¿Alcaldía ciudadana?
La Secretaria de Planificación Comunal (Secpla) es una unidad fundamental para un municipio, debiendo velar por el desarrollo armónico de la comuna, su crecimiento futuro, la priorización de las inversiones y el presupuesto municipal. Por ello, se entiende la repercusión que ha generado la salida de Patricio Rozas del municipio de Valparaíso, más aun considerando que se trata de un profesional de reconocida trayectoria.
Producto que Rozas fue apoyado por el movimiento "Pacto La Matriz", algunas voces especularon que con esta medida la alcaldía podría perder su condición "ciudadana". A ello se suma la poca atención que le dio el alcalde a la idea de cambiar el nombre a la avenida Pedro Montt, sugerida por representantes del Pacto.
¿Es el despido de Rozas o la poca relevancia dada a la idea de cambiarle el nombre a Pedro Montt un retroceso en el sello ciudadano que Sharp le quiere entregar a su administración? Veamos.
Lo primero que debemos decir es que autodefinirse como "alcaldía ciudadana" es una tautología, ya que todos los alcaldes son electos por ciudadanos y se los debe representar en tal condición. El caso de Sharp no es distinto, aunque haya sido electo con sólo el 31% de los votos, ya que esta baja participación se repitió en la mayoría de las comunas de Chile.
En estricto rigor, no compromete el sello ciudadano el hecho que Rozas haya sido reemplazado por una militante del movimiento político del alcalde. Esto también ocurre en la gran mayoría de los municipios de Chile y resulta lógico si pensamos que cualquier autoridad quiere contar con equipos que compartan su ideario político. Otra cosa es que miembros de los movimientos que apoyaron la postulación de Sharp se hayan hecho de la idea que el sello ciudadano consista en que el alcalde les debiera consultar todas las decisiones, cosa que no ocurre en la política tradicional. Lo mismo aplica para el cambio de nombre de la calle, un tema efectivamente muy menor considerando los enormes problemas que arrastra Valparaíso.
No obstante lo anterior, hay tres aspectos en que sí debiera tener cuidado la nueva administración. El primero es nombrar a personas con militancia pero poca experiencia para el cargo, como ocurrió con tristes resultados en la comuna de Providencia. El mismo cuidado debiera existir frente a la tentación de "duplicación" de funciones, en cargos con responsabilidad administrativa. Tampoco es bueno que los conflictos con equipos entrantes y salientes, o con funcionarios con desempeños en áreas críticas (como el director de Obras) se ventilen por la prensa, dando una sensación de desconexión entre la alcaldía y los cuadros técnicos del municipio, lo que induce conflictos organizacionales, lo cual le hace mal a una alcaldía que requiere sumar apoyos y no restar, menos partiendo.
El segundo aspecto a cuidar son las expectativas generadas. Como lo ha dicho públicamente Sharp, Valparaíso es un municipio quebrado, con problemas sociales que requieren acciones concretas y no de tanta retórica, como el retiro de la basura, la limpieza de las quebradas, la seguridad ambiental o la urbanización de los campamentos. Por ello, es bueno recordar que el foco de los alcaldes es el gobierno local, debiendo mantener un alto grado de sintonía con otros sectores de la administración pública.
El tercer aspecto a cuidar es la obsesión refundacional que ya hemos visto tras el discurso "ciudadano" y que puede ser perjudicial si es que se pretende hacer tabla rasa en la política municipal u olvidar las prioridades sociales. Este riesgo es mayor si Valparaíso es tomado como un referente para cambiar el modelo político de Chile, pero sin los recursos del Gobierno Central ni la atención de le brinda la prensa a los asuntos que ocurren en la capital.
Lo mismo aplica para el Pacto La Matriz, que seguramente se encontrará con más situaciones como la de Rozas. Más allá de la épica del triunfo, ampliamente reportada en sentidas columnas, no deben olvidar que han electo a un político químicamente puro, que viene de las federaciones estudiantiles como muchos dirigentes de los partidos tradicionales, que se encuentra dentro de un movimiento que aspira al Gobierno y que empieza a evidenciar la impronta de estos viejos caudillos porteños que regañaban a sus funcionarios ante el pueblo, sólo que esta vez se hace vía redes sociales.
Los atributos políticos pueden ser un gran activo en la medida que el alcalde se rodee de buenos equipos, priorice acciones por sobre la retórica y que sus adherentes se mantengan fieles hasta el final o, al menos, no ventilen sus desavenencias por la prensa.
Marcelo Ruiz F.
Iván Poduje C. *
* Integrantes Corporación Metropolítica