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Alfredo Rojas, ícono del vóleibol regional: "El día que tenga un reemplazo, me jubilo"

DEPORTES. Profesor y exdirigente federativo, comienza a cerrar un ciclo de más de treinta años ligado a la actividad física.
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Matías Llanca M.

Carismático y profesional son dos palabras que bien podrían resumir la extensa carrera del profesor Alfredo Rojas, difundiendo la práctica del vóleibol en la región. Una labor incansable que, según confidencia, realiza hace 37 años, los cuales le han dejado una estela innumerable de anécdotas y múltiples satisfacciones como técnico del equipo femenino del Liceo José Cortés Brown de Viña del Mar.

De hecho, su extenso vínculo con el deporte, se inició casi por casualidad, a raíz del trabajo que desarrolló a partir de 1982, en el "Refugio de Cristo", donde fue el encargado de la formación deportiva y recreativa de los menores del hogar.

"El Padre René Pienovi me planteó la posibilidad de enseñar un deporte que permitiera que los niños jugasen sin agredirse. Como eran niños en situación irregular, opté por enseñarles el vóleibol, que tiene una red que los separa y previene el contacto físico. Lo malo fue que tuvimos que esconderles todos los balones de fútbol o básquetbol, para que no se tentaran", cuenta entre risas el profesor.

Sin embargo, este fue el punto de partida de una larga relación que lo tuvo ligado a la práctica del deporte como una acción de servicio social, ya que "me fui involucrando cada vez más, hasta que los chicos aprendieron. En ese tiempo también trabajé en algo parecido con los centros del Sename y pudimos ir al primer nacional, donde salimos segundos".

De ahí en más, comenzó a realizar sus primeros trabajos en pos de la difusión de esta disciplina a lo largo de la Quinta Región cuando integró la plana mayor de la Asociación de Vóleibol de Viña del Mar. Hasta entonces, la asociación se encontraba bajo la dirección del fallecido profesor Alfonso Silva, a quien Rojas define como uno de sus máximos referentes, señalando que "en aquella época, nos tocó crear los principios de la asociación junto a él, a quien le debemos una gestión muy importante a nivel dirigencial".

Buscando un sucesor

A pesar de la jovialidad que lo caracteriza, reconoce que a sus 65 años de edad las fuerzas no son las mismas de antes en sus tareas habituales, y que el retiro aparece en el horizonte del actual docente del liceo José Cortés Brown. Sin embargo, Rojas no quiere dejar su labor sin antes "pasar la antorcha" a otra generación de cultores de este deporte.

"Cuando encuentre algún reemplazante, me jubilo tranquilo. Yo creo que en unos dos o tres años más, porque uno tiene que dejar salir a los más jóvenes. Pero hay que buscar una persona que realmente tenga las ganas y que crea en el futuro, a pesar de las decepciones que surjan en el camino", asegura el docente, aunque también agrega que hoy hacen falta más exponentes de la disciplina que realicen la actividad de manera más desprendida y que vean a la práctica deportiva como un servicio a la comunidad.

"Ahora a los profesores más jóvenes les cuesta adquirir el entusiasmo que tenemos por este deporte. No les gusta sembrar, sino cosechar inmediatamente. Pero tienen que aprender a construir, a trabajar gratis, jugársela por los chicos. Después se empiezan a recibir los beneficios que les corresponden", declaró.

Sin embargo, el exdirigente también es optimista respecto al escenario actual que enfrenta la actividad en la región, especialmente en la categoría femenina, sosteniendo que "en todos los torneos que uno puede ver, a través de este país, el vóleibol damas tiene muchos más adherentes que la serie de varones. Creo que mi objetivo se está cumpliendo, pues en las damas es tan popular como el fútbol en el ámbito de los varones".

Gracias al deporte

Según Alfredo Rojas, uno de los periodos más importantes de su vida está marcado por un periplo de siete años como director de la Federación de Vóleibol de Chile, tiempo durante el cual "tuve la oportunidad de viajar en muchas ocasiones con la Selección Chilena. Al final, lo único que me detuvo fue el cansancio".

De su periodo en el ente federativo, recuerda con cariño un homenaje que el equipo nacional le realizó en 2002, en Brasil. "Tuve un reencuentro con la vida. Yo viví durante tres años en Brasil, en la década del '70, y la Selección Chilena me hizo el regalo de poder viajar con ellos a Porto Alegre durante dos semanas. Fue una experiencia impagable, porque me permitió recorrer las mismas calles y los lugares por los que pasé durante el tiempo que viví allá", rememoró.

No obstante, la historia está lejos de ser la única anécdota que lo relaciona con la práctica de la disciplina. Según Rojas, el deporte le ha permitido conocer lugares del país impensados, incluso hoy, en su labor técnica habitual a nivel escolar.

"Gracias al deporte conocí partes que jamás pensé que iba a visitar o que ni siquiera sabía que existían. Muchas veces en la Liga Nacional, con el Liceo José Cortés Brown, nos tocó ir a pueblos cordilleranos que parecen escondidos, donde el vóleibol también es un deporte muy importante. Recuerdo algunos pueblos como Tucapel, Trupán y Cholguán en la región del BioBío, que si no fuese por este deporte, jamás habría llegado a conocer".

Otro aspecto al que el exdirigente agradece, es a la consecución de un cercano vínculo que ha logrado sostener con sus alumnas a lo largo de los años. Las estudiantes han obtenido bajo su alero destacados resultados como el segundo lugar del torneo Adecop, este año.

"Mi relación con las chicas es muy buena, pero siempre respetando los espacios. Yo no me manejo con las redes sociales, sino que mi vehículo de comunicación es la capitana del equipo, que le transmite las informaciones a sus compañeras. Es una relación casi paternal, en la que incluso hemos podido organizar campamentos de vóleibol, donde ellas pueden vivir un verano en torno a la actividad deportiva", declaró.

En la misma línea, establece que para él, en los últimos años que le quedan en el ámbito deportivo, lo principal es afianzar la imagen de este deporte como una disciplina donde sus cultores aprenden y se divierten. A su juicio, esto constituye la fuente de múltiples satisfacciones que ha recibido durante su carrera.

"Uno trabaja todavía por el entusiasmo que te dan los niños. Las satisfacciones y todo el cariño que dan, significan otro 'cheque' que recibe el profesor aparte de la plata efectiva y que en definitiva es el que te mantiene compitiendo y gestionando todos los años la participación en los torneos".

"Lo que me ha motivado a seguir en esto por tanto tiempo, son las satisfacciones que este deporte da. El voleibol es un juego muy noble y donde se hacen amistades""

Su gran relación con el fútbol y el Decano

"Yo venía del fútbol, y siempre he estado ligado al fútbol, pero el destino me derivó al vóleibol, son cosas que no se buscan", declaró Alfredo Rojas, al tiempo que asegura que es un fanático de Santiago Wanderers, club al que sigue desde su juventud. El profesor se refirió de manera optimista al actual momento que vive el "Decano", señalando que "sabemos que a veces no hay plata para traer jugadores, pero los chicos que están ahora siempre tratan de hacer lo mejor posible. Hay que ser hinchas caturros, pero también hay que ser responsables".

"Hay que buscar una persona que realmente tenga las ganas de asumir el proyecto y que crea en el futuro, a pesar de las decepciones que surjan""

fue el año en que el profesor Alfredo Rojas se inició en la práctica y difusión del vóleibol a nivel regional. 1982

años fue el periodo que integró la plana mayor de la Federación de Vóleibol de Chile como director. 7