Jorge Sharp: del dicho al hecho
Sería ideal creer que un alcalde puede solucionarlo todo y que en cuatro años las cosas van a cambiar.
Un problema puede ser definido como una brecha entre las expectativas y la realidad, o sea la distancia entre donde estamos hoy y hacia donde queremos llegar en el futuro. Al enfrentar problemas entonces tenemos dos opciones: tratar de adecuar la realidad a las expectativas mejorando la situación actual o bajar nuestras expectativas amoldándolas a nuestra realidad. Ambas opciones llevadas al extremo tienen consecuencias negativas, ya que si intentamos adecuar la realidad a expectativas sumamente altas podemos frustrarnos y decepcionarnos. En cambio, si bajamos constantemente nuestras expectativas para amoldarlas a la realidad estamos alentando la mediocridad y el conformismo.
Jorge Sharp puede caer peligrosamente en la primera opción: expectativas sumamente altas frente a una realidad que está a años luz de distancia. Su discurso constante ha sido vencer la desigualdad, acabar con la injusticia, el duopolio y las malas prácticas. ¿Tiene un alcalde las herramientas para poder cumplir esos objetivos? Creo que no, y menos en una comuna pobre y con una infinidad de problemas como Valparaíso, donde también hay que hacerse cargo de temas estructurales que se han ido heredando con el pasar de distintas administraciones.
El alcalde electo también hizo advertencias a los "poderosos", diciendo que son los "explotados" los que están tomando el futuro de la ciudad en sus manos. Hablar de ellos o nosotros y buscar antagonistas es lo que menos le conviene a Sharp hoy en día. En el discurso suena bonito, pero para poder hacer cambios de la magnitud de los que requiere Valparaíso deben ser todos los actores sociales y gremiales los que pongan manos a la obra y es ahí donde el alcalde debe ser clave para aunar posiciones.
A los que amamos Valparaíso y nacimos en esta región nos duele el estado actual de nuestra única ciudad patrimonio de la humanidad. Sería ideal creer que un alcalde puede solucionarlo todo y que en cuatro años las cosas van a cambiar, pero lamentablemente eso sería pecar de ingenuidad.
Jorge Sharp debe regular las expectativas si no quiere generar descontento ciudadano cuando algunos planes fracasen y debe saber que, así como él fue un candidato surgido de un pacto ciudadano que escuchó abiertamente la opinión de los habitantes de la comuna, corresponde hacer lo mismo con todos los actores sociales.
Ya sabemos, el llanero solitario únicamente triunfa en las películas.
Guillermo Pérez Ciudad
Investigador Fundación P!ensa