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Asalto a turista agudiza enojo de vecinos de calle Atahualpa

VALPARAÍSO. Mujer austríaca sufrió robo con violencia, lo que evidenció la poca seguridad del sector turístico.
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Belén Velásquez Neracher

El pasado viernes se registró un nuevo hecho delictual que acrecentó la preocupación de quienes viven cerca de la plaza El Descanso en Valparaíso, pues en calle Atahualpa una turista austríaca fue víctima de un robo con violencia que perpetró un delincuente y que la dejó con múltiples lesiones de carácter leve.

El hecho ocurrió cerca de las 17 horas cuando Ramona Bader (27), quien estaba de paso por el Puerto, recibió un golpe que la dejó en el suelo y que fue propinado por un antisocial que luego se fugó.

"Ella manifestó que se encontraba en la vía pública y fue abordada por un sujeto que le propinó un golpe de pie por la espalda, sustrayéndole su bolso particular, en el cual portaba diversas especies, luego el sujeto se da a la fuga del lugar", explicó el capitán Diego Ritter de la Octava Comisaría Florida.

La afectada, acompañada de su pareja, fue auxiliada por quienes se encontraban realizando una actividad cultural en las cercanías del sitio del suceso, tal como explicó María José Berroni, integrante de la Junta de Vecinos Nº 74.

"Estas personas estaban completamente en crisis. Perdieron todo, tenían una ruta de viaje armada y programada y ahora se tienen que volver a Austria. Lo que más sufrieron perder fueron sus pasaportes. Los chicos dicen que hasta el delincuente, con el cuchillo en la mano, les habló en inglés advirtiéndoles y disculpándose que era sólo por el dinero", manifestó.

Inseguridad permanente

Los vecinos del sector aseguran que la delincuencia es permanente y que afecta tanto a residentes como a turistas. Molestia que plasmó el presidente de la Junta Vecinal, Waldo Burgos, quien aseguró que durante la última semana se registraro cuatro robos similares y dos frustrados en el mismo lugar, lo que convierte a la intersección de Atahualpa y Av. Elías en punto fijo de los delincuentes.

"No sólo son los asaltos a turistas, cada dos días aparece una chapa reventada o alguien que se trató de meter a la casa de algún vecino. Es un punto conflictivo y nadie hace nada. En teoría hay carabineros, pero nadie los ve por ningún lado y cuando se les llama, no contestan".

La compleja situación ha llevado a que los habitantes se organicen para protegerse de los antisociales y, en ese sentido, Borroni explicó que "un vecino ve a una persona sospechosa, avisa, y a los 20 minutos te enteras de que a alguien le robaron. Convivimos con ellos (delincuentes) y no queda más que organizarnos para comprar electroshock y volvernos secos en detención ciudadana. Pero es absurdo que hasta la policía nos asista de cuál es el mejor gas pimienta que tenemos que comprar".

Los vecinos han tratado de erradicar la delincuencia del lugar mediante actividades culturales sin embargo, dicen, se produce una situación contradictoria. "Mientras más hermoso e interesante de visitar se hace el barrio, más delincuencia llega porque vienen los turistas con cámaras fotográficas. Eso nos hace felices porque es una revitalización del barrio, pero estamos enfrentando problemas de seguridad. Necesitamos buscar un punto de equilibrio y cautelar los espacios públicos y la vida comunitaria que es tan rica en Valparaíso", comentó Alejandra Fritis, residente del lugar ligada y documentalista.