Cerca de un centenar de amigos y familiares, además de varias autoridades de la nación y compañeros del Partido Comunista, llegaron ayer hasta el Museo de Bellas Artes para despedir a José Balmes, el artista plástico que falleció el domingo a los 89 años.
La ceremonia de despedida estuvo encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet, quien se mostró visiblemente afectada durante la ceremonia fúnebre que se le hizo al Premio Nacional de Artes Plásticas 1999, antes que sus restos partieran hacia el cementerio de El Totoral.
El chile imaginado
"¿Cuántos días, cuántas vidas vivió José Balmes? ¿Fue una semana o varios siglos? ¿Cuánto tenía aún por enseñarnos este hombre, que el próximo enero cumpliría 90 años? Y sobre todo, ¿cuánto le debemos los chilenos y chilenas a este compatriota singular, lleno de energía y que ha sido recordado por todos quienes me han precedido?". Así comenzó su discurso de despedida la Mandataria que, en un momento de la ceremonia, se fundió en un fuerte abrazo con Concepción Balmes, la hija del fallecido pintor, grabador y muralista.
La Presidenta también destacó que Balmes "entendió, como también lo hicieron Gracia Barrios, Roser Bru y tantos otros, que los procesos sociales no sólo son acompañados por la inmensa variedad de la creación humana, sino que se nutren de ella, se buscan en ella. Y que los pueblos existen también en parte, gracias a la imaginación de sus pintores, poetas, cantores". Desde esta perspectiva, sostuvo que "Chile es hoy un país de alguna manera imaginado por José Balmes".
Y añadió: "Nos falta todavía para ser dignos de su trazo vigoroso, de su gesto inconfundible. Pero venimos de ahí, de sus banderas desgarradas, de sus panes inconfundibles, de sus enormes manchas rojas, de esos objetos modestos y cotidianos, que incluía en sus cuadros. Por esa imaginación desbordante y generosa, que de algún modo nos constituye como país; tal como nos fueron haciendo país los versos de Gabriela Mistral, las canciones de Violeta Parra, el teatro de Andrés Pérez. Por todo eso le estaremos siempre agradecidos".
Balmes en el corazón
En tanto, en la misma ceremonia, Concepción Balmes aseguró -según recogió Cooperativa- que "desde mi realidad como hija y testigo de una vida que él hizo con mi madre, una vida extraordinaria, llena de altibajos, de viajes, de exilios, de cosas complejas", pero "al mismo tiempo siempre con una fe, una energía, de creer, de seguir creyendo que es posible. Seguir creyendo en el hombre, en el ser humano. De que es posible que de nuevo se abran las alamedas, tantas veces que lo dijo. Para mí es mi gran cariño. Como él diría y como lo escribió en su retrato del Che Guevara, 'El Che vive', yo digo 'Balmes Vive'".
A la ceremonia también asistieron el ex Presidente Ricardo Lagos; el agente chileno en La Haya, José Miguel Insulza; el ministro de Cultura Ernesto Ottone; el secretario general del Partido Comunista, Guillermo Teiller; y el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, entre otros.
El ex Mandatario sostuvo que Balmes "interactuó con los grandes de la pintura del mundo y que cuando pudo regresar, lo hizo en agosto del '84 a Chile. Ese Balmes es a quien venimos a darle las gracias: por su amistad, por su ejemplo, por haber pintado una buena parte del drama de Chile y también de la recuperación de la democracia". Insulza, por su parte, lo valoró por ser un "hombre que siempre fue muy comprometido. Luchó, desde se particular visión de artista, por la democracia en Chile y contribuyó mucho también con los gobiernos democráticos, al margen de que no pertenecía a los partidos de gobierno".
"Como él diría y como lo escribió en su retrato del Che Guevara, 'El Che vive', yo digo 'Balmes Vive'"
Concepción Balmes, Hija del artista"