Mientras aún se discute si fue correcto o no la decisión de la Academia Sueca de haber otorgado el Nobel de Literatura 2016 a Bob Dylan, el silencio de éste siembra un manto de dudas sobre su partición en la ceremonia de entrega el próximo 10 de diciembre, ya que no se sabe si tiene o no intención de acudir. El músico se presentó la noche del jueves en Las Vegas ante tres mil espectadores y, según reporta AFP, hizo un show "como si nada hubiera ocurrido", interpretando sus temas y sin hablar con el público, como es su costumbre.
El silencio del compositor de "Blowin' in the Wind", incluso ha llegado hasta la Academia Sueca. El canciller de ésta, Odd Zschiedrich, comentó a la misma agencia que se "ha hablado con el agente de Dylan y también con el responsable de su gira", pero no con el galardonado, y agregó que la situación no es completamente extraña: "Ya ha sucedido varias veces, incluso en la época moderna, el hecho de no poder hablar inmediatamente con el laureado".
Sin agradecimientos
El problema es que el silencio del compositor podría llegar a resultar molesto para la organización que entrega el Nobel, que deberá seguir defendiendo una elección atrevida y controvertida. Tal como demuestran las palabras del escritor francés Pierre Assouline, miembro de la Academia Goncourt, quien dijo que "haberle atribuido el Nobel de Literatura es lamentable (...) Me gusta Dylan, pero no tiene obra. La Academia sueca se ridiculiza. Es denigrante para los escritores".
Según el "Washington Post", que contactó a allegados del artista, Dylan guardó silencio todo el día de ayer respecto al tema. Uno de sus amigos, el cantante Bob Neuwirth, declaró al diario estadounidense que el cantante "incluso podría no agradecer" el galardón.
Esto podría reflejar el carácter que ha demostrado en sus recientes giras, en las que -según AFP-, suele mostrarse desagradable: nunca tiene una palabra para su público, no se preocupa demasiado por saber si se le ve bien en el escenario, sólo toca sus grandes éxitos en raras ocasiones y no permite que le saquen fotografías.
Características que hacen posible pensar que Dylan, tal vez, no llegue a Estocolmo a recibir el premio de manos del rey de Suecia. Y de hacerlo, tal vez, no ofrezca el habitual discurso que dan los galardonados.
Casos difíciles
No es la primera vez que la Academia Sueca debe lidiar con premiados de carácter difícil. Quizás el más recordado sea el filósofo francés Jean-Paul Sartre, cuyo nombre fue dado a conocer el 22 de octubre de 1964.
Poco antes, específicamente el 14 de octubre, el autor de "La Náusea" escribió una carta muy reservada al presidente de la Fundación Nobel en la que advertía que en caso de ser galardonado rehusaría recibirlo y rogaba que entregaran el premio a algún otro escritor más digno de tal consagración.
La Academia hizo caso omiso a la petición y el francés cumplió con lo prometido, rechazando incluso el valor en dinero que se entrega. Tres días después publicó en "Le Fígaro" un aviso, financiado por su propio bolsillo, en el que sostenía que el premio es político y se niega a ser 'institucionalizado por el Oeste o Este".
Otros no han asistido a la ceremonia por presiones políticas. Así sucedió con Boris Pasternak ("Doctor Zhivago"), quien fue laureado en el 1958, sin embargo, fue obligado a rechazarlo por presiones del Gobierno de la época: "Considerando el significado que este premio ha tomado en la sociedad a la que pertenezco, debo rechazar este premio inmerecido que se me ha concedido. Por favor, no tomen esto a mal", escribió a la Academia.
No sería el único. El ruso Aleksandr Solzhenitsyn obtuvo el galardón en 1970, pero no aceptó viajar a Estocolmo por temor a que no le dejaran volver a Rusia. Tras publicar la primera parte de su obra "El Archipiélago Gulag 1918-1956" en 1973, fue deportado a Alemania Oriental y privado de la ciudadanía soviética en febrero del año siguiente. Ese mismo año pudo acudir a Estocolmo.
Ahora habrá que esperar lo que haga Bob Dylan el próximo diciembre, si es que no rompe su silencio antes.
aumentó la reproducciones de los temas de Bob Dylan en Spotify, según informó la plataforma. 512%