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Dios, Patria y Trump

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Las expectativas sobre el primer discurso de Donald Trump no eran altas -la oratoria es algo propio de Obama- más bien lo que esperábamos era ver, con algo de temor, cómo ese tono beligerante, con frases agresivas y hasta despectivas, se apoderaban de sus primeras palabras del 45° Presidente de Estados Unidos. Sin embargo, eso no pasó, fue un discurso que sin brillar y cargado del populismo que lo caracteriza sí dejó claro (de manera bastante más respetuosa que en sus debates) las ideas que ha transmitido en la campaña y que serán el eje de su gobierno.

La retórica en sus oraciones se apoderó del juramento: Estamos transfiriendo el poder de Washington DC a la gente; hoy pondremos a Estados Unidos en primer lugar; y su caballito de batalla "Vamos a hacer de Estados Unidos grande otra vez" llenaron su discurso, como también lo fue su diagnóstico de un país en decadencia, atrapados en la pobreza, el crimen, la drogas y pandillas, con un sistema educacional paupérrimo y carente de conocimiento, en clara alusión a los ocho años de Obama y evidentemente fatalista, pero con rasgos mesiánicos en su función presidencial. La televisión está llena de superhéroes, y quizá Trump nos muestre pronto sus súper poderes y los norteamericanos griten al unísono "¿ahora quién podrá defendernos?... yo, el Colorín Colorado".

El tema migratorio, ese mismo que lo hizo famoso con su mentado muro con México, fue otro de los temas expuestos, basándose para eso en la necesidad de la creación de empleos para norteamericanos y el cuidado de sus industrias. Recordemos que en campaña llegó en su momento a exigir tributos adicionales a empresas extranjeras que se instalen en Estados Unidos o norteamericanas que se vayan fuera de sus fronteras, ello en vista del alicaído desarrollo industrial de Detroit, haciendo alusión directa al sector automotriz.

Aunque el tema migratorio es relevante para Latinoamérica, sus afanes nacionalistas afortunadamente parecieran no ser tan practicables y pueden terminar siendo una frase más para la galería. Hay empleos que hoy los norteamericanos no están dispuestos a hacer y es ahí donde el latino entra, trabajos despechados pero que son fundamentales de hacer, situación similar con las empresas. Si la mano de obra es más barata en México, Perú o Colombia, eso es imposible de revertir y Estados Unidos no está en condiciones de subsidiar el empleo.

Otros de sus temas discursivos fue el terrorismo, donde repasó al ISIS, comprometiéndose a erradicarlo de la faz de la tierra, advertencia compleja y más pasional que realista, sobretodo porque al hacer memoria fue el ex presidente George Bush -también republicano- quién inició una cruzada contra Irak en búsqueda de supuestas armas químicas, y que fue la punta del iceberg del conflicto hoy existente en el Medio Oriente y que tiene sumida a toda esa zona bajo el terrorismo del Estado Islámico, y al mundo constantemente preocupado de los diferentes atentados que amenazan a toda la sociedad.

En Chile estamos expectantes de qué pasará. Al ganar la elección el dólar subió, al asumir como presidente el dólar bajó, hay un fiel reflejo de que lo único claro respecto a qué será del gobierno de Trump es que nada hay claro. Aunque a nivel mundial no es el primer presidente que asume siendo un outsider de la política, Donald Trump sí es el primer presidente norteamericano que nunca ha tenido un cargo público. Lo que sí ha sido una constante es que aquellos que acceden al poder siendo ajenos a la política tiene gobiernos pocos exitosos, y si a eso se le suma una oposición fuerte del partido Demócrata y un evidente fuego amigo de los Republicanos, el escenario es aún más incierto, por no decir pesimista.

En el fondo, el primer discurso del nuevo presidente de Estados Unidos no fue para nada novedoso, podría parecer desilusionante, pero conociendo al electo mandatario, hoy se agradece que, por ahora al menos, no haya novedades. Además, Trump dejó en claro que es el lunes el momento para comenzar. Veremos desde mañana entonces si sus recurrentes alusiones a Dios y la Patria tendrán asidero, sino seremos nosotros los que tendremos que encomendarnos y rezar.

* PhD Analista Político U. Andrés Bello, consejero del Partido Ciudadanos

Por Felipe Vergara *