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Educando a reclusos

La educación es la mejor estrategia para generar un cambio sustantivo en la conducta de las personas recluidas.
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La educación es decisiva en el proceso de crecimiento, socialización y humanización de las personas. Convencidos de ello, la Universidad de Playa Ancha en conjunto con el Ministerio de Justicia y Gendarmería de Chile, han concordado la apertura de una carrera Técnica de Nivel Superior gratuita, en las dependencias del Penal de Valparaíso. El propósito es formar en Logística a un conjunto de 22 reclusos que tienen condenas superiores al término de duración de sus estudios. La carrera será impartida por académicos de excelencia del Instituto Tecnológico de la Universidad.

La Universidad de Playa Ancha es una institución de Educación Superior Estatal y pública, con una misión trascendente al servicio de necesidades públicas de interés regional y nacional, que declara y se guía por principios y valores trascendentes como son la inclusión, la diversidad, la defensa del medio ambiente, la responsabilidad social, el pluralismo, la igualdad de oportunidades, la no discriminación arbitraria y los derechos humanos. Sobre la base de estos principios la Universidad de Playa Ancha ha adoptado esta decisión.

La experiencia que en esta materia ya ha tenido la Fundación Universidad de Playa Ancha, que imparte programas de oficios, y que ya en 2016 certificó a un conjunto de reclusos en el oficio de orfebrería, fue notable. En efecto, un grupo de personas privadas de libertad lograron adquirir las competencias para convertirse en orfebres del primer nivel, que comercializan desde la cárcel. En palabras de los oficiales de Gendarmería, en ellos se ha producido un cambio conductual notable, constituyendo un estímulo a su autovaloración y reconocimiento de su entorno familiar y social.

La experiencia internacional y las investigaciones que realiza el núcleo de educación de adultos de la Universidad, concluyen que la educación es la mejor estrategia para generar un cambio sustantivo en la conducta de las personas recluidas. Nos alecciona además que las personas que han cometido errores en sus vidas, que concluyen con penas privativas de libertad, más que reformarse en los penales , lo que logran más bien es el perfeccionarse para seguir delinquiendo. La disminución efectiva de la delincuencia y la no reincidencia, se logra con educación de alta calidad y con entregar verdaderas oportunidades. Es por ello que la educación es el medio para que esas personas logren un cambio más profundo y vuelvan a la sociedad con las herramientas necesarias para desenvolverse adecuadamente.

Esta carrera contará con la implementación necesaria que se instalará en el Penal de Valparaíso y contemplará también cursos de humanidades y acciones valóricas que permita a los reclusos entender al ser humano de otra manera, para que logren también adquirir una visión de mundo que les permita una mejor reinserción social.

Lo que sigue ahora es que nuestro poder ejecutivo y legislativo dicte normas que permitan que estas personas no salgan en libertad con una carga en sus antecedentes que les cierre las puertas de un trabajo digno y honesto.

Patricio Sanhueza V.

Rector Universidad de Playa Ancha

En la ciudad del Power Point

La Región ha vivido una de sus semanas más miserables, con el retraso del Metro, el conflicto del Puerto y el ninguneo al Centro de Neurociencia. Si algo tienen en común estos tres eventos, eso es el indignante silencio de las autoridades centrales, llamadas a poner la cordura y mediar en estos casos.
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La durísima semana que ha vivido la Región de Valparaíso, iniciada con la inaceptable postergación de la extensión del metro a Quillota y La Calera, por motivos presupuestarios que nadie sabe explicar bien y que pocos están dispuestos a discutir con Santiago por el costo político que ello conlleva, se fue agriando a medida que pasaban los días con el patibulario conflicto de las principales empresas portuarias por el aforo de las cargas limpias y el incomprensible ninguneo al cual ha sido sometido el proyecto del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso.

Pero si algo tienen en común estos tres eventos, eso es el indignante silencio de las autoridades centrales, llamadas a poner la cordura y mediar en casos como éstos, en los cuales los dirigentes regionales -probado está- sencillamente no dan el ancho necesario para garantizar los intereses de los habitantes de la zona.

¿Cómo es posible que tenga que ser el presidente de EFE el que tenga que dar la cara por una promesa rota que se arrastra desde tiempos de la administración de Ricardo Lagos Escobar? ¿En qué planeta una empresa estatal y su principal concesionario desatan una guerra abierta, en la cual se dan el lujo de basurear a los turistas y presionar a medio mundo, incluidos los medios de comunicación, para que sólo se informe lo que a ellos les interesa, sin que el ministro de Transportes o las autoridades respectivas se dignen a llamarlos al orden? ¿Cómo es posible que un Premio Nacional de Ciencias, que apuesta por instalar un centro de investigación de lujo en el barrio más pobre del Puerto, tenga que mendigar una reunión con el alcalde porque el Gobierno Regional no se digna a recibirlo para explicarle por qué se volvió a retrasar su edificio, pese a que ya está completamente financiado por méritos propios?

Entonces es cuando uno se acuerda de esos peregrinos Power Point que le presentaron más de alguna vez, que mostraban el rédito social de la conectividad regional (incluso Quillota cambió el emplazamiento original de su hospital, también postergado, para que tuviera acceso al metro); los mismos que prometían maravillosos beneficios (pedido a la carta confeccionado por un experto de una universidad privada de la zona) para Valparaíso con la construcción de un nuevo terminal portuario; o la magia propia de un centro interdisciplinario, único en el mundo, en el cual los papers y la investigación coincidirían con el reimpulso que nadie había podido darle a uno de los barrios más golpeados y olvidados de Valparaíso.

Debe acaso existir un mundo paralelo en el cual las platas se utilizan de buena manera y no todo termina en sumarios administrativos que no hacen más que sepultar la deficiente administración de recursos públicos, un mundo en el que la indecencia de quienes detentan altos cargos sucumbe ante la nobleza, un mundo que, al menos por esta comarca, hace rato que dejó de existir.

Valparaíso necesita de todos

Algunos de los dirigentes del movimiento que él (Jorge Sharp) representa, tienen fantasías con el "duopolio".
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Se han cumplido tres meses de gestión del alcalde Jorge Sharp, tiempo breve pero suficiente para hacer una evaluación de su administración.

Tengo la convicción que si la autoridad comunal logra separar los roles, asume el amplio mandato que le entregó la ciudadanía y deja fuera su rol de dirigente político partidista del nuevo movimiento del que él forma parte, le puede ir mucho mejor, porque los porteños lo van evaluar por lo que hace como alcalde y no por lo que dice como dirigente autonomista.

Si el alcalde confía más en las personas y en las instituciones que son actores de nuestra democracia regional y nos respetamos entre las autoridades, entonces vamos a construir confianzas, y éstas se van a traducir en apoyos concretos a la ciudad. Todos queremos que a Valparaiso le vaya bien, independiente de la posición política que cada uno tenga.

El diagnóstico de la municipalidad y su invialidad económica era conocido por todos, pero sólo ahora que la nueva administración se comienza a compenetrar e interiorizar, constata la cruda realidad financiera y la insolvencia para dar sostenibilidad a la ciudad, denuncia reiterada de sus antecesores Jorge Castro y Aldo Cornejo para justificar una nueva Ley de Puertos, con el fin de atraer nuevos recursos a las municipalidades portuarias. Es decir, los problemas estructurales de la ciudad que se arrastran van más allá de la gestión de un u otro alcalde.

En ese mismo sentido, la mayor debilidad de la administración sigue siendo el desaseo de la ciudad y ésto es pese a contar con 500 trabajadores PGE, 350 trabajadores de la Corporación Municipal, otros de planta y privados para dicha función. Sin embargo, las calles siguen sucias y no se ve una solución en el corto plazo, aún cuando la nueva administración trata de impulsar acciones para cambiar esta realidad, pero éstas demandan muchos recursos que no tienen y deben ir a golpear puertas para conseguir dichos aportes.

Sobre los cambios impulsados por el edil, estos van en la linea correcta. Es más, conozco al nuevo administrador (Claudio Opazo) y el coordinador de aseo (Alejandro Villa), y además tengo una muy buena opinión del Secpla (Patricio Rozas). Son personas con experiencia y trayectoria en la administración publica y académica. Sin embargo, esos cambios por si solos no van a mover a todo el municipio.

Valparaíso necesita de todos y es allí donde el equipo de Jorge Sharp se equivoca de estrategia. Señalo lo anterior, dado que algunos de los dirigentes del movimiento que él representa, tienen fantasías con el "duopolio", y plantean que hay una conspiración para que les vaya mal y eso es una falta de respeto a las instituciones republicanas y a las personas que la componen.

En cuanto al Consejo Regional (CORE) de Valparaíso, se refiere que está compuesto por hombres y mujeres de la Nueva Mayoría y de la Derecha, y lo que hacemos a diario es apoyar a las diferentes comunas, independiente de quien es el alcalde. Nosotros vemos necesidades y la gente que está detrás de esas demandas, esa ha sido la trayectoria del CORE y todos los alcaldes pueden dar fe que nunca han sido discriminados por su ideología.

Manuel Milones Chirino

Consejero regional