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Miembros de comisión que analizará mérito de acusación constitucional definen hoja de ruta

CONGRESO. Los diputados Issa Kort (UDI) y Leonardo Soto (PS) explican los alcances de la instancia, que preside Karol Cariola, y que deberá evacuar el informe que tendrá que votar la Sala de Cámara la primera semana de septiembre.
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"Queremos que sea un trabajo técnico, no un show mediático"

El diputado gremialista Issa Kort se dedicará este fin de semana a estudiar a fondo los argumentos de la acusación constitucional contra la ministra de Justicia, Javiera Blanco, que presentó el martes el independiente René Saffirio, apoyada por 8 firmas de Chile Vamos, y que está abocada exclusivamente a la situación del Sename.

Aunque el tiempo que tiene es acotado solo el lunes, cuando se reúna por segunda vez la instancia parlamentaria, a pesar de ser semana distrital, estará en condiciones de sugerir invitados. "Si se trata de la forma, deben ser abogados constitucionalistas y si es de fondo, directores de servicio, funcionarios, etc.", indicó.

-¿Cómo asume este rol al interior de la comisión?

-Me enfrento con responsabilidad y con la fortaleza de poder estudiar y analizar el requerimiento que hacen parlamentarios de distintas bancadas. Cada vez que se presenta una acusación constitucional hay estudios y hay méritos que ha estudiado el acusador y la parte acusada, y por eso hay que tomarse esto con seriedad y dejar de lado el tema político para ir al tema de fondo y el fondo es si la autoridad cumplió o no la obligación de respetar la Constitución y las leyes que nos rigen. Y por eso espero que esto no sea un juicio político sino que el informe que emane de esta comisión sea un análisis técnico de manera que la Sala tome la decisión final con la mayor información fidedigna posible.

-¿Le da garantías que Karol Cariola presida la instancia?

-Las fuerzas de la Nueva Mayoría son mayoría en la comisión y con el diputado Fuenzalida (RN) decidimos sumarnos y apoyar la designación de Cariola como presidenta. Nosotros decidimos actuar de buena fe, pero en el entendido que vamos a exigir buena fe de parte de ellos cuando haya, por ejemplo, que decidir quiénes van a venir a la comisión a dar cuenta. En concreto ella nunca ha presidido una comisión como ésta, pero las garantías me las va a dar el resultado concreto de este trabajo.

-Tomando en cuenta que la oposición está en minoría, ¿se puede esperar un informe negativo sobre el requerimiento?

-No quiero adelantar mi mirada política pero de verdad espero que el análisis sea técnico, serio y apegado al derecho. Por eso yo espero seriedad. El diputado Leonardo Soto tiene experiencia, ha presidido la comisión de Constitución; Iván Flores es bastante prudente según lo que he visto en su trabajo en la comisión de Relaciones Exteriores; a Karol Cariola no la ubico mayormente pero espero que aplique su energía, compromiso y quizás la misma emoción que aplicó la diputada Vallejo durante la interpelación a la ministra. Pero aquí lo importante es dejar de lado la mirada política para que el país vea que el Congreso es un espacio serio y responsable que no se presta para shows mediáticos, sino que somos un espacio de análisis.

-¿Pero usted cree que hay mérito para una acusación constitucional?

-La verdad es que estoy en estos momentos leyendo el fondo de la acusación y especialmente si voy a ser uno de los que va a evaluar el informe. Así que prefiero no opinar para que no se piense que tengo un prejuicio del tema. Nos vamos a reunir el lunes 22 -porque vamos a trabajar durante la semana distrital- y ahí vamos a recibir al diputado acusador y a dos expertos en derecho constitucional que sugiere el propio René Saffirio en su informe. Una vez que se le notifica a la ministra, ella tiene 10 días hábiles para dar respuesta y luego nosotros tenemos seis días hábiles para darle curso al informe que en el peor de los casos debiera irse a la Sala el 7 de septiembre.

-¿Con que quedará conforme?

-Con que se haga un trabajo serio, pensando en los chilenos y no en pequeñeces políticas. Nosotros nos podemos interpretar, no podemos movernos de lo que plantea al acusador. Ese es nuestro margen de acción.

"Nosotros decidimos actuar de buena fe y apoyar la presidencia de Karol Cariola en el entendido que vamos a exigir buena fe de parte de ellos cuando haya, por ejemplo, que decidir quiénes van a venir a la comisión a dar cuenta""


"A la derecha se le pasó la mano y busca derribar ministros"

Como expresidente de la Comisión de Constitución, el diputado (PS), Leonardo Soto, sabe de temas constitucionales. Por eso explica los alcances de la acusación contra Javiera Blanco señalando que "la labor de esta comisión especial es preparar un informe respecto de la acusación que se ha presentado y de la defensa o descargos que presente la ministra. Luego vamos a recomendar a la Sala si debe aprobarse o rechazarse".

-¿Cómo asume este rol al interior de la comisión?

-En nuestro sistema político presidencial la permanencia de los ministros de Estado es una decisión de la Presidenta y ninguna Cámara tiene la atribución de ponerle término a la gestión de un ministro. Por lo tanto, no está sometido a consideración de esta comisión una evaluación de la gestión que ha hecho la ministra. En esto hay que ser precisos porque algunas personas creen que ese es el objetivo de la acusación constitucional. Aquí lo que se ha puesto en marcha es un proceso sancionatorio, que es lo que se denomina juicio político, que tiene por objeto aplicar una sanción a la ministra cuando algunos parlamentarios estiman que ella ha incurrido en ilícitos constitucionales o en faltas que indiquen que ha incumplido gravemente sus obligaciones. Es un proceso muy complejo con un objetivo definido - determinar si proceden o no esas causales- y que termina con sanciones graves. Y no solo, si llegara a aprobarse, perder su cargo sino que estaría impedida de prestar servicio al Estado por cinco años.

-¿Pero hay mérito para una acusación constitucional?

-Es un tema que vamos a analizar cuando revisemos los tres capítulos de la acusación. Cada uno trata de supuestos incumplimientos en términos de entregar información incompleta, no cumplimiento de dictámenes de Contraloría o incumplimiento de tratados internacionales. Lo que hay que definir es que las causales invocadas sean precisas. No pueden ser acusaciones genéricas sin especificar cuál es exactamente la obligación que no cumplió. Nosotros vamos a hacer nuestro trabajo y nos vamos a ceñir dentro del marco que nos fija la Constitución y la evaluación final se hará al final del periodo y por eso estoy impedido de juzgar de antemano.

- ¿Pero cómo vio los argumentos en la interpelación?

-La interpelación tiene por objeto hacer preguntas y que ella conteste. Se le hicieron muchas preguntas y se le pidieron varios informes que están en curso de ser despachados, y resulta curioso que la oposición, si esperar la respuesta, formuló una acusación constitucional. Entonces pareciera que tienen una idea preconcebida.

-Al final serán dos acusaciones: una para el Sename y otra para Gendarmería.

-Es inusual, es primera vez que en paralelo se presenten dos acusaciones contra la misma ministra pretendiendo destituirla por razones distintas y ambas suscritas por la derecha. Esto deja ver algunas debilidades de nuestro reglamento y se aprecian situaciones en que se ve debilitada la independencia que deben tener los diputados en estas situaciones.

-¿Hay mayor fiscalización?

-La oposición ha endurecido su mirada respecto a la gestión del Gobierno. Ha ido escalando y construyendo una espiral de fiscalizaciones que podría entenderse como excesiva y podemos ver a 60 diputados casi con dedicación exclusiva revisando la situación de la ministra de Justicia. Uno entiende que puede haber una debilidad en la evaluación política de la ministra, pero parece excesivo que se destine tanto tiempo y recursos para un exceso de fiscalización. Chile tiene más problemas que atender y creo que a la derecha se le está pasando la mano y están en una política de derribar a la ministra disparando al boleo en distintos ámbitos esperando que en alguno puedan anotarse un punto de victoria. Lo malo es que los problemas de fondo no se resuelven. Esperaría mayor altura de mira de la oposición y no convertir esto de derribar ministro en un deporte nacional.

"Es inusual, es primera vez que, en paralelo, se presenten dos acusaciones contra la misma ministra pretendiendo destituirla por razones distintas y ambas suscritas por la derecha. Esto deja ver algunas debilidades de nuestro reglamento""