Apatía y crisis de participación
Nueva encuesta de alcance nacional revela indiferencia juvenil ante la próxima elección municipal.
Indiferencia, apatía y también desconfianza. Son algunas de las conclusiones que fluyen de una encuesta a nivel nacional sobre las próximas elecciones municipales realizada entre jóvenes por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). El estudio cubrió un universo de 1.040 personas de entre 18 y 29 años y culminó el día 3 de este mes.
Con los resultados a la vista Fernando Alvarado, uno de los profesores participantes, concluyó que actualmente "a los jóvenes les es indiferente la política, no se sienten integrados o representados por los candidatos, no están seguros si irán a votar en las municipales y las cifras así lo corroboran". Agrega Alvarado, director del Programa de Estudios Sociales de la PUCV, que "los jóvenes no se identifican con las autoridades o figuras políticas, se sienten lejos o poco integrados a estos procesos". De cualquier modo, hay opiniones de los entrevistados que son decidoras: sin importar el sexo de los postulantes, el 78% opina que los alcaldes deben tener menos de 50 años de edad y el 57% estima que deben contar con un título universitario.
La indiferencia que revela este estudio va en línea con los resultados de la encuesta Adimark dada a conocer el jueves, la cual indica que sólo un 48% de los entrevistados está "muy o algo" interesado en participar en las elecciones municipales del domingo 23.
Esta situación de indiferencia, de crisis de participación, se da en un escenario de voto voluntario que se reflejó en forma dramática en la pasada elección presidencial: sobre un padrón de 13.573.143 electores, sólo llegaron a las urnas, en la segunda vuelta presidencial, 5.697.751. La cifra fue superior a los seis millones en la primera vuelta, en que también había votación parlamentaria. Es posible, por otro lado, que el padrón informado tenga fallas, que ahora se han hecho especialmente notorias con el caso de los cambios de domicilio. Pero dentro de un cuadro general las grandes cifras se mantienen y los números reflejan baja participación.
Y este poco interés en participar, en influir en decisiones que pueden ser importantes, se reflejan en casos como la elección de la propia Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso, con una reducida asistencia a las urnas, y en el proceso constituyente que impulsa el Gobierno con una baja presencia en los diversos cabildos.
Estos hechos, las diversas encuestas sectoriales o globales, están demostrando una crisis de participación que exige un propósito de rectificación a partir del interior de las organizaciones políticas e instituciones. Los resultados de la próxima elección pueden encerrar una nueva advertencia de apatía y desconfianza, más allá del termómetro presidencial, que no se debe pasar por alto.