las pasarelas de madera del borde costero fueron levantadas por las olas, dejando algunos pilares en suspensión. Angelina Cavieres, administradora del café Los Marineros, contó: "Perdimos prácticamente toda la terraza, nos arrancó de cuajo una esquina, la mercadería se mojó, el juego inflable de 700 kilos y el mar se lo llevó, el bungee lo quebró... solo el local tiene una pérdida de $5 millones".

La alcaldesa Virginia Reginato, junto con lamentar estos nuevos daños, indicó que se está realizando una evaluación de los estragos en el borde costero, tanto superficiales como estructurales, lo que incluye también algunos socavones en el sector de Cochoa. "Tenemos que acostumbrarnos a esta situación y por eso también se avisó oportunamente a los vecinos para que adopten las medidas correspondientes, especialmente en la Avenida Perú. Lo importante es que con el MOP se está trabajando para adoptar medidas de defensa que no son de corto plazo", dijo la autoridad.

"Les pedimos a las autoridades un registro real de daños y que tengan la voluntad de hacerse presente para sentirnos apoyados"

Ricardo Yáñez, Conserje edificio Av. Perú