Rodrigo Navarrete N.

Como ya es costumbre en cada 1 de noviembre, miles de personas acudieron a los cementerios de la región para visitar a sus seres queridos. En Valparaíso, desde muy temprano niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad llegaron hasta el cementerio N° 3 de Playa Ancha con flores y hasta regalos para sus familiares que allí descansan. Según cálculos realizados por funcionarios de este camposanto, unas 70 mil personas ingresaron durante el día.

Fue así como la emoción y el recuerdo de aquellos que partieron fue el denominador común en cada una de las personas que asistieron al cementerio playanchino, donde la jornada se inició con una eucaristía oficiada por el obispo de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte, y cuyo mensaje estuvo centrado en el recuerdo y amor hacia los seres queridos que ya partieron.

"Nosotros llamamos al cementerio camposanto, donde la palabra cementerio es una palabra que significa dormitorio, eso expresa la fe de los cristianos. Por tanto, es un lugar santo, porque aquí es donde se depositan los cuerpos de nuestros difuntos, porque como católicos creemos en la vida eterna. Ese es el mensaje que nosotros hemos dado hoy, que éste es un lugar santo y que para nosotros es un lugar de paso", expresó el obispo porteño.

Y agregó: "Es muy lindo ver con qué cariño y amor ha venido la gente a visitar a sus seres queridos, pero no sólo han venido hoy, sino que lo han hecho desde hace varios días. La abundancia de flores que se vio en todo el cementerio demuestra que todos los días feriados muchas personas visitaron a sus difuntos, así como a darle las gracias a Dios por el papá, la mamá, los abuelitos, así como otros vienen con la gran pena de visitar a sus hijos o hermanos".

Si bien la gran mayoría de las personas que ayer acudió hasta los diferentes cementerios de la ciudad lo hicieron para colocar una ofrenda floral en las tumbas de sus familiares y amigos, otras también aprovecharon la oportunidad de visitar algunos camposantos históricos que guardan parte de la historia de la ciudad, como el Cementerio de Disidentes de Valparaíso, creado en 1825.

Ubicado en el cerro Panteón, frente al cementerio N° 1 y a metros de Parque Cultural de Valparaíso (PCdV), en el recinto descansan los restos de aquellos inmigrantes que no pudieron ser sepultados en los cementerios católicos debido a su religión, además de los descendientes de éstos.

Además de turistas interesados en conocer más sobre el pasado de Valparaíso, otros, los más por cierto, que llegaron hasta el Cementerio de Disidentes lo hicieron también para recordar a sus familiares y amigos. Uno de ellos fue Ricardo Romero Salinas, quien en compañía de su esposa, visitó la tumba donde descansan sus excompañeros de la 2ª Compañía de Bomberos de Valparaíso, "Bomba Germania".

"Vine a visitar a mi querido padre y a mis compañeros de la segunda compañía, la cual es una de las más antiguas del Cuerpo de Bomberos de Chile. Mi padre también fue voluntario de la institución, por lo que todos los años hacemos el mismo ritual de venir a verlo a él y a mis excompañeros", comentó.

Asimismo, el hombre, que desde hace 42 años es voluntario de la institución y que, además, hoy se desempeña como inspector jefe de comunicaciones del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, reconoció la gran emoción que siente cada vez que visita a sus amigos y seres queridos.

"Los sentimientos y la emoción son muy grandes cada vez que vengo acá. No sólo lo hacemos durante el 1 de noviembre, sino que normalmente estamos visitando a mi padre y a mis amigos. Es súper bonito venir a recordarlos, ya que muchos no hacen eso, o sea, la persona se murió y se murió nomás. Para mí es muy emocionante estar aquí, aprovecho de rezarles, de reflexionar, conversar con ellos y pedirles que me den energía y fuerza para seguir adelante ante cualquier dificultad", dijo el voluntario de Bomberos.

Así como Ricardo y otros cientos de miles de personas que ayer visitaron los cementerios para recordar a sus seres queridos, Sergio Mendoza Tornero llegó hasta el Cementerio N° 1 de Valparaíso para visitar la tumba donde descansa su madre y su tatarabuelo, Recaredo Santos Tornero, quien posee una importante historia en Valparaíso y en el país.

"Vengo a visitar a mi madre y a mi tatarabuelo. No soy una persona de venir todos los domingos a verlos y tampoco es algo que hago cada 1 de noviembre, pero siempre es necesario venir a limpiar la casa de mi madre y eso es algo que hago con todo el cariño y amor que tengo hacia ella", expresó.

Junto con ello, pese a no conocer mucho de la historia de su tatarabuelo ni tampoco aprovechar las cosas que él hizo, aseguró sentirse encantado por el legado que dejó.

"Varias personas nos han informado las cosas que él hizo y la magnitud de éstas, como establecer la primera fábrica de papel del país, participar en las obras de la calle Errázuriz y la avenida Brasil o ser el hijo del fundador de El Mercurio de Valparaíso, que también administró. Por tanto, es un orgullo tremendo las cosas que me cuentan de él y sobre todo es un orgullo poder llevar su apellido. En ese sentido, creo que la herencia más grande e importante que nos dejó es su increíble historia, la cual está graficada en la historia de Chile. Yo soy profesor y cuando pasamos historia de Chile me doy el tiempo de hablarles de la historia de este país, entre ellos de mi tatarabuelo", comentó con emoción.

"Es muy lindo ver con qué cariño y amor ha venido la gente a visitar a sus seres queridos. La abundancia de flores que se vio en el cementerio demuestra todo eso"

Monseñor Gonzalo Duarte Obispo de Valparaíso

70.000 personas fue el cálculo aproximado que ayer realizaron funcionarios del Cementerio N° 3 de Playa Ancha, en cuanto a la cantidad de gente que visitó el camposanto en el Día de Todos los Santos.

150 visitantes fue la cifra, entre turistas y aquellas personas que visitaron a sus seres queridos, que aproximadamente llegó durante este fin de semana al cementerio de Disidentes de Valparaíso.