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Su experiencia en educación media

DEPORTES. El profesor Juan Carlos Riquelme y sus niñas han ganado las doce versiones de las Olimpiadas Deportivas Escolares de la Ciudad Jardín. Su receta es simple: "entrenar, entrenar y entrenar".
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Luis Cabrera del Vale

Juan Carlos Riquelme sabe perfectamente dónde trabaja. Sus alumnas tienen "un mundo de problemas", dice el profesor. Sin embargo, las carencias no les arrebatan el orgullo: desde hace doce años, las niñas de la escuela Presidente Salvador Allende de Glorias Navales han ganado el primer lugar en las Olimpiadas Escolares de Viña del Mar.

La constante en la obtención de esas copas ha sido el entrenador del equipo: un docente de 59 años y con 35 de experiencia.

Riquelme entrega su fórmula, tan simple como efectiva: "Esto es entrenamiento, dedicarse a los niños, trabajar cuando se tiene que trabajar, y además ir más allá de lo que a uno le pagan".

Su dedicación parece ser la clave de los éxitos deportivos de las niñas del establecimiento fundado en 1971.

En esta versión de la competencia deportiva, que ya acumula doce versiones, las estudiantes de la escuela Presidente Salvador Allende obtuvieron el primer lugar en vóleibol y tenis, en tenis de mesa sacaron el segundo, en atletismo el tercero, y en balonmano el cuarto puesto.

"Entrenamos harto tenis y vóleibol, son los deportes a los que nos dedicamos cien por cieto, es difícil que nos ganen en eso", reconoce el profesor de educación física.

Ahondando en su forma de trabajo, el entrenador de las multicampeonas explica que "si tengo que entrenar sábado y domingo, yo entreno, si las niñas me dicen 'profe, tenemos ganas de entrenar', yo entreno, nunca les digo que les toca el martes y el jueves. Si tengo tiempo, le damos no más, esa es toda la ciencia. Si tengo que pegar quinientos remaches, se pegan, yo sigo la filosofía de las chinas, que entrenan, entrenan y entrenan, por eso salen campeonas".

Recambio

Pero no todo se hace en la cancha, reflexiona Riquelme, quien ha tenido que reinventarse en el éxito cuando año tras año egresan de octavo básico las deportistas con las que gana copas y medallas para su escuela.

"El año pasado se me fue una generación completa de jugadoras, y yo tengo que seguir con las que vienen atrás. En tercero o cuarto básico empiezo a ver a las niñas que tienen condiciones o son más idóneas, yo parto de abajo buscando", reconoce.

Y a la hora de identificar enemigos, nombra en el primer lugar a internet: "Muchas veces las niñas están más metidas en los celulares y no van a un partido por estar chateando o sacándose selfies, ahora es más complicado y contra eso lucho".

Su estilo de lucha es muy particular, porque Riquelme confiesa que cuando una estudiante no llega a la hora a un partido, toma su propio auto y llega hasta su casa para llevarla a jugar. "Le digo a la mamá que tiene que ir, y va. Tengo que ir más allá del entusiasmo de las niñas, yo voy hacia ellas. No me quedo en la escuela esperando que lleguen, así funciona ahora, con más dedicación todavía", explica el docente.

Esa preocupación por sus estudiantes muchas veces va más allá de su obligación profesional. Es así como el profesor revela que ha tenido que llevarlas al médico o comprarles remedios.

"Las alumnas de las escuela están en la parte más baja de la escala económica, cada niña tiene su mundo de problemas, y eso ellas lo compensan haciendo deporte. De repente ayudo a los apoderados, o a ellas, siempre estoy cerca de ellas, sé dónde viven, sé dónde están, sé con quién están, si viven con la pura mamá, si están de allegadas, si tienen problemas sociales, así que trato de acompañarlas, darles aliento, para que sigan adelante, porque no pueden dejar lo que están haciendo por los problemas", reconoce Juan Carlos Riquelme.

Las diferencias sociales no pasan desapercibidas en Reñaca Alto, por eso el profesor afirma que "si trabajara en un colegio particular lo tendría todo, pero no tengo nada, con la ayuda del director y a veces de la municipalidad salimos adelante, uno tiene que ir buscando que las niñas entrenen como corresponde".

Pero pese a todo, no se arrepiente ni por un minuto.

"Me dediqué a las niñas porque son las más entusiastas, y como son más chicas muestran más ganas que las grandes, que después tienen otros intereses. En cambio las más pequeñas le dan, le dan, le dan, y entrenan todo el día, y piden más balones...cuando grandes cambian", reflexiona el docente más ganador de las Olimpiadas Escolares viñamarinas.

Durante tres años, Juan Carlos Riquelme dirigió el equipo femenino del Liceo de Niñas de Viña, logrando el primer lugar en las Olimpiadas escolares. Sin embargo, la experiencia no fue grata. "Me retiré porque me enfermé, caí a la clínica, me vino un bajón muy grande. Desde ahí dije que me dedicaba a la Salvador Allende no más, porque uno se revienta, ahí dejé el liceo, así no estoy tan presionado. No quería matar la salud, porque después quién se iba a acordar del profesor Juan Carlos, nadie pues, porque iba a estar adentro del cajón", dice.


El artífice del milagro deportivo en la escuela Salvador Allende de Viña

"Las alumnas de las escuela están en la parte más baja de la escala económica, cada niña tiene su mundo de problemas, y eso ellas lo compensan haciendo deporte".

Juan Carlos Riquelme, Profesor Escuela, Salvador Allende"

Premio al profesor más destacado

En la premiación de las XII Olimpiadas Escolares de Viña del Mar se entregó un reconocimiento al profesor más destacado, galardón que recayó en Juan Carlos Riquelme. Este premio lleva el nombre de Luis Martínez Salinas, en memoria de este docente de Educación Física, que impulsó en la Quinta Región el balonmano, además de ser formador de grandes profesionales en diversas universidades de la zona.

veces ha ganado las Olimpiadas Escolares de Viña Riquelme en educación básica damas. 12

copas en educación básica varones suma el profesor, también con la Escuela Salvador Allende. 2

títulos en educación media damas logró el docente, con el equipo del Liceo de Niñas de Viña. 3