"El marco histórico en que se mueven los personajes es 100% fidedigno"
LITERATURA. Patricia Cerda es historiadora y escribió su primera novela, "Mestiza", en la que ahonda en el periodo de la Colonia.
Para un chileno medio, la época de la Colonia es una gran nebulosa. El nombre de Pedro de Valdivia es el que más resuena, así como que fueron los años más cruentos de la Guerra de Arauco. Tal vez alguno logre ubicar en aquella época a Catalina de los Ríos y Lisperguer ("La Quintrala") y otro más literato sepa que fue en aquel periodo que Alonso de Ercilla escribió su poema épico "La Araucana".
Pero poco se sabe de las costumbres de la época, de la relación entre criollos, mestizos e indígenas, o los ritos religiosos de la época. Algo que precisamente revela "Mestiza" (Ediciones B), primera novela de la penquista Patricia Cerda, doctora en Historia de la Universidad Libre de Berlín, donde reside desde 1986.
Regreso a los orígenes
Según cuenta, la idea de hacer una novela ya le venía rondando cuando estudiaba la Licenciatura en la Universidad de Concepción. "Sobre todo desde que me metí en los archivos y vi allí mucha información interesante sobre el siglo XVII, que es el siglo donde comienzan a formarse las raíces de nuestra cultura que todavía están presentes, pero no se ven", asegura.
Sin embargo, fue una idea vaga durante mucho tiempo. "Realmente cuando sentí que tenía que escribirlo fue cuando fui a Sevilla", comenta sobre su investigación en el archivo del Consejo de las Indias que realizó mientras estaba haciendo su doctorado.
"Me quedó muy claro, llegando a Alemania, que Europa sabe mucho sobre sus raíces, les interesa. E incluso nosotros leemos mucha novela histórica europea y americana también", dice sobre las razones que la motivaron a hacerla, agregando que "viviendo afuera como que la distancia del tiempo y del espacio da como otra perspectiva, y esa perspectiva hay que aprovecharla. No cabía duda, había que escribir eso y la persona que tenía que escribirlo tenía que ser yo".
Así nació la novela que trata sobre las confesiones de Animallén, hija de un lonko y una española. Ella va relatando 70 años de su vida, desde que fuera tomada cautiva en un fuerte de Arauco hasta su viaje a Sevilla, escapando de un codicioso gobernador (Francisco de Meneses Brito), pasando por el terremoto del 13 de mayo de 1647, por nombrar sólo algunos datos que aparecen.
"El marco histórico en que se mueven los personajes es 100% fidedigno. Es decir, todos los personajes que son los gobernadores, los obispos, los maestres de campo son parte de lo que ocurrió. Lo que no es difícil porque eso aparece tanto en los libros de historia como en los archivos. Lo que yo hice fue crear un par de personajes que entraran a relacionarse con esta gente y tratar de sentir como ellos y entender ese tiempo, a expresar ese tiempo", agrega la autora.
En este sentido, de alguna manera, se hace cargo de los "los déficits del conocimiento que nosotros tenemos de nuestras raíces, porque el tema va más allá de la identidad, se trata de las raíces que es algo fundamental", asegura Patricia Cerda.
- ¿Nosotros como que despreciamos un poco esas raíces?
- Sí. Nosotros tenemos una identidad que no nos gusta.
- ¿Por qué?
- Porque el arte ha dejado de lado eso. El papel del arte es crear los mitos o interpretar todo eso que ha pasado. O sea, las cosas no solamente pasaron, sino que tuvieron un sentido y ese sentido llega hasta el presente, y eso lo ha dejado totalmente de lado la literatura y el arte en general en Chile. Creo que ahí no estoy haciendo ninguna acusación falsa, cualquiera sabe que es así.
- Y además no queremos asumirnos como mestizos.
- No nos gusta porque no queremos ser mestizos, pero lo somos. Esa identidad, como nunca ha sido tratada por el arte, al final está ahí como huérfana, es fea y marginal. Yo quiero darle a esa identidad una connotación hermosa, positiva porque al final de todo es nuestra niñez.
- Me imagino que parte de renegar que somos mestizos proviene de esa época.
- Sí. Bueno, eso viene en el fondo también que desde la misma España, la madre patria, renegó de los mestizos y los transformó en ilegítimos. Y, por supuesto, si la madre patria reniega de ellos, también la elite de la Colonia lo hace. Tengo que decir que lo mismo pasó en Europa, que también es un continente donde la mayoría de la población ahora viene de un antepasado bastardo. Lo que pasa es que Europa hace tiempo que se reconcilió con ello y nosotros todavía no, y eso, insisto, es un déficit del arte, de la literatura.
- Por otra parte, este periodo en la historia nos permite entender el conflicto chileno mapuche.
- Claro. Si ese conflicto está todavía es porque hay muchas cosas no resueltas, que es lo que nosotros heredamos de las otras generaciones. Ni los chilenos ni los mapuches de hoy han creado este conflicto, sino que es algo que por siglos ha estado no resuelto. Y resulta que ahora tenemos que resolverlo de acuerdo a lo que hay hoy, o sea, no lo que pasó en el siglo XVII. Y creo que eso es un problema de encontrar el tono y de madurez también.
- ¿De madurez como nación?
- Sí. Yo sí pienso que hay culturas maduras y culturas inmaduras. Y nosotros, en la cultura chilena, todavía somos una cultura inmadura, pero con mucho potencial.
- ¿Esa inmadurez será porque somos una nación joven comparada con las europeas?
- Creo que no tanto por eso, aunque es una razón, pero la otra razón es que tenemos mucho miedo a enfrentarnos con nuestra propia historia, con nuestra propia identidad.
Nueva novela
Patricia Cerda está de visita en Chile para promocionar su primera novela. Sin embargo, volverá en noviembre al país, ya que en el marco de la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa) lanzará su nueva novela, también bajo el sello Ediciones B.
Si bien no quiso adelantar muchos detalles de la nueva entrega, la autora comenta que se ambientará en el siglo XIX, específicamente en la época portaliana, donde Rugendas tendrá gran protagonismo. El pintor alemán estuvo en Chile entre 1834 y 1842, retratando sus paisajes, gente y costumbres. Incluso vivió en Valparaíso, ciudad donde conoció a un nuevo amor que lo rechazó y por el que se fue a Lima.
"Viviendo afuera como que la distancia del tiempo y del espacio da como otra perspectiva (...) No cabía duda, había que escribir eso y la persona que tenía que escribirlo tenía que ser yo"
Patricia Cerda, Autora de "Mestiza""