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Sostenibilidad en los Gobiernos Corporativos

ANÁLISIS. Los nuevos desafíos que enfrentan las organizaciones en el contexto actual.
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María Isabel Muñoz Antonin

Cuando se aborda el concepto de sostenibilidad, constantemente esta idea desemboca en una asociación, casi inevitable, que la conecta con problemáticas o desafíos ambientales relacionados con el cambio climático, iniciativas de reciclaje, eficiencia energética y, excepcionalmente, con programas de relacionamiento a nivel de comunidad. Lo preocupante es cuando este mismo concepto, ya a nivel de tomadores de decisiones de alta gerencia, es todavía comprendido en un alto promedio de manera tan parcial e incompleta, soslayando un importante eslabón.

En un país, en esencia legalista, como Chile, la evidencia del sólo cumplimiento de la ley o la mera existencia de mecanismos de compliance y a nivel de empresas y organizaciones, pareciera no ser suficiente, especialmente en tiempos de alta fluidez de la información, seguimiento de los medios y una tendencia cada vez más opuesta a la opacidad corporativa, que entre otros asuntos, condena el tráfico de influencias y algunas malas prácticas, todavía enquistadas en la frontera del repudiable campo al que llamamos "corrupción".

Así las cosas, y relevando la debilitada influencia de la propia Norma Guía Chilena de Responsabilidad Social ISO26000, en sus años de vigencia, al menos en materia de gobernanza, la NCG 385 de la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile (SVS), promulgada para el fortalecimiento de estándares de gobierno corporativo de las Sociedades Anónimas Abiertas -perfectible o no desde la mirada experta- resitúa esta vez a la Sostenibilidad como un aspecto relevante y esencial en la función diligente de la gobernanza, asociándola a la verificación de procesos y a la consideración de riesgos no-financieros del negocio, en el propio corazón de la toma de decisiones desde un formato de corresponsabilidad directiva.

Incentivos para los inversionistas desde la SVS

Es claro que uno de los objetivos del regulador, ha sido poder mejorar la calidad de la información reportada y disponible en las sociedades anónimas abiertas, incorporando la integración de estándares de responsabilidad social y desarrollo sostenible, como parte de la matriz estratégica. Con ello, la SVS sienta un importante precedente, buscando un mecanismo que genere los incentivos a nivel de mercado para que los inversionistas "sean atraídos y tomen sus decisiones de inversión", privilegiando aquellas sociedades donde sus intereses estén mejor resguardados, lo que sin lugar a dudas es un avance, aún en tiempos de contracción económica.

Hablamos entonces de inversionistas que eligen sus destinos de inversiones, no sólo por lo atractivos que puedan resultar sus negocios y promesas de rentabilidad y crecimiento, el valor de sus proyectos de inversión, o la excelencia de sus cuadros ejecutivos, sino también en virtud de la calidad de sus gobiernos corporativos.

En consecuencia, la Sostenibilidad de una gobernanza, se expresa no sólo en la mera existencia de una orgánica directiva funcional y multidisciplinaria, sino también mediante canales formales y verificables de rendición de cuentas y transparencia, comportamiento ético, respeto y consideración de intereses de sus partes interesadas, respeto al principio de legalidad, alineamiento a la normativa internacional de comportamiento y respeto a los derechos humanos, como lo viene expresando la ISO 26000, desde el año 2010.

Desafíos futuros de las nuevas generaciones

A mayor abundamiento, y desde el nuevo contexto y complejo dinamismo donde "conviven y se enfrentan" actualmente las transacciones y las operaciones de negocios, se agregan también consideraciones esenciales de probidad y rectitud en la gestión directiva, comprensión interconectada de escenarios e impactos, mecanismos de autoevaluación y capacitación permanente para directores, diversidad, remediación, capacidad para el tratamiento de los conflictos de interés y, en especial, el fortalecimiento de bases éticas claras y compartidas, como mínimos deseables de un buen gobierno.

Un buen directorio, que adhiere o realiza el esfuerzo para cumplir con esta responsabilidad, da confianza al mercado y ayuda a acrecentar la reputación de una compañía y, por ende, la de aquellos que la dirigen. El desafío recae en la nueva generación de directores(as), que no sólo deberán ejercer su rol, sino comprometerse con estos nuevos estándares, entendiendo que las empresas del futuro serán aquellas que entiendan y sintonicen con las expectativas de sus inversionistas, sus grupos incumbentes y con lo que la sociedad espera de ellas.

La Caja

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Este texto identifica la cuestión básica de toda actividad organizativa, al explicitar cómo quedamos atrapados en "la caja" del autoengaño, que surge en las relaciones de trabajo, con tal nivel de penetración que termina afectando, de forma muy negativa, el quehacer de las diferentes realidades institucionales.

Pero The Arbinger Institute también nos muestra la forma de salir, llegando al fondo de nuestra humanidad más básica y nuestra propia manera de ser.

Así, la conciencia de estar en "la caja" nos permite saber cómo liberarnos del encierro, contribuyendo a desarrollar relaciones humanas armoniosas, con verdadero sentido de trabajo en equipo, dando como corolario una real y probada multiplicación de la productividad de las organizaciones, cosa tan necesaria para nuestra realidad hoy en día.

La elusiva búsqueda del crecimiento

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Sergio Salas Landeau

Escuela de Ingeniería Comercial PUCV

El Banco Mundial tendrá como Economista en Jefe al destacado economista estadounidense Paul Romer. Cuando empecé a hacer la tesis de doctorado, recuerdo haber ido a la biblioteca y revisar su tesis; no pude sino quedar impactado y absolutamente intimidado al constatar la calidad del trabajo que él había escrito. Romer se ha convertido, con el tiempo, en uno de los referentes en teoría de crecimiento y, sin duda alguna, es candidato a recibir el Nobel de Economía.

Va a ser muy interesante observar qué giro toma el Banco Mundial con Paul Romer a cargo. Él ha movido la frontera del conocimiento en el área de crecimiento económico, escribiendo modelos que permiten entender los factores que explican este fenómeno en los países. ¿Qué explica que un país crezca a una tasa elevada por muchos años, alcanzando niveles de vida impresionantes mientras que otros jamás despegan? Uno no puede sino mirar con tristeza el crecimiento de Chile en la década de los 90; tasas que no se han vuelto a alcanzar.

Mi impresión es que Chile ha sido víctima de unos pocos grupos privilegiados empresariales, quienes, amparados en grupos interesados relacionados con ciertas esferas de algunos gobiernos de turno, han sabido sacar para sí las grandes ventajas de una economía pro mercado que, sin embargo, precisamente por estos grupos no funciona bien para el resto. Más competencia, más innovación, y un empoderamiento real del consumidor pueden ayudar. El gobierno debería realizar más esfuerzos en este sentido. Esperemos también que el Banco Mundial, en un futuro no muy lejano, ayude a países como Chile a dar el anhelado y elusivo gran salto al desarrollo.

Académico