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Santa Cruz desmenuza el "problema social" detrás de los hinchas de la Roja

FÚTBOL. El académico y escritor analiza el trasfondo que hace de la barra de Chile una de las más sancionadas por cánticos y gritos xenófobos y discriminatorios en las eliminatorias.
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Las acusaciones en torno a gritos y cánticos xenófobos y discriminatorios de parte de la hinchada de la Selección Chilena parecen haber escalado en el último tiempo, pero lo cierto es que son un fenómeno que se arrastra desde hace varias décadas.

De acuerdo al académico de la Universidad de Chile, Eduardo Santa Cruz, autor del libro "Origen y futuro de una pasión. Fútbol, cultura y modernidad", se trata de una situación que se remonta a más de 40 años, cuando se gestó una operación sistemática que comenzó a fines de los 70' y comienzos de los 80', con miras a las clasificatorias para el Mundial de España 1982, y que tenía como objetivo "generar a un hincha distinto, que sea agresivo, que cante, que salte, que grite, que haga sentir la presión del local, que tenga mentalidad ganadora".

En este sentido, el también periodista aclara que no es casual que sea un fenómeno repetitivo y recurrente, lo que también indica que hay todo un tema de fondo que no se ha abordado ni menos solucionado pese al correr de los años.

"Curiosamente en la Selección se suponía que como la condición social del hincha es aparentemente distinta, se esperaba que no fuera así, pero el comportamiento es igual, el comportamiento es de una hinchada agresiva, discriminatoria, racista, que no logra entender que esto es un espectáculo y un juego, y no es más que eso, una hinchada que tiene metido que se está jugando una especie de batalla por la identidad nacional", explica Santa Cruz.

A juicio del profesor del Instituto de Comunicación e Imagen, todo esto no es un problema exclusivo del fútbol, sino que va mucho más allá.

"Se ha creado un tipo de sociedad donde se valora la competitividad en el peor sentido de la palabra, es decir, que tengo que derrotar o pisotear a otro para yo poder subir o ganar, y eso además con componentes de racismo, homofobia, de clasismo. Una sociedad profundamente fragmentada y dividida interiormente, cuya solidaridad no pasa más allá de ciertas ceremonias como la que acabamos de vivir. Ahí somos todos chilenos, pero en la vida cotidiana es al revés, una sociedad cada vez más estratificada, con diferencias sociales y culturales cada vez más marcadas y eso se manifiesta también hacia afuera, con los otros, con los vecinos de la región. El extranjero se construye como un enemigo", clarifica el docente.

Adversario, no enemigo

Un fenómeno que de acuerdo a Santa Cruz no se vincula con la naturaleza misma del deporte, que es la competencia, pero que no implica la eliminación del adversario ya que su existencia es vital para que haya competencia.

"Nunca el adversario es un enemigo, y esa distinción, una hinchada enfervorizada por los medios, que ahí juegan un rol muy central, no es capaz de hacerla. Una competencia que por lo demás se va a reproducir una y otra vez, va a existir todo este siglo y el que viene. No es una situación final y te la presentan como una instancia de vida o muerte", agrega.

Por eso, para Santa Cruz, la reacción de Gary Medel en el partido ante Paraguay en contra del árbitro Néstor Pitana iría de la mano con ese problema arraigado en la sociedad. Una situación que según el reglamento FIFA, podría acarrearle cuatro partidos de suspensión al volante "por conducta antideportiva en contra de un oficial". A eso se sumará la fecha que corresponde por acumulación de amarillas.

"Es muy notorio por qué no hace eso en Europa en sus clubes. ¿Por qué allá se "portan bien"? Porque saben que allá están en un plano regulatorio mucho mayor, donde eso no se puede hacer. Una cosa es enojarse con el árbitro, pero ese tipo de actitudes y cuestiones está en la lógica que lleva a la violencia. Eso hay que cortarla de una vez. Él no está en su barrio, no está en el patio del colegio", complementa el periodista.

Santa Cruz valora los esfuerzos de la FIFA por limpiar un poco la cara del fútbol y de un organismo turbio y corrupto, y espera que no se trate de puro maquillaje.

De todas formas, es enfático en señalar que los castigos hay que acatarlos. "Van a venir las sanciones y va a salir todo un discurso de que nos están tratando mal y nos perjudican... vamos a terminar jugando no sé dónde, en Mendoza, Córdoba, en Guayaquil, y eso lo van a ver como una persecución, cuando no es más que la consecuencia de una cuestión de la cual la sociedad chilena es la responsable", sentenció Santa Cruz.

"No es un problema del fútbol solamente, se ha creado un tipo de sociedad donde se valora la competitividad en el peor sentido de la palabra".

Eduardo Santa Cruz, Académico y periodista"


Siguen las complicaciones: informan sobre gritos discriminatorios en Asunción

Las sanciones que recaerán sobre la selección chilena con motivo del comportamiento de sus hinchas podrían llegar a endurecerse. Y es que además del reclamo interpuesto por Bolivia debido a cánticos xenófobos y discriminatorios efectuados durante el partido jugado en el estadio Monumental por las eliminatorias, ahora se suma el informe que la ONG inglesa Fare Networks (sigla en inglés para "Fútbol en contra del racismo en Europa") envió a la FIFA.

La organización, que trabaja con el ente rector del fútbol mundial ejecutando un modelo denominado Sistema de Monitoreo Antidiscriminación, informó que durante el partido contra Paraguay en Asunción, disputado a principios de septiembre, los hinchas nacionales realizaron gritos discriminatorios.

Por eso, desde la ANFP asumen que la mano se viene pesada, y se espera que esta semana haya un pronunciamiento por parte de la FIFA.

Cabe señalar que Chile ha sido castigado en cinco de los ocho duelos disputados en eliminatorias, con sanciones que van desde multas hasta la suspensión del Estadio Nacional.