Pamela Boltei
La prioridad de cumplir la promesa de compraventa tiene la mayoría de los integrantes del nuevo directorio de la Inmobiliaria Casa de Italia, que la semana pasada realizó la votación de su nueva directiva tras el cuestionamiento de la anterior por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
La anterior directiva, presidida por Renzo Arata, firmó un compromiso de compraventa con la empresa Inmobilia y Gestiones de Proyectos Limitada y esta inmobiliaria, a su vez, ingresó un anteproyecto para construir un edificio de 22 pisos y locales comerciales en los terrenos donde hoy se emplaza la tradicional casona.
Es por esto que los resultados de la votación del jueves - realizados luego que la SVS anulara la última elección y pidiera, en mayo de este año, realizar una nueva a la brevedad- eran ampliamente esperados por el sector opositor a la directiva anterior, pues consideraban que en caso de lograr cambiar a la directiva podrían evitar que la promesa de compraventa firmada se cumpla y, así, impedir la demolición y posterior construcción de un edificio en el lugar.
Elección
En la votación del jueves, el actual directorio llevó nueve candidatos - ocho de ellos componían la directiva anterior -, obtuvo 4.165 votos y logró elegir a ocho de ellos: María Teresa Battaini; Patricio Cartoni; Pío Borzone; Renzo Arata Mori; Arnolfo Composto; Ana María Ansaldo; Piero Rossi y Renzo Arata Canessa, quien sigue como presidente de la junta hasta una nueva sesión donde se deberá decidir su continuidad. De acuerdo a la Inmobiliaria Casa de Italia, "estos directores propusieron la protección del patrimonio de la sociedad y por ende el de los señores accionistas, como es su obligación hacerlo".
La lista opositora representada por Tito Livio Moggia, Aldo Confalonieri y Roberto Faggioni obtuvo 465 votos y no eligieron a ningún candidato. Se presentaron dos candidatos independientes con nuevas propuestas: Carla Garibaldi, con 34 votos; y Pedro Iuvara, con 284 votos, quien fue apoyado por la lista de Moggia y fue elegido director.
El presidente de la directiva, Renzo Arata, comentó que "triunfó la tesis de defender el patrimonio (económico) de la sociedad y no un proyecto del sector opositor que significa riesgos y disminución de este".
Agregó que "la tesis del directorio es defender el patrimonio de la sociedad y no proyectos inviables, exóticos o derechamente incomprensibles como pedir que se declare inmueble de conservación histórica, lo que sería un gravísimo daño para los intereses de los accionistas. Hay una promesa de compraventa que hay que perfeccionarla, pero sí te puedo decir que esto valida todos los acuerdos tomados por el directorio antes de esta elección. Se buscaba echar a bajo la promesa de compraventa y no pudieron, sigue vigente y este directorio tomará todas las medidas necesarias dentro de lo que nos permiten las disposiciones legales y los estatutos para concretarla".
Respecto de la defensa que busca hacer el Gobierno Regional al inmueble, Arata respondió que "no nos pronunciamos al respecto, nosotros tenemos una propiedad que está por el derecho de propiedad establecido en la constitución política del Estado y queremos ejercer los derechos que esta nos da libremente".
En contraparte, Tito Livio Moggia, quien lidera la lista opositora al proyecto, considera que "tanto las elecciones de directorio, como de la Junta en que se vote la venta del inmueble, de alguna manera tienen el padrón electoral adulterado, toda vez que 3 directores actuales, en un cuestionado procedimiento, adquirieron masivamente acciones de la sociedad a vil precio, obteniendo con ello el control de la sociedad y desequilibrando así la legítima representación del accionariado, obteniendo grandes utilidades en caso de venta".
Sostiene que "las 1.450 acciones adquiridas en el cuestionado procedimiento de remate por tres directores que están por vender, eran todas de pequeños accionistas, ninguno con más de 10 acciones, y toda esa gente no habría votado nunca por la demolición y venta, razón por la que los resultados de ahora no reflejan la legítima representación del accionariado. Los directores que están por la venta recibieron poderes por alrededor de 1.000 acciones que apoyan la venta, votos que los traspasaron a personas afines para asegurar el control, resultando una aplanadora, pero si no existieran esos votos de legitimidad cuestionada, los directores que están derechamente por vender a lo más habrían sacado dos directores (1.000 acciones) y jamás habrían podido plantear la demolición y venta".
Frente a esta situación, los accionistas que se oponen a la demolición, confían en que las autoridades sean capaces de proteger patrimonialmente la Casa de Italia, por lo que representa para la tradición cultural y social de la colectividad italiana, por su origen de donación filantrópica, por su valor patrimonial histórico y por su relación con la ciudad, recuperándola así para sus usos sociales y culturales".
"Si no existieran esos votos de legitimidad cuestionada, los directores que están por vender habrían sacado 2 directores (1.000 acciones) y jamás habrían podido plantear la demolición y venta"
Tito Moggia, Accionista"
Futuro de casona se votará este año
Iván Hernández, gerente de Inmobiliaria Casa de Italia, dijo que la decisión de si se hace efectiva la promesa de compraventa firmada por la directiva anterior - cuyos firmantes, Renzo Arata y Patricio Cartoni, continúan como directores - se tomará en una votación de los accionistas en una nueva sesión extraordinaria para dichos efectos. "Se busca que sea antes de fin de año, posiblemente a fines de noviembre o en la primera quincena de diciembre. Se va a citar a cada accionista (son 8 mil acciones en total) por carta dirigida a sus domicilios", explicó Hernández. Para esta votación se necesitará un quórum del 75% de las acciones, afirmó Tito Moggia.
acciones "votaron" en la última junta para elegir una nueva directiva, el 62% del total de acciones. 4.952
es el precio fijado en la promesa de compraventa firmada por la directiva con Inmobilia. UF 228.360