Secciones

Cerca de un millón de devotos llegó hasta Lo Vásquez para rogar a la Virgen

CASABLANCA. Fieles comenzaron a arribar a la zona desde el martes en la tarde y se espera que su paso por el templo se extienda por todo este fin de semana.
E-mail Compartir

Con devoción, en familia y diversas ofrendas, cerca de un millón de peregrinos se congregó, como cada 8 de diciembre, en el Santuario de Lo Vásquez de Casablanca. El objetivo era uno solo: venerar a la Virgen en el Día de la Inmaculada Concepción, festividad religiosa que en esta ocasión dio término al Año Santo Jubilar de la Misericordia.

A diferencia de años anteriores las temperaturas no fueron altas, lo que sumado a una condición de cielos nublados provocó que se registrara un alza en el número de feligreses, pues se proyectaban unos 800 mil. Todos concurrieron hasta el templo eucarístico para pagar las mandas hechas a la Virgen, cuya imagen protagonizó la tradicional procesión que partió en la iglesia -donde simbólicamente se procedió al cierre de la Puerta Santa-, para culminar en el calvario.

La inamovible fe hizo que los devotos llegaran hasta el Santuario desde distintas ciudades del país para darle las gracias a la Virgen por favores que, principalmente, tenían relación con el ámbito familiar. Como ya es recurrente, muchos de ellos hicieron diversos sacrificios en el ingreso al templo.

"Vinimos en bicicleta y entramos y salimos de guatita con mi familia desde hace 18 años, cuando venía con mis abuelos. Ahora traigo a mi hijo de un año ocho meses porque quiero presentárselo a la Virgen para que lo cuide y para que él siga con lo mismo de su padre", relató Ariel, un feligrés proveniente de San Bernardo, Región Metropolitana.

En tanto Carlos, oriundo de Coquimbo, dijo que "tengo una manda acá por mi familia, por mis hermanos que están detenidos y me ha respondido 100%. Siempre quiero que llegue el 8 de diciembre para hacer esto. Quiero llegar a la puerta para poder llorar un rato. Ella (la Virgen) siempre me ayuda muchísimo".

Los creyentes de la zona también se hicieron presentes en una festividad religiosa que comenzó a vivirse desde la tarde del martes 6, cuando se pudieron apreciar a los primeros peregrinos en las rutas de acceso al Santuario.

"A mí me trae hasta acá y me motiva la fe inmensa que le tengo a la Virgen. En este momento vengo a pedirle mucho por mi familia y por mi hijo grande que tiene sus problemas, es desobediente y me hace rabiar, entonces quiero que la Virgencita me ayude y también con mi nietecita que tiene un soplo al corazón", contó Angelina Muñoz de Playa Ancha, Valparaíso.

En cuanto a las misas que se realizaron, fueron 37 entre el lunes 5 y el jueves 8, siendo la última a las 19 horas de ayer, según explicó el padre Claudio Ortiz, rector del Santuario, quien además precisó que cerca de 45 sacerdotes estuvieron disponibles para entregar distintos servicios religiosos, tales como eucaristías, bendiciones, y confesiones.

"Los sacerdotes llamamos a dejarse conquistar por el amor y la Misericordia de Dios para cada uno de nosotros", sostuvo el padre Ortiz.

Sin embargo, y a pesar que la celebración de la Inmaculada Concepción culminó el día de ayer, desde el Obispado de Valparaíso informaron que durante los próximos días se seguirán realizando misas, entendiendo que muchas personas se tomaron el fin de semana largo, lo que podría incidir en que más feligreses lleguen a la iglesia. Por lo mismo, hoy se llevarán a cabo 3 misas, mientras que para el sábado se programaron 5 y 7 para el domingo.

Necesidad de igualdad

La misa principal de la celebración de la Inmaculada Concepción se realizó ayer al mediodía y estuvo presidida por el obispo de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte. Previo a ésta, el prelado entregó un mensaje de esperanza, deseando una vida nueva, alegre y justa para todos, en el contexto de las festividades de fin de año, las que -a su juicio- se van a vivir en un escenario de desigualdad que hoy está atravesando el país a pesar que las encuestas digan que los índices de pobreza han disminuido.

"Nos acercamos a la Navidad y deseamos que fuera algo fraternal, que no hubiera chilenos de primera y de segunda como realmente lo hay. En Chile hay mucha pobreza", comentó.

Y detalló: "Valparaíso es una ciudad donde hay gran pobreza. No hemos salido de los terremotos, no hemos salido de los incendios, hay mucha pobreza en las calles y al lado tenemos mucha riqueza. La vecina ciudad de Viña, que es muy hermosa, donde hay muchas cosas lindas, pero también mucha pobreza, pues Viña es la comuna que tiene más campamentos en Chile, entonces hay un problema de justicia y de equidad que es muy importante".

"Las encuestas -continuó- dicen que ha ido disminuyendo la pobreza, de lo cual yo me alegro, pero la desigualdad ha aumentado y eso es grave y la gente lo resiente".

Durante la homilía, monseñor Duarte hizo referencia a la festividad. Lo que sí llamó la atención es que durante las peticiones llamó a rogar para que en Chile se legisle a favor de la vida, aludiendo al proyecto de ley que busca despenalizar el aborto en tres causales.

"De los cientos de hogares que hay en Chile, sólo 11 son del Sename, el resto de instituciones, de iglesias, de particulares. No es la solución ideal, pero ahí recibimos con cariño a todos los que están llamados a este mundo, para que en Chile legislemos a favor de la vida, de toda vida, incluyendo una vida de caridad para todos", sostuvo la autoridad eclesiástica.

Oración por fallecido

Durante la tarde del miércoles, un feligrés que se dirigía a Lo Vásquez falleció producto de un paro cardiorespiratorio mientras se desplazaba desde el sector de Lo Prado hacia la Quinta Región, motivo por el cual el padre Ortiz llamó a orar por él para poder acompañar a su familia en el dolor e instó a que los peregrinos tomen los resguardos correspondientes a la hora de emprender el viaje.

"Lamentamos lo sucedido en Santiago con esta persona. Hemos orado por ellos y nos unimos al sentimiento de dolor de la familia que está pasando por esta situación. La invitación es al cuidado personal y a poner atención a los síntomas que a veces pueden ir reflejando un malestar o una situación compleja para la vida de las personas", indicó el eclesiástico.

"Entramos y salimos de guatita con mi familia desde hace 18 años, cuando venía con mis abuelos. Ahora traigo a mi hijo para presentárselo a la Virgen".

Ariel, Feligrés de San Bernardo"

"A mí me trae hasta acá y me motiva la fe inmensa que le tengo a la Virgen. En este momento vengo a pedirle mucho por mi familia y mi hijo".

Angelina Muñoz, Feligrés de Playa Ancha"