Paola Passig
"Veo luz al final del túnel", confiesa Germán Becker, jefe de la bancada de diputados RN, respecto del conflicto mapuche que durante el año 2016 evidenció un peligroso recrudecimiento. Como representante de Temuco sabe que el tema no es fácil de resolver, pero hay señales que podrían ir en la dirección correcta. "La Araucanía tuvo un año muy complejo; sin embargo, creo que a partir de este año se sentaron la bases para iniciar una mejor convivencia en la región. En la comisión investigadora de La Araucanía, que me tocó presidir, los parlamentarios de la región trabajamos todos juntos y logramos sacar un informe de consenso", subraya.
- ¿Cuál fue el principal aporte de esa comisión?
- Hubo varios. Por ejemplo, lo que tiene que ver con reformas políticas. Hicimos algunas propuestas, que era nuestro objetivo, como, por ejemplo, reformas constitucionales y que tienen que ver con el reconocimiento constitucional a los pueblos originarios y tener escaños exclusivos para los representantes de los pueblos originarios. Además, le pedimos al Gobierno apurar al máximo el Ministerio de Asuntos Indígenas y el Consejo de Pueblos Indígenas, y también reformas que tienen que ver con otras leyes, como es la entrega de tierras que para nosotros ha sido una de las causas de la violencia. Queremos una ley que establezca la forma en que se van a asignar los predios de una manera transparente, a través de una licitación pública, y que las comunidades sepan cuándo les va a tocar a ellos un predio y no una comunidad violenta que por haberse tomado un campo tenga la posibilidad de que se lo asignen más rápidamente.
- ¿Y en el tema específicamente policial?
- Sí, también hay otras reformas que tienen que ver con mejorar el sistema de inteligencia que, claramente, no ha respondido a las expectativas porque ahora lo que se hace es actuar pos delito, o sea, cuando ya se cometió el delito. Cuando se produce la quema de un predio, de una iglesia o de una maquinaria agrícola, llegan media hora después y sólo pueden hacer un catastro de los daños, pero más allá de eso no hay ninguna forma de poder encontrar a los responsables de este tipo de actos.
- En la UDI, al menos su presidenta, rechazan la posibilidad de asignar cupos especiales a los pueblos originarios...
- Bueno, para eso está la Cámara, para que haya opiniones diversas. Pero nosotros creemos que es bueno y que tal como se asignaron cuotas para las mujeres, hay que asignarles cuotas a los pueblos originarios. Es una modalidad que se ha aplicado en varios parlamentos del mundo, como en Nueva Zelanda, donde hay cupos reservados para los pueblos originarios y donde hay dos padrones electorales. Entonces, acá la idea es que cada representante del pueblo mapuche pueda elegir si se inscribe en el padrón electoral normal o en el padrón de los pueblos originarios.
- También el año pasado hubo una mesa de diálogo...
- Sí, y acaba de entregar sus resultados y en esa instancia los resultados fueron muy similares a los de nuestra comisión investigadora. Esto es muy bueno, porque estando integradas ambas por gentes de distinto tipo llegaron a la misma convicción. O sea, se está avanzando y veo luz al final del túnel. Obviamente que hay grupos que no están de acuerdo con ello, que no quisieron participar ni en la mesa de diálogo ni en la comisión investigadora, que no les interesa la propuesta del senador Alberto Espina y que también avanza en la misma línea. Entonces, esas personas que no quieren participar tendrán que atenerse a las consecuencias si es que se ejercen acciones que vulneren el Estado de Derecho. Por eso creemos que las policías deben tener un mayor sistema de inteligencia.
- Ha trascendido que la Presidenta estaría pensando pedir perdón a La Araucanía. ¿Lo cree necesario?
- Es un gesto simbólico que puede ser positivo, pero más allá del simbolismo, la verdad es que no le veo otra connotación. Obviamente, el Estado ha fallado en La Araucanía, falló cuando llegó allá e irrumpió con una violencia muy grande, pero también ha fallado ahora debido a que nunca ha logrado anticiparse a los hechos y nunca ha podido garantizar el Estado de Derecho en todos los sectores de la región.
- La Presidenta anunció el envío del proyecto de ley de La Araucanía, que incluirá temas "donde sea necesario legislar". ¿Este año marca un punto de inflexión?
- Sí, tengo mucha esperanza de que esta ley de La Araucanía, que vamos a trabajar juntos con el Gobierno, sea un avance. Entre los parlamentarios de la zona, las fuerzas vivas de la región que estaban en la mesa de diálogo, hay un consenso en los caminos que tenemos que transitar para ponerle fin a la violencia.
- ¿Se politizó la situación de la machi Francisca Linconao?
- Totalmente. Las personas que fueron hasta allá a solidarizar con ella, los diputados que fueron son todos muy ideologizados y muy de izquierda; nunca han vivido ni vivirán en La Araucanía. Ellos ven ahí un tema reivindicatorio, que nos parece interesante, pero la verdad es que son bastante inconscientes de lo que está pasando allá.
- ¿Hay algún proyecto que haya quedado pendiente para marzo y que le parece necesario que se apruebe antes del fin de esta legislatura?
- Quedó pendiente justamente un tema que tiene que ver con La Araucanía: la creación de un fiscal exclusivo que tiene algunas atribuciones adicionales a las que tienen hoy día, con policías en comisión de servicio y crea la figura del agente encubierto que está en la Ley de Drogas, pero no así en la Ley Antiterrorista ni en la Ley de Seguridad Interior del Estado. Además, posibilita que los jueces que juzgan estos actos sean de una región distinta a la donde se cometieron los actos de violencia. Eso da mayor garantía de imparcialidad. Es un proyecto que está aprobado en la Comisión de Seguridad Ciudadana.
"El Estado ha fallado en La Araucanía, falló cuando llegó allá e irrumpió con violencia y ha fallado ahora ya que nunca ha logrado anticiparse a los hechos" "Asignar cuotas a los pueblos originarios es una modalidad que aplican varios parlamentos del mundo. En Nueva Zelanda hay cupos reservados y dos padrones electorales""