El avance del cobre y la expectativa por las elecciones en Estados Unidos derrumbaron ayer al dólar, cuyo precio perdió $ 6,6. La moneda estadounidense terminó las operaciones en el mercado local a $ 646,51 comprador y $ 647,03 vendedor comparado con los $ 653,29 comprador y los $ 653,84 vendedor del cierre anterior.
El de ayer corresponde a su menor valor desde el 11 de agosto pasado.
Samuel Levy, jefe del Departamento de Estudios de Capitaria, manifestó que el dólar cerró con caída en línea con su comportamiento respecto de las divisas latinoamericanas, en una jornada de espera a conocerse los resultados presidenciales en Estados Unidos.
"El único evento importante fue la recuperación del cobre, que pese a comenzar la sesión con caídas, logra recuperarse y marcar nuevos máximos anuales. Una victoria de Clinton debería generar una leve caída en el dólar respecto de divisas de mercados emergentes, mientras que un triunfo sorpresivo de Trump podría impulsar al billete con fuerza en los próximos días", comentó sobre la jornada.
El precio del cobre sumó ayer la octava jornada consecutiva de ganancias en la Bolsa de Metales de Londres, al subir 0,24%. La variación dejó al valor del metal en US$ 2,28792 la libra contado "grado A".
El precio se compara con los US$ 2,28248 del lunes y con los US$ 2,24211 del viernes.
La cotización de ayer significa el valor más alto del metal rojo desde el 29 de abril, cuando se transó en US$ 2,2884.
De acuerdo a este resultado, el promedio del mes escaló a US$ 2,24305 y el anual legó a los US$ 2,14637.
La racha del cobre se explica por las expectativas de una mayor demanda y por la estimaciones de que Hillary Clinton ganará la elección presidencial en Estados Unidos.
La percepción de un incremento en la demanda viene dado por la situación de China, donde llega cerca de la mitad del consumo global de metales industriales, y cuya economía -se estima- ha mejorado en cuanto al potencial de crecimiento y demanda.
La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, es considerada por los agentes de los principales mercados internacionales como representante de la continuidad con políticas más predecibles que el republicano Donald Trump.