El COI y los organizadores de los Juegos Olímpicos de Rio-2016 están inmersos en una carrera contrarreloj a días de la ceremonia inaugural, con las asignaturas pendientes de la participación de los rusos y la resolución de los últimos problemas.
La cuestión de la participación de los deportistas rusos en Rio no se puede postergar mucho más y el número podría quedar fijado en las próximas horas, declaró el ministro de Deportes del país europeo, Vitali Mutko, tras participar en una reunión de la Convención Internacional contra el Dopaje en el Deporte de la UNESCO en París.
"Espero que hoy o mañana (lunes o martes), todas las gestiones que permitan a nuestro equipo (participar en Rio) estén terminadas", afirmó Mutko.
La decisión final corresponderá a un panel de tres miembros nombrados por el Comité Olímpico Internacional (COI). Este trío estará encargado de confirmar o rechazar, estudiando cada caso de forma individual, las listas de deportistas rusos propuestas por las federaciones internacionales de cada deporte.
Los rusos ya excluidos de los Juegos Olímpicos por sus federaciones no podrán ser repescados, pero algunos que han sido seleccionados podrían todavía quedarse fuera.
Como dificultad añadida, algunos atletas excluidos acudieron al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que escuchó el domingo a Vladimir Morozov y a Nikita Lobintsev, dos de los siete nadadores rusos descartados.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) excluyó a la casi totalidad de los participantes rusos, salvando sólo a la saltadora de largo Darya Klishina porque vive en Estados Unidos desde 2013.
Mutko pidió ayer en París la creación "de un sistema antidopaje único en todos los países del mundo". "Si lo conseguimos, entonces la lucha contra el dopaje podrá tener efectos reales", añadió.
El tiempo se les echa encima a los organizadores. Mientras los atletas del mundo entero llegan a Rio, el estado de la Villa Olímpica deja que desear.
En su inauguración el 24 de julio, 15 de los 31 edificios presentaban problemas de fugas de agua o baños atascados, por lo que fue necesaria la asistencia de más de 600 plomeros.
"Cuando llegué (el jueves) al aeropuerto, decidí acudir inmediatamente a la Villa, incluso antes de ducharme o afeitarme", confesó el domingo el presidente del COI, Thomas Bach.
"Los últimos trabajos fueron realizados durante las últimas 24 horas y la Villa presenta ahora un estado fantástico", añadió.
En el Parque Olímpico, en tanto, aún se dan las últimas pinceladas. La principal duda recae en el Velódromo, que no fue terminado hasta finales de junio, lo que impidió a la organización probarlo con una prueba de nivel antes del inicio de la competición el 11 de agosto.
En el último momento se inauguró también la nueva línea de metro que une Ipanema a Barra de Tijuca, el centro neurálgico de los Juegos, y que entró en funcionamiento ayer para la familia olímpica.
De la parada final, sin embargo, los usuarios tendrán que tomar un autobús hasta el Parque Olímpico, situado a unos 20 kilómetros.
El metro pasa cerca de Guanabara, la contaminada bahía que albergará las pruebas de vela.
Cuando fue designada ciudad anfitriona en 2009, Rio de Janeiro prometió que el 80% del agua sería tratada. Siete años después los desechos de la ciudad siguen vertiéndose en la bahía.
A pesar de la presencia de barcos de limpieza y redes de protección, toda clase de materiales flota en la superficie, y los últimos análisis no mostraron una mejora en la calidad de las aguas, con gran presencia de bacterias.
Dudas sobre participación de Nadal
El tenista Rafael Nadal admitió que aún no está seguro si podrá representar a España en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ya que continúa preocupado por las condiciones físicas a las que llegará al máximo evento deportivo. El medallista de oro en Pekín 2008 se retiró de Roland Garros por una lesión en la muñeca y posteriormente se perdió Wimbledon. "No voy a estar en el mejor nivel en ninguna de las categorías", dijo el español después de llegar a Brasil el domingo. "No he competido durante dos meses y no he entrenado mucho". "Voy a entrenar unos días aquí para ver lo que puedo hacer y luego decidir qué es lo mejor, lo más positivo para mí y para el equipo", sostuvo.
plomeros debieron trabajar en los baños atascados de la Villa Olímpica de Río 2016. 600