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Municipio y Cultura Ciudadana

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Es difícil producir o generar modelos políticos diferentes al que propone la vieja y degradada política, basada casi siempre en fidelidades indignas o en relaciones impúdicas entre acreedores y deudores, en que se intercambian favores y prebendas. O, simplemente, entregarse a procesos que naturalizan la corrupción, ya sea blanda o fuerte.

Los que nos hemos propuesto participar en procesos de renovación de la política desde las prácticas culturales, asumimos el componente ético-estético como eje fundamental del desarrollo. Y entendemos por prácticas culturales aquellas modalidades de trabajo colectivo, ya sean artísticas o comunitarias, en que se promueven nuevos paradigmas de relación entre la comunidad o en donde se refuerzan modos tradicionales de intercambio y de conversación, y en donde se intenta una relación horizontal con el poder e incluso el cogobierno.

Todo esto a pesar que es muy difícil apelar a los recursos éticos de la comunidad, que ha sido acostumbrada a tener relaciones espurias con el poder, cuando lo fundamental es la sumisión y el compadrazgo. Es difícil, insisto, porque a pesar de la riqueza asociativa de las comunidades, siempre está el clientelismo, ya sea el tradicional o el de nuevo cuño, ese que simula protocolos de participación ciudadanas para cumplir con estándares modernos de acción política, pero que sigue siendo jerarquizadamente clasista.

La arrogancia intelectual o la irrupción de nuevos grupos de interés de raigambre universitaria que constituyen una nueva clase social burocrática, sumado a la adoración a líderes improvisados que se apropian de un camino que la propia comunidad ha ido construyendo, constituyen un nuevo escenario del que hay que hacerse cargo. Me refiero concretamente a la irrupción de la jerga ciudadanística en la política local, representada en la irrupción del municipio ciudadano en Valpo.

En otras ocasiones me he referido a las relaciones entre arte y política (o entre cultura y poder político, incluso entre estética y política), aunque hay un capítulo más restringido al respecto que es la relación entre escritores y/o artistas, y las dinámicas instalativas del poder político. Un capítulo interesante al respecto surge a propósito de modalidad de generación de cargos y funciones en el área de la cultura, que es una zona clave por su carácter estratégico. En este punto se opta por recurrir al paradigma del negocio (no digo negociación) político tradicional, probablemente por economía de la ignorancia del campo cultural o por simple desprecio, que es un modo operativo de demostración de poder. El resultado es el evidente abandono de esa zona estratégica por un municipio que se supone tenía otra impronta.

Conversaba el tema con un colega y recordábamos algunos escritores del siglo XX que sucumbieron en ese trance de intento renovador de la política desde la cultura, pensábamos por ejemplo (hay muchos más ejemplos) en Boris Spilniak, un soviético trotskista que sucumbió a Stalin; o, mucho más cercano, en Roque Dalton (que vivió en Chile), asesinado por sus propios compañeros de ruta. Hoy no se los elimina físicamente, basta con la omisión institucional.

En pocas ocasiones, o nunca, se aprovechó la mirada de estos compañeros en la construcción de un nuevo orden cultural, sólo habrían servido en una primera instancia, en la lucha contra el enemigo, pero no en la construcción de las nuevas políticas. La razón podría tener que ver con que siempre es más cómodo recurrir a las prácticas tradicionales de administración por parte de los nuevos burócratas, cansados de representar lo que definitivamente no son, revolucionarios.

Existe otra posibilidad, que es la de la cortesanía decorativa o la de convertirse en escritor o artista oficial, que es una de las posibilidades. Hoy en día se tiende a recurrir a artistas más ligados a las tablas o al espectáculo, incluido el circense, como efecto mediático.

Insisto, la razón política es refractaria a otras lógicas. Por eso la política suele ser tan perversa y patológica en relación a los otros lenguajes de la vida social, de ahí su lejanía estructural y su enclaustramiento palaciego y oficinesco.

Es muy insólito que el municipio ciudadano en Valparaíso omita a lo que podríamos llamar la comunidad artístico cultura, organizada en la ciudad puerto en múltiples prácticas asociativas; la razón es simple, ellos provienen de un mundo muy conservador políticamente, las universidades, en donde la producción cultural siempre fue secundaria y donde sólo hacía de comparsa al discurso oficial. Todo esto implica una doble responsabilidad, porque no todo está perdido, se trata de mejorar la calidad de nuestro diálogo cultural y legitimar la emergencia de un modo de actuar ciudadano y cultural.

Escritor y profesor de Castellano.

Autor de "La Batalla de Placilla"

Marcelo Mellado

ENTREVISTA. Rodrigo Vattuone, exgobernador martítimo:

"El próximo 19 de noviembre voy a estar en la papeleta sí o sí"

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Belén Vásquez N.

El año pasado Rodrigo Vattuone terminó su carrera naval, tras 33 años ligado a la institución. El hombre nacido y criado entre los cerros Polanco, Barón y Larraín no quiere desperdiciar todo lo que aprendió en la Armada, sobre todo, lo que tiene que ver con el servicio público.

"Soy de la región, así que tengo una radiografía de la zona. Junto con mi equipo, con el que trabajo hace dos meses, tomamos la decisión de ingresar a la política", comenta el que por dos años fue gobernador marítimo de Valparaíso.

Según cuenta baraja dos opciones: presentarse a gobernador regional o como diputado por el distrito costero, que incluye comunas como Valparaíso, Casablanca, Viña e Isla de Pascua. "Soy regionalista y creo en transferir el poder a la regiones y estoy expectante de qué pasará con los gobernadores regionales para tomar mi decisión final. Pero el próximo 19 de noviembre voy a estar en la papeleta sí o sí", advierte.

-¿Qué fue lo que lo motivó para ingresar a la política?

-Básicamente mi función en la Armada fue de servicio público, por tanto siempre me he sentido muy cercano a la comunidad y a entender muchos de sus problemas y sus demandas. Por tanto, una vez retirado y luego de haber analizado mi situación, la primera decisión es querer seguir en el servicio público. Soy una persona optimista, me gusta avanzar y mirar para adelante, por lo tanto, mi decisión es de ayudar y creo que de la mejor manera que lo puedo hacer es estando en terreno con la gente.

-¿Cuál sería su aporte o su visión?

-Mi visión es de ayudar y servir a la comunidad y entregarme a mi región desde el mundo de mi independencia, algo que para mí es vital.

-¿Por qué es tan importante la independencia?

-Creo que desde el mundo de la independencia me proyecto en un trabajo con un equipo que no importe el color político. Me interesa trabajar con gente que quiera a la región y a las comunas sin importar su pensamiento, porque para mí el tema de la derecha, de la izquierda o del centro va quedando atrás y yo camino hacia adelante. Desde mi posición independiente puedo interactuar con las diferentes autoridades y me voy a quedar tranquilo para entregar mi opinión, para escuchar a todos, y para recibir críticas. Me siento cómodo así, sé que es difícil, pero quiero mantener mi independencia.

-¿Cómo financiará la campaña?

-Hay que organizarse. Primero habrá un aporte personal hacia mi campaña, hay una esperanza de mínima de votos que aporta una parte importante del financiamiento, y lo otro lo haremos con el equipo de trabajo, aportes de la familia, de grupos de amigos, y estaremos abiertos a recibir ayudas, pero pensando en hacer algunas actividades que no sean de tanto costo.

Un programa concreto

El cronograma de trabajo lo tiene más o menos armado. Dice que en las próximas semanas se inscribirá en el Servicio Electoral para iniciar el proceso de firmas. Y el próximo mes comenzará "un recorrido por todas las comunas, en el que quiero tomar contacto con todos los alcaldes, con la gente, con los gobernadores, con los sindicatos, con pescadores, trabajadores portuarios, etc.".

-¿Por qué?

-Porque quiero saber, de primera fuente, cuáles son las expectativas y necesidades que ellos tienen, cuáles son sus deseos, qué es lo que está bien y qué está mal, para hacer una propuesta seria porque no quiero mentir, ni proponer cosas que no se puedan cumplir. Quiero hacer un programa aterrizado.

-¿Hay algún tema en particular que le importe?

-Hay varios. Sin duda que la Ley de Pesca es un tema importantísimo en este momento. Hay que poder analizarla, cambiarla y que tenga la legitimidad que corresponde porque está sumamente cuestionada. Hay que ver el tema de los recursos de los pescadores, sus seguros, cómo aumentar sus áreas de manejo, y otras áreas de negocio. Las caletas de pescadores generalmente se asocian a que el pescador sale a la mar, pero ellos también pueden desarrollar la parte turística, los deportes náuticos, o los restoranes, entre otros núcleos de negocios, porque los pescadores artesanales es un tema sumamente relevante para mí.

"Me interesa trabajar con gente que quiera a la región y a las comunas sin importar su pensamiento, porque para mí el tema de la derecha, de la izquierda o del centro va quedando atrás""