Secciones

Casa de Italia: miembros del directorio acusan una "expropiación encubierta"

VIÑA DEL MAR. Abogado Arnolfo Composto subrayó que si el inmueble de la calle Álvarez es declarado Monumento Histórico, priva a los dueños de alguna compensación.
E-mail Compartir

Alessia Rossi

Una dura crítica al intento del Gobierno Regional y la Embajada italiana de declarar a la Casa de Italia de Viña del Mar como Monumentos Histórico realizaron miembros del directorio de la inmobiliaria a cargo de la administración del recinto.

Renzo Arata Mori, director e hijo de Renzo Arata Canessa, actual presidente de la instancia, advirtió que la idea es una "expropiación encubierta".

Junto a Arnolfo Composto y su padre, Arata Mori explicó la situación actual del inmueble, que tiene un compromiso de compraventa firmado con una inmobiliaria, lo que aún debe ser ratificado por los socios. "Se está privando a los dueños de su propiedad sin ninguna compensación", dijo Arata sobre la intención patrimonial expuesta por el intendente, Gabriel Aldoney y el embajador de Italia, Marco Ricci.

Si la Casa de Italia se declara Monumento Histórico no hay ninguna compensación económica, indicó Arata Mori, agregando que "el artículo 12 de la Ley de Monumentos Nacionales, además de no pagar ni un peso, nos obliga a nosotros a gastar y mantener la casa en el mejor estado de conservación. Sólo nos eximimos de pagar las contribuciones".

Arnolfo Composto, integrante del directorio, aclaró que si la casona, ubicada en calle Álvarez, recibe algún tipo de protección patrimonial, el valor del arriendo cae con suerte a la mitad y los potenciales arrendadores caen también a la mitad, debido a las restricciones que sufre el inmueble para hacer modificaciones y reajustes. Añadió, en este sentido, que la acción le quita viabilidad y empeora la situación financiera de la sociedad.

El abogado ratificó que "según el artículo 12, en caso que el Monumento Histórico fuera un inmueble o propiedad particular, el propietario tendrá el deber de conservarlo en perfecto estado, no podrá destruirlo, transformarlo, repararlo ni hacer ninguna construcción ni siquiera en sus alrededores".

"Se ha planteado por la prensa por parte del señor (Manuel) Millones y la señora Larrondo (coordinadora del Consejo de Monumentos) que el Estado o el Gobierno Regional podría comprar la propiedad. Seamos sinceros, el Estado o el Gobierno no tiene posibilidad alguna de desembolsar la suma de $6.000 millones. Nosotros encantados recibimos su oferta de compra", afirmó Arata Mori.

Agregó que se ha planteado que la colectividad italiana está mayoritariamente por la expropiación implícita. "Aclaremos algo, los dueños de esta propiedad son los accionistas y ellos en la última junta, en forma abrumadora, apoyaron la venta de la propiedad, más del 85% apoyó esta propuesta", indicó el abogado, quien mencionó que al plantear que la Casa de Italia sea Monumento Histórico, los accionistas se preocupan de su patrimonio, ya que hay muchos que tienen necesidades y esto implica perder todo su patrimonio.

La venta de la casona se planteó el año 2015, cuando iba a vencer el arriendo del Instituto Profesional Providencia (IPP) que lo ocupa de sede. "No hablemos de demolición; la inmobiliaria acordó con unanimidad y aprobó el proyecto como una promesa de compraventa. Esta promesa nos obligaba a presentar un anteproyecto para evitar que el plan regulador de Viña del Mar pudiera limitarnos en alguna futura norma que se pudiera establecer y, segundo, defendernos de ser vetados patrimonio de la ciudad, nunca pensamos en Monumento Nacional", indicó el presidente de la directiva, Renzo Arata.

Su hijo, Renzo Arata Mori, precisó que están abiertos a cualquier solución que sea viable económicamente: "No es que el directorio quiera demoler o no, el directorio quiere vender a cualquier iniciativa que sea viable y realista". Agregó que no hay ninguna pugna interna, sólo hay una postura mayoritaria de querer vender.

"Esto se soluciona de dos maneras: que llegue un arrendatario que pague lo suficiente para que esto se mantenga o simplemente se tiene que liquidar. No son ni una ubicación ni unas dimensiones óptimas para una institución social", afirmó Arnolfo Composto.

"No concebimos que el embajador italiano intervenga en el Estado Chileno, sin antes preguntar a los propios afectados e informarse correctamente"

Renzo Arata, Presidente del Directorio"