Desarrollemos la pesca sostenible
Recientemente, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y el Servicio Nacional de Pesca llevaron a cabo una importante donación al sector pesquero de la Región de Valparaíso, lo que permitió reemplazar los equipos de buzos mariscadores en mal estado y obsoletos de 17 caletas de la zona, gracias a una inversión que superó los 200 millones de pesos.
En la ceremonia de entrega, los discursos de la autoridad estuvieron en la línea de resaltar un programa de Gobierno que busca mejorar la seguridad en las faenas del sector, mientras que las palabras del dirigente sindical René Barrios apuntaron a la urgente necesidad de encontrar nuevas oportunidades para la pesca artesanal en la región. Barrios resaltó ampliamente el notable desarrollo que ha experimentado la caleta de Quintay, caracterizada por un modelo de explotación sostenible de recursos pesqueros y la incubación de promisorias tecnologías asociadas a la recuperación de los recursos marinos y su comercialización.
Para quienes nos dedicamos desde el mundo académico al desarrollo sostenible de la pesca artesanal, resulta estimulante escuchar de los propios dirigentes iniciativas asociadas a nuevas tecnologías y donde ellos asumen protagonismo y compromiso, más aún cuando el Centro de Investigación Marina Quintay (Cimarq), perteneciente a la Universidad Andrés Bello (UNAB), ha estado trabajando por años de la mano con este sector. Por ello, es importante hacer un llamado a las universidades y centros de investigación, a desarrollar nuevo conocimiento y estrategias de codesarrollo con el mundo pesquero, logrando soluciones oportunas y pertinentes a cada territorio.
En lo específico, nuestra región presenta particulares desafíos, los cuales van desde el desarrollo de las caletas pesqueras como unidades territoriales productivas insertas en un borde costero de gran complejidad, pasando por incrementar la rentabilidad de las áreas de manejo, hasta la diversificación del sector de la mano de la acuicultura de pequeña escala y el turismo de borde costero. Sin olvidar el fortalecimiento del capital social en las caletas de pescadores, que por lejos es el activo más importante y sobre el cual es necesario desarrollar nuevas competencias y habilidades para el futuro de la pesca artesanal.
No existen excusas de parte de quienes estamos en el mundo del desarrollo tecnológico y la innovación, para restarse de los desafíos que tiene la pesca artesanal en nuestra región: existe una mirada compartida de desarrollo territorial y productivo de las caletas de pescadores, entre el Gobierno Regional, las autoridades sectoriales y la propia dirigencia sindical. Además, los recursos económicos para el desarrollo de una pesca sostenible han sido considerados en el presupuesto de la Nación y no hay señal de que esto cambiará. Y finalmente, se observa disposición y compromiso de parte de las organizaciones de pescadores para generar alianzas con grupos de investigación, que contribuyan a resolver de forma concreta sus problemáticas y mejorar su calidad de vida.
Diego Ramírez
Director de Cimarq-Campus Quintay UNAB