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30 familias siguen en el albergue del Polideportivo a la espera de casas

VALPARAÍSO. Afectados por el siniestro de Puertas Negras permanecen en un gimnasio y carpas mientras se habilita el barrio de emergencia. Municipio proyecta a 2 años solución defintiva.
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Alexis Paredes R.

A un mes y medio del incendio que arrasó con más de 300 viviendas en el sector de Puertas Negras y Villa Esperanza, en la parte alta de Playa Ancha, cerca de 30 familias se mantienen en el albergue dispuesto por las autoridades en el Polideportivo Renato Raggio. Gran parte de ellos son adultos mayores y niños que no tienen la opción de contar con un techo y esperan la entrega de las anunciadas viviendas de emergencia, cuyo proceso de habilitación se ha dilatado más de la cuenta, según lo planificado originalmente por las autoridades a cargo del proceso.

"Después del incendio del sur, como que dejamos de ser prioridad para las autoridades de gobierno. Al principio estaban todos los servicios acá, ahora solo quedan un par de personas del municipio y un equipo de la gobernación, del resto nunca más los vimos", comenta con un dejo de resignación María, comerciante ambulante que perdió su casa y quien permanece sola en el lugar, ya que su hija con su nieta se fueron de allegadas donde un familiar.

"Desde el lunes de la semana pasada que nos vienen prometiendo que nos van a trasladar a las viviendas de emergencia, pero la fecha se ha ido postergando una y otra vez. Mañana (hoy) tendremos otra reunión para ver el traslado definitivo, dicen que falta instalar los baños o que producto del incendio del sur se agotó el stock entre los proveedores, pero nosotros necesitamos ser reubicados, vamos para los dos meses y como familia también necesitamos un poco de privacidad, de rehacer en parte nuestras vidas que se llevó el incendio", afirmó otra de las albergadas que pidió mantener en reserva su nombre, quien permanece junto a su esposo e hijos en el lugar.

En la multicancha del recinto de la subida Carvallo están distribuidos los colchones y escasos bienes que mantienen los albergados. Dentro de todo tratan de hacer una vida normal, pero deben someterse a una serie de reglas.

Como no existe personal de apoyo, ellos mismos confeccionaron un sistema de turnos para asear los baños. A primera hora les llevan el desayuno y luego, en forma puntual, son trasladados a las 13 y 20 horas hasta un liceo donde les sirven almuerzo y cena, respectivamente.

En el exterior del recinto personal de Carabineros y militares custodian el lugar, que tiene acceso restringido. A las 23 horas se apagan las luces y es el horario tope para que los albergados retornen a sus aposentos, luego se cierra la entrada para cualquier persona. La rutina diaria genera tedio y el ánimo no es de los mejores.

"Nos han dado puros calmantes, ahora el compromiso con la gente de la gobernación es que el próximo lunes nos trasladarían a todos. Incluso no todos los albergados han recibido el bono enseres", comenta Juan, respecto al aporte estatal que oscila entre el millón 200 mil y los 600 mil pesos, según el daño total o parcial de la vivienda.

"Las viviendas de emergencia aún no están habilitadas, se suponía que eran para nosotros, pero todavía esperamos, la idea es que nos trasladen a todos juntos. Esa la propuesta original, pero todo está en veremos", sentenció.

Consultado respecto al proceso de habilitación del barrio de emergencia, el gobernador provincial, Jorge Dip, descartó que exista un retraso en la entrega de las viviendas, resaltando que el proceso ha requerido sortear una serie de dificultades, ya que las casas deben ser habilitadas con todos los servicios básicos, al igual que un barrio nuevo, que incluye agua potable, alcantarillado y energía eléctrica, para que los damnificados tengan el máximo de comodidades.

El proceso para esta solución provisoria está en manos de la Intendencia Regional y Onemi, que tiene a su cargo la instalación de las viviendas

Dip evita hablar de un retraso en el proceso, puesto que "hay que generar condiciones para que la gente viva bien, no es llegar e instalar a la gente en un lugar, se debe dotar de todos los servicios necesarios. En el barrio de emergencia hemos instalado desde el alcantarillado hasta la energía eléctrica, un proceso que demanda tiempo".

Se estima que durante la próxima semana los damnificados serían trasladados a este barrio transitorio, con viviendas de 24 metros cuadrados de superficie, que traen baños adosados con conexión al alcantarillado, ducha, tasa y lavamanos.

"Si bien entendemos que se trata de un barrio de emergencia y de soluciones que debiesen ser transitorias, queremos entregarlas en las mejores condiciones para los damnificados. Evidentemente que generar esas condiciones de dignidad y habitabilidad toma tiempo", argumentó la autoridad provincial, junto con enfatizar que "así y todo el barrio está bastante avanzado y, de acuerdo a nuestras proyecciones, las viviendas debiesen ser entregadas dentro de la próxima semana".

Dip también subrayó que otra de las prioridades es "poder terminar con el albergue, de manera tal que las personas puedan estar en condiciones de mayor privacidad y de comodidad". Las soluciones definitivas están siendo trabajadas por Minvu, Serviu y municipio, para "dar una solución integral no solo de techo, sino también de barrio".

Desde el municipio porteño, la encargada para la reconstrucción del incendio, Tania Madariaga, sostiene que la planificación apunta en gestionar una solución definitiva para las más de 400 familias damnificadas, lo cual podría tardar hasta dos años, entre que se elabora el proyecto, adjudica y se construye.

"El proceso tiene varias etapas. La primera es la definición del catastro, incluso esa etapa aún está en discusión de los últimos casos, porque hay situaciones que se tornan un poco complejas de resolver en relación a las familias, su vinculación entre unos y otros, los allegados, entonces hay una situación que está en curso, pero que esperamos cerrar rápidamente para definir la solución definitiva", argumentó.

En relación a las situaciones transitorias, como las viviendas de emergencia, bonos de arriendo o de acogida, Madariaga enfatiza que "es un procedimiento que lleva por un lado la intendencia, respecto a los bonos, y por otro la Onemi, respecto a las viviendas de emergencia. En esta etapa transitoria, lo que hacemos como municipio es acompañar el proceso, pero no tenemos un rol respecto a la instalación de viviendas ni respecto a los bonos".

Por tal motivo, aclara, "vamos a mantener el albergue durante el tiempo que la gente lo necesite, ya que no pueden acceder a las soluciones transitorias de inmediato. Según las experiencias anteriores del Minvu y Serviu, se calcula en al menos 24 meses para tener construido un nuevo proyecto habitacional de barrio, que nosotros como municipio vamos hacernos cargo".

Proceso más lento que entrega de bonos

La encargada municipal para la reconstrucción, Tania Madariaga, reconoce que la instalación de viviendas de emergencia "es un proceso más lento que la entrega de bonos, pero hay personas que no tienen posibilidad de encontrar un arriendo o un lugar donde los acojan mientras esperan la vivienda de emergencia, y esos son los que se mantienen en albergue o están instalados en carpas en los sitios donde vivían". Producto de ello apunta, "es que hay una segunda discusión, respecto a si es posible o no instalar viviendas de emergencia en sitios que están en situación irregular en algún sentido, pero que las personas son propietarios".

"En el barrio de emergencia de Playa Ancha hubo que partir de cero con todo, habilitar alcantarillado, postaciones y alumbrado, al momento estamos ejecutando dichas obras"

Jorge Dip Gobernador de Valparaíso"

400 familias que se estima estaban en situación de toma, es el universo para el cual el municipio proyecta elaborar un nuevo proyecto habitacional, cuya construcción puede tardar 24 meses.

930 UF es el subsidio base que entregará el gobierno a los damnificados de Puertas Negras, con el cual pueden adquirir una vivienda nueva o usada disponible en el mercado.

50 viviendas contempla el barrio de emergencia que se levantó en la avenida Santa María, en el segundo sector de Playa Ancha, para ser utilizado por los damnificados.