Festival grosero
Lamentable la grosería rampante de los nuevos cómicos, entusiasta y tenazmente celebrada por los animadores, y las carcajadas hasta las lágrimas de varios rostros del canal transmisor y el frenesí de unos pocos que daban saltitos y tiraban besos.
El cambio de la alcaldesa con el paso de los días fue notorio y de buen augurio: apenas sonreía y cada vez menos...
Juan Suárez
Festival de Viña del Mar
El Festival de Viña del Mar llegó a su fin, por ende es bueno reflexionar respecto de su estructura y propuesta como espectáculo de entretención más allá de la calificación profesional o artística que los eruditos puedan esgrimir.
Convengamos que un Festival que ha logrado mantenerse por 58 años en el interés del municipio, artistas, público, medios de comunicación y organizaciones internacionales ligadas a este tipo de funciones, sus méritos debe tener. Además, la posesión televisiva permite que la fiesta sea difundida a millones de espectadores; en consecuencia el Festival en sí, tal vez sin proponérselo sus creadores, es una vitrina cultural de nuestra idiosincrasia y costumbres.
Dicho lo anterior, más allá de la crítica y análisis que toda obra humana concita, deseo reparar en el comportamiento lingüístico de la mayoría de quienes participan de este certamen el cual, a mi parecer, no se sitúa a la altura de una representación internacional.
No sólo el humor ha estado alejado de un comportamiento acorde a nuestro actuar cotidiano y humano, también deja mucho que desear el uso liviano del lenguaje a que echan mano "todos" los programas televisivos y radiales festivaleros, en los cuales la mayoría de sus panelistas hacen uso y abuso de la mala prosodia y ninguna retórica, muchas veces induciendo al telespectador a repetir conceptos errados y erráticos que en nada contribuyen al crecimiento cultural de Chile; excepción sea dicha para la prensa y medios escritos.
No es lo mismo el hablar que el decir. Así las cosas, no se puede, bajo ningún pretexto, confundir picardía con chabacanería o lenguaje soez - como a menudo nos tienen acostumbrado algunos humoristas. Para ello están los cabarets, bares o la privacidad del hogar. De paso, es bueno hacer presente que la defensa del género femenino no puede tener sustento en el menoscabo de otros y menos en el menosprecio del propio género al cual se dice defender. Comentario aparte merecería el feble inglés de los animadores…
Es saludable aprender de otras culturas donde grandes eventos televisivos no escarban en lo chabacano ni lo grosero para tener éxito y audiencia. Así lo reflejan los Oscar, los Grammy y el Mysteryland Festival de Holanda, por citar algunos.
Nuestro país, nuestra cultura, merecen una mejor propuesta en este tipo de festividades y el Festival de Viña del Mar debe ser un aporte positivo a nuestras costumbres, más aún considerando que parte del mundo hispano fija sus ojos en estas costas en esta época.
Fernando Salvador Corporación Cultural Valentín Letelier Viña del Mar
Candidatura a senadora
Senadora Isabel Allende usted no tiene nada que hacer en Valparaíso y menos pretender ser senadora por nuestra Región, aquí queremos gente regional que nos represente en el Congreso.
Y espero que los votantes de la Región de Valparaíso piensen y no voten por afuerinos que no nos favorecen en nada y votan por lo que les indica el partido significando esto favorecer a Santiago, lo cual está totalmente comprobado.
Miguel Marín López
Parque Pümpin
El 24 de febrero se publicó una nota sobre los procesos de invalidación de la Dirección de Obras Municipales (DOM) en El Mercurio de Valparaíso, entre los cuales se menciona el proyecto Parque Pümpin.
La nota contiene imprecisiones importantes de aclarar. Se dice que el anteproyecto habría sido acogido por la DOM sin contar con los respaldos legales, lo cual no es efectivo, ya que el anteproyecto y el posterior permiso fueron aprobados cumpliendo con todos los requisitos legales.
Se explica que hay dos pronunciamientos de la Contraloría dando cuenta de que la DOM no corrigió las irregularidades, sin embargo, se omite que, tras ambos dictámenes, la DOM ratificó el anteproyecto, usando los mismos criterios definidos por la Contraloría sobre las situaciones jurídicas consolidadas de buena fe. Un tercer oficio corresponde a un pronunciamiento de la Contraloría Regional que está siendo revisada por la Contraloría General de la Republica, tanto por una impugnación de nosotros como por la Municipalidad.
Por último, la gran mayoría de los vecinos han apoyado nuestro proyecto por agregar valor al barrio, y por brindar una mayor seguridad y calidad de vida, resguardando el 85% del área verde. De hecho, al día de hoy más de 20 organizaciones comunitarias han usado nuestras instalaciones. Nuestro proyecto será un gran aporte para la ciudad.
Marcelo Cabrera Gerente proyecto Parque Pümpin