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ENTREVISTA. Felipe kast, candidato presidencial de Evópoli, cree necesario "un fondo adicional":

"El desarrollo patrimonial de Valparaíso no puede depender sólo de los recursos municipales"

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Paola Passig

Convertido en candidato presidencial de Evópoli, el diputado y presidente de la tienda, Felipe Kast, reconoce que la abundancia de presidenciales refleja "lo líquido" que está el escenario y la necesidad de los chilenos de buscar nuevos liderazgos. Destaca sí que hasta ahora y "en estricto rigor somos la única candidatura formal ratificada por un partido político en su Consejo General".

- ¿A qué atribuye esta abundancia de presidenciables que hasta ahora suman 18?

- A un cambio de ciclo. Hay una sensación de que es necesario asumir este nuevo ciclo, porque terminó la transición donde claramente Piñera y Lagos son personajes muy reconocidos. Chile está en una metamorfosis y busca nuevos liderazgos; y en medio de este río tan revuelto, de esta política mucho más líquida, y que es un fenómeno a nivel mundial, hay una búsqueda de cuáles son los liderazgos que se instalan. Y creemos que en este nuevo ciclo político, Evópoli está mejor preparado que la oferta de la centroderecha.

- Según la agencia Bloomberg, Chile está en peligro de volverse populista, señalando que tras Trump y el Brexit los inmigrantes pobres de la región llegarán al país.

- Sí, y el riesgo del populismo la única forma de combatirlo es con seriedad, liderazgo y hacerse cargo de los problemas estructurales, porque no se pueden seguir evadiendo como en tiempos de la transición, donde había temas que no se abordaban. No basta con crecer, sino que hay que dejar de hacer las cosas en forma mediocre. No podemos aguantar que los recursos de los papás de un niño determinen el futuro de ese niño. Acostumbrarse en la época de la transición a que las cosas no funcionen hizo que la gente se alejara de la política. Por eso Evópoli surge desde la idea de la libertad, siendo honesto en su matriz ideológica, para ofrecer una alternativa nueva.

- ¿Y qué ideas busca poner Evópoli en las primarias de Chile Vamos?

- Son tres ejes. En el político, la principal reforma que queremos hacer es que nos comprometamos a no seguir utilizando el Estado como un botín de campaña y movernos hacia un Estado que le pertenezca a la ciudadanía, al estilo de Nueva Zelanda, reemplazando la pitutocracia por la meritocracia. En el plano económico hay que volver a crecer, algo que sabemos bien hacer desde la centroderecha y hay que simplificar la reforma tributaria. Tercero, en el eje social, el gran paradigma que queremos instalar es poner en la fila primero a los niños, porque la Nueva Mayoría puso primero en la fila a la Confech. Y cuando hay recursos escasos y se prometen cosas en campaña que no se cumplen, la idea de un país justo es poner la igualdad en los niños, porque ahí es donde se generan las desigualdades que después es muy difícil revertir. Necesitamos una política que entienda que la clase media es la que debe mover de la sociedad y no ahogar el emprendimiento con fiscalizadores y burocracia.

- O sea, ¿si llega a La Moneda modificará las reformas?

- Absolutamente. La tributaria, que tiene al país frenado; la educacional, que prometió gratuidad también a los más ricos y ocupar esos recursos en los primeros ocho años de edad. Y la reforma constitucional seguiría siempre que tenga el foco que mencioné y que es devolver el Estado a los ciudadanos. No cambiaría una reforma de la cual fui parte y en la que aprobamos mandar a la cárcel a los que se coluden y que me tocó liderar en la Comisión de Economía, junto al ministro Céspedes.

- ¿Y en el caso de las AFP?

- Es muy sencillo, hay que aclararle a la ciudadanía que el sistema de reparto no funciona cuando hay muchos adultos mayores. Entonces, hay que tomarse en serio lo del pilar solidario y eso implica que parte de los recursos destinados a gratuidad se vayan a infancia y pensiones. Pero, además, las AFP están ganando utilidades sobrenormales y en vez de ganar 200 millones de dólares, ganan 600. Entonces, hay que licitar las carteras. El pilar solidario se debe financiar a través de las grandes empresas.

- ¿Cree que Manuel José Ossandón participe en las primarias o decida ir por su cuenta a primera vuelta?

-Bueno, eso dijo él, pero con Ossandón nunca se sabe.

Disyuntiva regional

- En la región existe siempre la polémica de hacia dónde potenciar su desarrollo. ¿Dónde pondría el foco?

- Valparaíso debe ser la capital cultural y turística del país. Tiene todas las condiciones para serlo y nos hemos farreado la oportunidad. Después que la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad, se gastó el 60% de los recursos del BID en estudios.

- ¿Qué falló?

- Estaba la visión, pero falló la ejecución del plan que hubiera permitido hacer de Valparaíso una joya. Ahora no basta sólo con el tema turístico, porque aquí hay temas pendientes. Hay lugares de Valparaíso tomados por la droga, el nivel de violencia, de suciedad, de abandono que se percibe es tremendo. Entonces, se necesita un plan que transforme esta ciudad en una capital cultural y turística, y sumado a eso, se necesita que el Estado de Derecho vele porque la droga se vaya, de entregar un plan de acompañamiento de las personas y de los animales abandonados en la calle. Hay cosas cotidianas que son muy importantes y otras que tienen que ver con la visión de ciudad y desarrollo. Yo espero que como con los recursos de la municipalidad no se puede hacer mucho, que junto con la aprobación de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad se requiere un fondo adicional del resto de los recursos asignados a la región. Esa es la única forma. Incluso se pueden tomar esos fondos de aportes internacionales para no depender únicamente de los recursos municipales.

- ¿En qué sentido?

- Si Valparaíso va a ser el pulmón cultural y turístico del país, no se le puede cargar la mano sólo al municipio y a los 25 mil millones de pesos que tiene para ese ítem. Esa fórmula fracasó, ya está probada, pero no caigamos en la misma trampa de pensar que todo va a cambiar mágicamente si seguimos haciendo más de lo mismo. Con esto no le va a ir bien a nadie. Por eso el próximo gobierno debe tomar un compromiso especial con Valparaíso.

- En materia de desarrollo regional se aprobó la ley que permite la elección de gobernadores regionales, pero la fórmula sigue entrampada. ¿Es verdad que existe un acuerdo para aplazar la elección para el 2020?

- La verdad es que la información que tengo es la misma que tiene usted. Al parecer se habría entrampado en el Senado, donde habría un acuerdo bajo cuerda para postergar la elección. Creo que no es la forma de hacer política y, por lo tanto, este rumor que usted maneja es el mismo que me llegó a mí en el Congreso. Ahora, el único que tiene la manija para hacer algo es el Gobierno. Y si no se avanza en esta materia es porque claramente se produjo un acuerdo entre los senadores para postergarlo, porque muchas veces esto se hace con cálculo político. Como la Nueva Mayoría siente en este momento que el viento se mueve hacia la centroderecha, no quieren arriesgarse a que muchos de los intendentes electos sean de Chile Vamos. Y con ese temor dicen "mejor posterguémoslo para ver si en cuatro años más estamos mejor aspectados". ¿Y por qué tienen susto? Porque piensan que si se elige a un buen intendente, después no lo sacarán nunca más.

- ¿Y qué le parece que no haya intendentes electos el 2017?

- No me sorprende que no se cumpla. Se prometió gratuidad y no hay; se dijo que la reforma tributaria iba a permitir equilibrio fiscal sin déficit y hoy tenemos la deuda pública más alta desde 1994.

- ¿Esa deuda justifica que el Gobierno haya sido tan reacio a aumentar el 3,2% para el reajuste del sector público?

- Cuando Valdés asumió se dio cuenta que le dejaron un hoyo tremendo y él no está dispuesto a romper con la tradición de responsabilidad fiscal. De las pocas cosas que rescato de este Gobierno es que este ministro estuvo dispuesto a decir que si querían un ministro más bananero se buscaran a otro. Y en esta materia Bachelet sí estuvo dispuesta a gastarse lo último que le quedaba de capital político. Entonces, el verdadero responsable de que el reajuste fuera de 3,2% no es Valdés, es Arenas.

"De las pocas cosas que rescato de este Gobierno es que Valdés no estuvo dispuesto a ceder y Bachelet lo respaldó. Entonces, el verdadero responsable de que el reajuste fuera de 3,2% no es Valdés, es Arenas"."

"La Nueva Mayoría no quiere arriesgarse a que muchos de los intendentes electos sean de Chile Vamos. Y con ese temor dicen: 'mejor posterguémoslo para el 2020'""