Dando cuenta de un total rechazo al aumento salarial ofrecido por el Gobierno, los gremios del sector público se volcaron a las calles de Valparaíso para marchar rumbo al Congreso, donde se discutía la ley enviada por el Ejecutivo.

De mantenerse el paro de 72 horas, que convoca a todas las reparticiones estatales, incluidos municipios, consultorios municipales y educación, los usuarios de distintos servicios se verán fuertemente afectados.

Los trabajadores de la Municipalidad de Valparaíso se sumaron al paro convocado por la ANEF y participaron activamente en la primera jornada.

A diferencia del anterior paro de 48 horas, la Municipalidad porteña dejará de funcionar durante tres días, solicitando a la comunidad "no acercarse a realizar trámites".

La Municipalidad de Valparaíso es uno de los pocos municipios del país que tiene asociado una parte del servicio de recolección de aseo, por lo que éste permanecerá suspendido hasta el sábado en los cerros. Por tal motivo, desde el municipio se realizó un fuerte llamado a la comunidad para colaborar no arrojando los desechos a las calles y que estos puedan permanecer en sus domicilios.

Asimismo, los ascensores no realizarán sus funciones habituales adhiriéndose al paro.

En cuanto a la recolección de basura del plan de la ciudad y de Placilla y Curauma, se realizará de forma habitual, ya que dicho servicio se encuentra concesionado.

"Esta paralización de funciones se efectúa por el rechazo obtenido por parte del Gobierno en la negociación realizada en torno al reajuste salarial y por una serie de reivindicaciones, las que fueron respaldadas por las autoridades del municipio porteño, quienes piden comprensión a la ciudadanía", se informó desde la casa consistorial.

La presidenta regional de la ANEF, Mabel Zúñiga, se mantuvo en la jornada de ayer al interior del Congreso, para conocer el debate que se desarrolló en la Comisión de Hacienda y la Cámara respecto a la ley de reajuste para el sector público.

La dirigenta insistió en el rechazo al 3,2% de reajuste y que por ahora "no hay ánimo de bajar el paro". Estimó en más de 20 mil personas las que participaron en la marcha por la ciudad.

Acusó que el Gobierno y el ministro de Hacienda "van a tener que pagar los costos por haber sido tozudos y romper la mesa de negociación e ingresar el proyecto sin acuerdo. Es una muy mala señal, la indignación de los trabajadores públicos se manifestó en el paro y en las calles. La mayoría de los trabajadores públicos son una fuerza electoral muy importante y está claro que están tremendamente desilusionados. La mayoría votó por este Gobierno y ya no le creen".