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Judoca de sangre porteña se cuelga la medalla de bronce en Río 2016

JUEGOS OLÍMPICOS. La alemana Laura Vargas-Koch, cuyas raíces se encuentran en una familia oriunda del cerro Concepción, se quedó con el tercer lugar en la categoría menos de 70 kilos.
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Pese a que no es de Valparaíso, lo cierto es que la judoca alemana Laura Vargas-Koch, quien el día de ayer ganó medalla de bronce en la categoría menores de 70 kilos, tiene una especial conexión con el Puerto.

Y es que la deportista germana de 26 años, nacida en Berlín, proviene de una familia del cerro Concepción.

Allí su abuelo, Eduardo Vargas Herrera, un reconocido arquitecto y también director del canal de televisión UCV, residía junto a su esposa Cornelia Koch y sus seis hijos. Hasta 1975, cuando debido a la delicada situación política y social que atravesaba el país después del golpe de estado ocurrido dos años antes, emigraron a Alemania para vivir su exilio.

Fue allá donde Pablo Vargas-Koch contrajo matrimonio con una alemana llamada Ulla, dando vida en 1990 a Laura, quien con apenas ocho años de edad comenzó a dar sus primeros pasos en el judo.

"Los Juegos Olímpicos son un maravilloso evento para mí, son el evento deportivo más importante del mundo, donde vienen personas de todo el mundo intentando realizar sus sueños", había dicho Laura Vargas-Koch a este mismo Diario cuando se disputaban los Juegos de Londres 2012, donde estuvo en calidad de acompañante de la delegación alemana como parte del equipo de entrenamiento de los seleccionados.

"Espero que en cuatro años más pueda participar como deportista en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en Brail", agregó también en ese entonces desde la capital inglesa.

Con ese sueño en mente la judoca germana, que hoy en día cursa su doctorado en matemáticas, se fue transformando rápidamente en una de las mejores exponentes de su país.

En 2013, la deportista de ascendencia porteña se quedó con la medalla de plata en el Campeonato Mundial realizado en Brasil, mientras que en el Campeonato Europeo de Hungría, en ese mismo año, obtuvo el tercer lugar.

Siempre en la categoría de menores de 70 kilos, en 2014 obtuvo el segundo lugar en el Campeonato Europeo en Francia, posición que repitió en el mismo certamen organizado el año pasado en Azerbaiyán.

Actualmente ocupa el cuarto lugar en el ránking mundial de la Federación Internacional de Judo, y ayer no hizo más que cumplir uno de sus grandes anhelos.

La Presea en Brasil

En los Juegos Olímpicos de Río, Laura Vargas-Koch coronó una carrera plagada de éxitos, logrando una medalla de bronce que significó la primera presea para el equipo alemán de judo.

En octavos de final dejó en el camino a la angoleña Antonia Moreira, en cuartos de final hizo lo propio con la austríaca Bernadette Graf, actual número siete del mundo.

En semifinales, la alemana fue superada por la japonesa Haruka Tachimoto, con lo cual tuvo que disputar el bronce con la española María Bernabéu, número ocho del planeta.

Y en esa instancia, en una reñida lucha que se definió recién en el alargue, Vargas-Koch logró doblegar a la ibérica para finalmente subirse al podio olímpico por primera vez en su carrera. El efusivo abrazo con su entrenador Michael Bazynski, una vez concluida la pelea, era elocuente.

Con la familia pendiente

El porteño Camilo Vargas Koch, tío de Laura y que regresó a Chile en 2001, hoy en día está radicado en Perú, pero de igual forma se mantuvo atento a la participación de su sobrina en tierras brasileñas.

Pese a las complicaciones e imposibilidad de ver la competición por televisión o streaming, siguió el desempeño de Laura simplemente enterándose de los resultados por internet.

"La semifinal me destrozó los nervios, aún tengo que calmarme, fue demasiado. Increíble la fuerza física y mental que ella movilizó después de haber perdido la semifinal y dar un combate duro y con alargue. Me imagino que debe haber movilizado realmente todas las reservas para finalmente ganar bronce en el alargue", comentó Camilo Vargas Koch.

"Ella se lo merece tanto, es un ejemplo. Representa el verdadero espíritu del judo, lucha de manera limpia. No hace trucos feos o es de sobremanera agresiva. Por eso es tan especial cuando gana, porque lo hace con una energía muy linda. Así es ella, también en la vida es una persona muy encantadora y amable. Su meta era una medalla y lo consiguió, debe estar muy contenta. Cuando vi la primera foto de ella sonriendo con su medalla logré calmarme un poco", sentenció el tío de la medallista olímpica.

"Cuando vi la primera foto de ella sonriendo con su medalla logré calmarme un poco".

Camilo Vargas-Koch, Tío de Laura"

Vargas-Koch: "Fue una lucha agotadora"

Una vez finalizada la pelea con la española María Bernabéu, que finalmente le permitió a Laura Vargas-Koch colgarse la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en la categoría de menos de 70 kilos, la judoca alemana todavía parecía sorprendida con el insospechado desenlace. "Definitivamente fue una lucha totalmente agotadora. Se fue a alargue y estaba totalmente equilibrada", comentó la germana después de su victoria. "Yo estaba completamente cansada al final, pero me di cuenta de que ella también", agregó Vargas-Koch sobre aquella instancia decisiva, que le otorgó la primera medalla al equipo alemán de la especialidad.

lugar ocupa la alemana en el ranking mundial femenino en la categoría 70 kg de acuerdo a la Federación Internacional de Judo. 4°

años tiene Laura Vargas-Koch, quien es hija del porteño Pablo Vargas, que emigró desde Valparaíso a Alemania en 1975. 26

puesto había obtenido la alemana en el marco del Campeonato Mundial que se realizó en 2013 en Río de Janeiro, Brasil. 2°