Secciones

Serrano y su molestia porque dicen que sólo escribe de mujeres

LITERATURA. Se rebela ante esta idea en su nuevo libro, "La novena", la cual tiene un hombre como protagonista.
E-mail Compartir

Marcela Serrano (Santiago, 1951) debutó en el mundo literario con la novela "Nosotras que nos queremos tanto", en la que cuatro mujeres bien asentadas profesionalmente, y que enfrentan la mitad de sus vidas, se sientan a conversar sobre sus experiencias de vida.

De allí le siguieron títulos como "El albergue de las mujeres tristes" y "Hasta siempre, mujercitas", por nombrar algunos. Todos ellos tienen como factor común que sus protagonistas son femeninas. Y de allí que cargue con una especie de estigma de que sólo escribe de mujeres y para mujeres.

"¡Me han molestado mucho!", dice al respecto en una entrevista que ofreció a la agencia EFE. Y agrega: "Siempre digo si a un escritor hombre se le preguntaría por qué siempre tiene personajes masculinos, a nadie se le ocurriría hacer esta pregunta".

De paso critica a Chile, pues considera que aquí existe una "clase dominante" que es "literalmente asquerosa". Es por eso que se muestra rotunda ante el análisis de la denominada, pero "odiosa", literatura de mujeres, donde la incluyen: "Los hombres están muy celosos de las mujeres que escriben. Muchos de ellos están tratando adoptar personajes femeninos y hablar a través de ellos, pero no les resulta porque se dieron cuenta que la voz de la mujer es universal".

La pertenencia

En una entrevista que aparecida el pasado 2 de octubre en "El Mercurio", la escritora advierte que con su nueva novela, "La novena" (Alfaguara, 2016), "no me pueden 'acusar' de que sólo me centro en personajes femeninos: desde el punto de vista literal, el protagonista es un hombre".

Es así como la historia gira en torno a Miguel Flores, un joven dirigente universitario que en 1985 es arrestado en una protesta y relegado a una localidad apartada, en el valle central. Dos agentes de la policía civil lo llevan a su destino, lo dejan en el retén donde deberá firmar diariamente y lo abandonan a su suerte. En primera instancia, esta será la soledad en una mediagua sin servicios mínimos.

Allí recibe la visita de Amelia -una viuda y madre soltera de clase social alta-, quien se convierte en su protectora, sin pensar en las consecuencias. Es así como lo invita a su casa, le presta libros y sostienen largas conversaciones. Las defensas y los prejuicios del joven van cayendo, a medida que avanza en su aprendizaje social y sentimental, y en la lectura de Mary Barton , de Elizabeth Gaskell, libro preferido de Amelia. Hasta que se produce un fatídico quiebre.

A través del relegado Miguel Flores se desarrolla una trama de pasiones contenidas, deseos de fugas frustradas y personas llenas de esa luz que ni los dictadores consiguen apagar.

El contexto histórico en que se desarrolla la novela (1985 -2005), provocó que Serrano la escribiera "desde las tripas" y recuperara la "pertenencia". "Ahora en Chile se lleva una literatura de cuanta más miseria mejor y los escritores jóvenes escriben todos desde ese lugar. Yo siempre he tenido mucha culpa por venir de una familia de clase alta y ser militante de izquierdas desde los 17 años, siempre he tenido culpa de venir de ahí. Esta es mi primera novela en la que yo me dije que quería rescatar mi pertenencia", comenta a EFE.

El tema de la madre

"La novena" es la primera obra que saca tras la publicación de su libro de cuentos "Dulce enemiga mía", y también de la muerte de su madre, la escritora conocida como Elisa Serrana, ocurrida en 2012.

Según dijo Marcela Serrano a "El Mercurio", "probablemente, la escribí porque ella había muerto. El valle y ella eran la misma cosa, me resultaba una especie de homenaje". Es, quizás por eso, que empezó a desarrollar su nueva historia en finca, donde su progenitora falleciera.

"Creo que su muerte me hizo más libre. O será que, una vez más, tomé la posta: me fui a vivir al campo, como lo hizo ella. Abandoné el mundo formal, cosa que antes hacía a medias. Ella debió decidirlo por razones de fuerza mayor; yo, por opción. Sin embargo, siempre termino imitándola", manifestó al matutino.

Y aunque acaba de publicar esta historia, ya le rondan otras tres ideas de novelas, aunque no sabe a cien y a cierta si las publicará.

"Siempre he tenido mucha culpa por venir de una familia de clase alta y ser militante de izquierdas desde los 17 años. ("La novena") es mi primera novela en la que yo me dije que quería rescatar mi pertenencia""

"Siempre digo si a un escritor hombre se le preguntaría por qué siempre tiene personajes masculinos, a nadie se le ocurriría hacer esta pregunta""