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ENTREVISTA. Ricardo lagos weber, presidente del Senado:

"Ricardo Lagos es uno de los pocos que pueden conservar la unidad de la Nueva Mayoría"

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Carlos Vergara Ehrenberg

Instalado en una mesa del restaurante del hotel St. Regis de Washington DC, tras participar de uno de los homenajes al asesinado excanciller Orlando Letelier, el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, se da tiempo para molestar por enésima vez a su compañero de viaje, el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, quien no se achica y también le lanza pesadeces de vuelta.

Sus últimos días han sido de locos: la semana pasada viajó a Washington DC para participar en la tercera conferencia de Nuestros Océanos -la segunda se hizo en Valparaíso y Viña- y de sustentatibilidad en el marco del acuerdo de París de cambio climático.

"Volví a Chile, estuve para el 18, Te Deum, Gala, Parada Militar y volví con la Presidenta a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York y al homenaje a Orlando Letelier, acá en Washington", cuenta, en uno de los pocos instantes de reposo del viaje.

-¿Cuál es su balance de esta segunda gira?

-Dejando de lado el interés por el viaje de Helia Molina, me quedo con la intervención de Obama en la ONU, de manejar la globalización y el acercamiento de la política con los ciudadanos. Hay que defender la democracia participativa. No podemos quedarnos callados. Él puso como ejemplo a Chile, junto a otros tres países. Sumo a eso el discurso de la Presidenta sobre la coherencia en materia de DD.HH., la importancia de la democracia y las reformas. Me voy esperanzado de lo que escuché y del peso que tiene Chile en el extranjero. En nuestro país no lo valoramos.

-¿Haber incluido a Helia Molina fue un error no forzado?

-Si no hubiera venido, no se habría generado este problema. Ahora, viniendo, yo creo que se exageró. La clase política desciende un peldaño más al hablar de intervencionismo. Sin escándalo, nadie hubiera sabido que ella estaba. No sé si era necesario traerla. Pero la acusación de intervencionismo es desmedida.

-¿Qué viene ahora para el Gobierno?

-Estamos a menos de una semana de que se entregue el presupuesto. Espero que éste sea responsable y cumpla con los compromisos adquiridos.

-¿Se refiere a los hospitales?

-Sí. Parto por el tema de infraestructura hospitalaria, principalmente en Valparaíso. No podemos enfrentar lo del año pasado, cuando yo debí votar en contra en materia de salud porque no compartí la forma en que los recortes presupuestarios terminaron afectando el hospital Claudio Vicuña y el hospital de Casablanca. Ocurre que después de mucho bregar, llegamos a una fórmula razonable. Espero que la lección se haya entendido: necesitamos un presupuesto responsable, que entienda las restricciones económicas. Que los recursos no se disminuyan en programas sociales o de infraestructura ya comprometidos. No porque no se pueda, sino que las implicaciones son una irresponsabilidad fiscal que terminan pagando los chilenos más vulnerables. A nosotros nos miran y nos evalúan desde Nueva York y Londres por cómo nos comportamos fiscalmente. Si nos desalineamos, nos suben el riesgo país y eso se asocia a alza en tasas de interés y mayor costo del crédito para todos los chilenos.

-¿Y cómo se conjugan esas variables?

-El presupuesto no puede crecer como el año pasado ni como hace dos años. Debe crecer menos. Y eso implica tal vez posponer algunas cosas. Si tenías 100 pesos para hacer 100 hospitales y por el menor crecimiento, tendrás 80 para 100 hospitales, no debes decir que harás 80 y dejar 20 sin hacer. Los 80 pesos los reparto entre 100 hospitales y me demoraré más, pero los comienzo ahora. Aplano la inversión y alargo el proceso de construcción. En el camino se verá cuál puede avanzar más rápido, que fue lo que no se hizo el año pasado. El gobierno no puede fallar en este tema en San Antonio, Casablanca o el Fricke, que está tremendamente atrasado. Como dijo la Presidenta, no al populismo.

-En el círculo íntimo, ¿la candidatura de Lagos cumplió con las expectativas?

-Lagos tomó una decisión y el efecto se verá al final del proceso. Él dijo me preocupa Chile, puedo colaborar y aportar, pero para eso deben aunarse voluntades. Si esas voluntades existen, yo no me voy a restar. Agregó que éste no será un camino fácil. Y no lo va a ser. ¿Qué valoro? Que despejó una incógnita. Esto es cuesta arriba. Ninguna encuesta lo favorece. Y él dice que dará la pelea igual. Aquellos que creían que él quería una sandía calada, se equivocan. Quiere aportar. Es un desafío. Debe escuchar mucho. Lo bueno es que la Nueva Mayoría definirá a su candidato en una primaria. Como decimos en México, no hay de otra. Por mí que florezcan mil flores.

-¿Y cuál es su ventaja?

-Lo que sí creo es que Lagos es una de las pocas personas que pueden ayudar a conservar la unidad de la Nueva Mayoría y evitar que algunos opten por un camino propio. La disposición de Lagos apunta a proyectar la Nueva Mayoría con un proceso dual de reforma y continuidad, que es necesario. La otra parte de la ecuación es transmitir el mensaje a sectores más escépticos y jóvenes respecto de su persona. Ahí es cuando debe escuchar, escuchar cosas no gratas, hacerse y cargo y responder, como lo hizo con el CAE.

-¿Cómo ve una posible candidatura de Alejandro Guillier?

-Guillier lo que tiene hoy es decir que él es nuevo y que no tiene pasado 'comillas' político. En un escenario de desconcierto y desconfianza hacia la política, atrae. Pero cada candidato deberá decir qué quiere para Chile, con qué fuerza, convicciones y argumentos. Y carácter en la toma de decisiones. La presidencia de Chile lo requiere. Lagos tiene experiencia. Por eso si a todos les va mal en las encuestas cuando se pregunta quién cree que será el presidente de Chile salen Piñera muy arriba, segundo Lagos, mientras muy abajo queda gente como Guillier e Isabel Allende. Eso demuestra que la gente está buscando experiencia. Lo mejor de todo es que esto se despeja en cinco meses.

-¿Qué está esperando Piñera?

-No sé. No hablo con Piñera. Pero a él no le conviene hacer nada porque está muy arriba. No se mueve nomás. Y los retadores de la derecha se ven bastante más débiles.

Aldoney y la región

-¿Comparte las críticas que ha recibido el intendente regional Gabriel Aldoney?

-Sería bueno que alguien especificara cuáles son las críticas. Yo veo que estamos trabajando en el tema de la sequía, infraestructura, carreteras y la ejecución del presupuesto no es mala. Veo un gobierno responsable, con carteras bien evaluadas. Veo una seremía de OO.PP. súper desplegada. Se aprobará el proyecto de riego Cuncumén, una obra gigantescamente cara. Estoy dispuesto a discutir la performance de Aldoney, pero quiero saber cuáles son las críticas.

-Ausencia de liderazgo, baja cantidad de proyectos, alto desempleo, eternización de temas como el Terminal 2.

-Vamos por parte. El T2 sigue su curso, muy a mi pesar. El informe de (José Luis) Isaza, que señalaba que patrimonialmente se afectaría de forma permanente e inmitigable el patrimonio de Valparaíso, ameritaba que el gobierno evaluara el informe, constituyera una comisión y discutiera sus alcances. Lamento no escuchar del gobierno regional y central, de Transportes, qué vamos a hacer con este proyecto. Ese informe es un hecho nuevo, pedido y financiado por el Gobierno de Chile. Yo, con ese antecedente, tengo el derecho a reflexionar. Ahí veo indolencia.

-¿Qué hay del crecimiento?

-A ver. Si el país crece a menos del 2%, el desempleo aumenta, en Valparaíso un poco sobre el promedio. No es tema de Aldoney, hablemos también del intendente de la VI Región, de Araucanía, Maule, Biobío.

-La pregunta es si era necesario cambiar a Ricardo Bravo.

-Yo no entendí la decisión de cambiar a Bravo, desde el punto de vista de su gestión. No veo por qué había que cambiarlo. Dicho eso, creo que Aldoney lo ha hecho bien.

-¿Y por qué se fue Bravo?

-Eso es otra cosa. ¿Salió porque no lo estaba haciendo bien o porque un sector pidió su salida? Pareciera que debe ser lo segundo porque su gestión no estaba por debajo del promedio de un intendente en Chile.

-¿Cumplirán en el Parlamento con su compromiso sobre la elección de intendentes?

-Espero que sí, que tengamos la oportunidad de elegir intendentes con buenas atribuciones y financiamiento. Lo que tenemos hoy en el Congreso respecto de las competencias es bien limitado, generando una expectativa tremenda y llegado el día en que elijamos a un intendente o intendenta, tendrá muy pocas atribuciones. Eso generará decepción. En segundo término, la elección no es lo mejor ni lo más sano para empoderar a un futuro líder regional con el respaldo que se merece. Por eso no me parece que la forma adecuada sea con el 40%.

-O sea que no habrá elección.

-No digo eso. ¡Yo quiero que salga! Pero con atribuciones reales, no con atribuciones tan limitadas que después no cumpla las expectativas. Se legisló del voto obligatorio al voluntario a la carrera y la mitad de quienes votaron a favor del voluntario ahora dicen que están arrepentidos. ¿Qué me dice eso a mí? Que temas tan delicados no podemos tomarlos a la rápida. El debate se ha atrasado. No podemos hacer una mascarada con pocas atribuciones y competencias y un sistema de elección débil. ¿Cuál es el apuro? La palabra la tiene el Gobierno.

-¿Cómo anticipa las municipales?

-Creo que estarán peleadas. Todo alcalde que va una reelección por segunda o tercera vez tiene un desgaste. Tenemos candidatos sólidos, como Leopoldo Méndez pero no hay carrera ganada.

-¿Se ha dado cuenta de que DJ Méndez ha optado por no asociarse a su figura?

-No entiendo. Me gané hasta una columna de opinión de un destacado columnista nacional (Cristián Warnken). He acompañado a Méndez y estuve en sus actividades programáticas. No tengo ningún problema, si ya me atribuyeron a Méndez. Algo que encuentro bien injusto con él, como si alguien lo hubiera manipulado. Leopoldo fue a pedir un espacio. Un amigo en común me dice que Méndez quería juntarse conmigo para decirme que quería ser alcalde. Le sugerí postularse a concejal para ver si le gustaba la política. En ese minuto Méndez se mosquea y me dice que será candidato dentro del pacto Nueva Mayoría o independiente, pero sabía que eso dividiría la votación. Le dije que debía ir a primarias y no tuvo ningún problema. Yo no inventé a Méndez, pero sí apoyé a Leopoldo.

-¿De qué forma?

-Cuando la clase política lo ninguneó, lo discriminaron, incluyendo a gente de izquierda y entrevistas en The Clinic del pacto La Matriz muy negativas y peyorativas hacia Méndez. Decir que él era un títere de Lagos lo encontré muy injusto para él y los porteños. Si estamos en el piso ante la opinión pública y alguien viene de afuera y quiere participar de la política, con las reglas de la política, dentro de una coalición y quiere apoyar a Bachelet, ¿le vamos a decir que no porque no es un profesional de la política? He visto a muchos profesionales de la política declarando ante fiscales. Me rebelo frente a ello. Él tiene su equipo, pero yo no intervengo.

-Respecto de las próximas senatoriales, con la irrupción del también PPD Marco Antonio Núñez, en el peor escenario usted podría quedar fuera del Senado y también del gobierno, si gana Piñera.

-Primero debo tomar una decisión sobre ir a la reelección. Marco Antonio Núñez tiene todo el derecho a ir por la senatorial. Tendremos que pedir dos espacios entre los seis, algo difícil pero no imposible. Si voy a la reelección, estoy optimista de que he hecho un trabajo importante en la región. El tema es si quiero seguir en ese terreno o no, para ser franco.

-¿Por qué?

-Porque son decisiones importantes, compromisos de ocho años. Estoy cómodo y feliz en Valparaíso. Pero a veces uno puede aportar desde otro ángulo a la cosa pública. Tal vez soy muy optimista respecto a la elección presidencial. Para mí lo más fácil es decirle que con el diputado Núñez haremos una gran dupla y usted me dice que va a ganar Piñera y que voy a perder.

-Sólo planteé un escenario posible.

-¿Puedo hablar humanamente? La vida no se agota en el Parlamento. Lo de Lagos no me frustró políticamente. No quiero evadir la pregunta, pero en la encuesta CEP el que está más alto tiene 44%. Estoy entre los nueve menos malos, no entre los nueve mejores. Aún no están inscritas las candidaturas y aquí puede pasar cualquier cosa.

-¿Aceptaría ser ministro de un eventual gobierno de su padre?

-No, jamás. Eso es imposible. No están las condiciones en Chile y yo no lo haría tampoco. No corresponde, aún cuando no hay impedimento legal. Cuando Lagos fue electo el año 2000, él me pidió sumarme al segundo piso con Ottone y otros. Dije que no, que prefería quedarme en la Direcon. Pensé que podía ser malentendido y el tiempo ha demostrado que la experiencia de familiares trabajando en el gobierno ha sido muy compleja.

"Si Helia Molina no hubiera viajado a Nueva York, no se habría generado el problema. Pero la reacción y acusación de intervencionismo fue desmedida" "Espero que el Gobierno sea responsable y cumpla con los compromisos adquiridos cuando entregue el presupuesto""

"(Alejandro) Guillier lo que tiene hoy es decir que él es nuevo y que no tiene pasado 'comillas' político. Eso, en un escenario de desconfianza, atrae" "En el tema de los intendentes electos estamos generando una expectativa tremenda y lo cierto es que éste tendrá muy pocas atribuciones" "Yo no inventé a (Leopoldo) Méndez, pero sí lo apoyo y creo que será un gran alcalde, pese a todo lo que lo ningunearon y discriminaron""

"Es imposible que yo sea ministro en un eventual segundo gobierno de Lagos. No están dadas las condiciones, no corresponde y yo no lo haría"