Las mujeres Rapa Nui apuestan por un turismo más sustentable
EMPRENDIMIENTO. Proyecto impulsado por la U. Andrés Bello busca preservar recursos marinos y la cultura de la Isla.
Desde 2010 que el Centro de Investigación Marina del Campus Quintay (Cimarq) de la Universidad Andrés Bello (Unab), desarrolla diversos proyectos que buscan preservar los recursos marinos y la cultura de Rapa Nui, en especial ante la demanda que ejercen los casi 80 mil turistas que anualmente llegan al territorio.
En un principio se trabajó con el sector pesca, en aspectos biológicos-pesqueros, y con el gastronómico, promoviendo una oferta responsable en la carta, considerando la talla y temporada de extracción de ejemplares como la langosta.
"En ambos casos, la estrategia fue empoderar a las personas respecto del manejo responsable y las consecuencias de la sobreexplotación", explicó Diego Ramírez, director del Cimarq, agregando que "luego de un trabajo continuo con la comunidad de pescadores se comenzó a desarrollar un proceso inédito en la Isla, que busca potenciar la labor de mujeres recolectoras de orilla en torno a la diversificación de sus labores con foco en el turismo de intereses especiales, generando una oferta de expediciones étnico culturales basadas en las costumbres de Rapa Nui".
La idea central de este proyecto, realizado con fondos FIC del Gobierno Regional de Valparaíso y el apoyo de la comunidad local, es desarrollar productos turísticos en base a la forma de vida y costumbres de las mujeres recolectoras y, de paso, contribuir a disminuir la extracción de una especie endémica como es el Caracol Pure. Este recurso se destina en la actualidad exclusivamente para la confección de artesanías genuinas de Rapa Nui.
Sin embargo, ante el ingreso de productos foráneos de escaso valor y la pérdida de mercado, los artesanos isleños se orientaron a la producción de piezas más simples y de menor cuantía, lo que contrasta con los diseños ancestrales y, de paso, provoca la sobreexplotación del recurso.
La iniciativa se ejecuta de la mano con la comunidad de mujeres recolectoras, quienes han ido adquiriendo herramientas y habilidades para ser parte de esta nueva oferta de turismo sostenible. El liderazgo recayó en tres reconocidas mujeres cultivadoras del arte y la tradición de la etnia.
Una de ellas es Sara Roe Pakarati, quien conoció y aprendió desde muy temprana edad la importancia de los recursos naturales, la cultura y las tradiciones de su pueblo, transformándose en una heredera y actual propulsora de la puesta en valor Rapa Nui. Su territorio de lo componen Hanga Roa y Hanga Piko, caleta en la que ha trabajado fuertemente los últimos 6 años. La recolección de los caracoles la realiza en Vaihu, sitio en donde históricamente toda su familia ha desarrollado esta labor. Ahora dedica media jornada a un programa de actividades que le permitirán al visitante generar una relación entre el territorio y el océano, para luego rescatar y poner en valor elementos de la cultura a través de la confección de arte.
La otra es María Atan Pakarati: pescadora, recolectora, experta en medicina ancestral, artesana, embajadora y defensora del arte Rapa Nui, ha viajado por todo el mundo dando a conocer su cultura y las tradiciones de su etnia. Ella trabaja en Hanga Ho Onu, sector no intervenido que congrega diversos elementos de campo/mar, que le permite desarrollar un producto turístico único en Rapa Nui como es experimentar la cotidianidad de una familia de la etnia, a través de la pesca, la recolección, la cosecha en manavai y preparación de alimentos, labores que permitirán al turista tener una perspectiva de respeto, cuidado y conservación de los recursos naturales.
Finalmente está Uri Tuki. Criada a los pies del Ahu Tahai y Ahu Vai Uri, es una mujer que luego de pasar una temporada fuera de la Isla hoy tiene la responsabilidad de aportar a su desarrollo sostenible ocupando como principal herramienta la cultura y el arte Rapa Nui, en Tahai. Allí, de 5 a 10 personas, podrán contemplar la puesta de sol y la aparición de los primeros astros posterior al atardecer, percibiendo constantemente los sonidos del mar, las siluetas de las canoas ancestrales y los cambios de colores en el crepúsculo, contemplando permanentemente los altares ceremoniales más característicos de la Isla. La experiencia es al compás de los tambores y el ukelele, donde los visitantes podrán degustar de un típico Tunuahi alrededor del fuego.
En la etapa final de elaboración del proyecto, las iniciativas serán sometidas al análisis crítico de tour operadores de la Isla para evaluar y ajustar la oferta de cara a los turistas.
comenzó la Unab a desarrollar diversos proyectos que buscan preservar los recursos marinos. 2010