"Wanderers está secuestrado por los controladores de la institución"
El abogado Mario Cortés Cevasco es un reconocido hincha de Santiago Wanderers. Dirigente del Decano entre 1976 y 1980, su visión pesimista del momento que vive la institución tiene mucho que ver con la tristeza que observa en el rostro de su nieto Benjamín, de once años, tras cada derrota de los dirigidos por Eduardo Espinel.
"El sufrimiento de los wanderinos lo veo en mi nieto, quien anda con la cara demacrada y tiene que aguantarse todas las burlas en el colegio... eso es algo que quienes miran esto como un negocio y no como un deporte no alcanzan a comprender ni a dimensionar", sostiene, reiterando con fuerza que "me da una enorme impotencia que no puedan darse cuenta que en todas partes hay gente que sufre por Santiago Wanderers".
Las críticas de Cortés son duras contra la sociedad anónima que concesiona al club porteño.
"¿A cuántos partidos de Santiago Wanderers ha ido Nicolás Ibáñez? ¡Pero si es el dueño del club, por caballerosidad debería ir, sentarse en el estadio y agarrarse la cabeza si al equipo se le va un gol! Daría como para pensar que el tema algo al menos le interesa", reflexiona Cortés.
- ¿Cuál es su diagnóstico del momento que vive Santiago Wanderers?
- Para mí, Santiago Wanderers vive una crisis existencial. Desde mi punto de vista, hoy la institución se encuentra secuestrada por los controladores de la institución, en la medida que le han cambiado su objetivo. Su gran argumento es que están dando 400 desayunos a los chicos en Mantagua, y aquello puede ser verdadero y muy plausible, pero esto no es una institución de beneficencia sino que un club deportivo. Los actuales administradores están atentando contra la esencia misma de Santiago Wanderers y faltando el respeto a más de cien años de historia. Esto es mucho más grave que un resultado, un gol en contra en el último minuto o la equivocación en la contratación de algún jugador, esto es apropiarse de la naturaleza de un patrimonio de Valparaíso, que supera largamente un simple club de fútbol.
- La que usted hace es una crítica especialmente dura.
- Es que la dirección de un club es gestión y pasión. Uno no puede administrarlo como si fuera una peluquería o un supermercado. Un club implica que las personas a cargo tengan claros algunos objetivos deportivos. Cuando veo a Carlos Heller sufriendo por las derrotas de la "U", más allá de sus errores, al menos uno ve pasión.
- ¿Y cuál es la alternativa a lo que hoy está sucediendo?
- Ese es el gran problema, porque no hay una alternativa de conducción. Toda la gente que en este momento criticamos, y me incluyo, no tenemos una alternativa y la Corporación no lo es, porque más allá que esté liderada por gente muy bien intencionada y a la que quiero mucho, no tiene la capacidad económica como para comandar el proyecto deportivo de Santiago Wanderers. Insisto, lo que yo no entiendo es que el club no tenga objetivos deportivos. Los únicos desafíos de Santiago Wanderers son sobrevivir y pagar la deuda con el señor Nicolás Ibáñez lo antes posible.
- Usted habla de secuestro. Es duro.
- Por eso digo que Santiago Wanderers está secuestrado. Cuando a una institución le cambian los objetivos y no hay para rescatarla se llama un secuestro. Quienes son acreedores han creado toda una maraña legal para seguir por los 22 años de concesión. Sólo hay que pensar que si usted es dueño del club y además el principal acreedor, sólo es para poner a Santiago Wanderers de rodillas. Nadie vela por los intereses del club. Una pena, pero hoy es la realidad.
- Pero usted era partidario de la privatización del club.
- Yo no estoy en contra de las sociedades anónimas deportivas. Los clubes más grandes del mundo son controlados por sociedades anónimas o tienen un dueño, pero con topes éticos, y esos topes son los objetivos deportivos. Cuando usted controla una institución y lo convierte en un club de beneficencia, amparándose en que entrega 400 desayunos, en ese momento se pierde de inmediato la ética para seguir administrando ese club. Porque para dar desayunos no hace falta capturar a Wanderers, mejor crear una institución de beneficencia o mediante el mismo Refugio de Cristo.
- Mucho se ha criticado la gestión de Jorge Lafrentz como presidente de Santiago Wanderers. ¿Qué opina de ella?
- Uno tiene que criticar a las personas cuando ellas son dueñas de sus decisiones y en el "gallinero" en que se ha transformado Santiago Wanderers, hay un solo gallo que cacarea. No podemos crucificar a Lafrentz, más allá que es evidente que su gestión deportiva tampoco ha sido buena y asumiendo que nadie puede garantizar los triunfos en cancha, y si no, sólo hay que mirar lo que le sucedió a Carlos Heller en la "U".
"Al técnico no se le puede colgar"
En lo futbolístico, el abogado Mario Cortés es igual de categórico que respecto de la situación administrativa de Santiago Wanderers, aunque a diferencia de otras opiniones en torno al momento que atraviesan los verdes en cancha, advierte que "al técnico no se le puede colgar". "Espinel es una persona bien intencionada y nunca engañó a nadie señalando que venía de dirigir a la Selección de Alemania", sostiene el exdirigente del Decano, asumiendo, de todas formas, queel adiestrador uruguayo "no tiene el nivel ni la estatura para ser entrenador de este equipo. Es probable que llegue a ser muy bueno, pero hoy no tiene el manejo de camarín ni el rodaje para hacerse cargo de este plantel... Wanderers debe tener un DT con cierta trayectoria".
"El gran argumento de los actuales controladores es que están dando 400 desayunos a los chicos en Mantagua, y aquello puede ser verdadero y muy plausible, pero esto no es una institución de beneficiencia sino que un club deportivo""
"Uno tiene que criticar a las personas cuando ellas son dueñas de sus decisiones y en el "gallinero" en que se ha tranformado Santiago Wanderers, hay un solo gallo que cacarea. No podemos crucificar a Lafrentz, más allá que es evidente que su gestión deportiva no ha sido buena""