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ENTREVISTA. Mauricio Rojas, escritor y profesor universitario:

"Los jóvenes deben saber que la utopía marxista suena fantástica pero sus resultados son horribles"

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Paola Passig

Develar y escudriñar el proceso que llevó a Vladímir Ilich Uliánov, alias Lenin, a aplicar milimétricamente los lineamientos marxistas, a entender cómo construyó el partido y lo más importante, cómo llegó a la idea básica de que "el fin justifica todos los medios" fue el objetivo del escritor Mauricio Rojas, en su libro "Lenin y el totalitarismo", que lanzó esta semana en el auditorio de la Universidad Adolfo Ibáñez.

El exmilitante del MIR, quien estuvo exiliado en Suecia, relata en su perfil como el líder bolchevique fue "un hombre frío, calculador, manipulador y dispuesto a golpear implacablemente a sus rivales, sean quienes sean".

-¿Por qué escribir hoy sobre Lenin?

-Hay una serie de motivaciones. Primero este libro tiene una relación muy importante con lo que es mi vida. En los 60 ser leninsta-bolchevique era la mayor aspiración en los círculos militantes chilenos y claramente me marcó la vida. Luego hay una reflexión sobre por qué se llega siempre a terribles dictaduras cuando los partidos leninistas toman el poder, y además se celebra el aniversario número cien de la Revolución Rusa y no hay ningún hecho que marque tanto el siglo XX como este hecho: estos partidos llegaron a dominar a más de una tercera parte de la humanidad. No conozco ningún éxito político parecido. Incluso hoy todavía gobiernan una quinta parte de la humanidad y en el gobierno chileno hay un partido leninista. Hay muchas cosas que hacen que esto esté muy presente.

-Se han escrito muchos libros, mitificando y desmitificando su figura ¿Cuál es su mirada o cuál es su aporte al debate leninista?

-Sí, se ha publicado mucho. Especialmente después que salieron los archivos secretos tras la caída de la Unión Soviética. Entonces aparece un material histórico que nos permite tener los hechos sobre la mesa, pero lo importante es cómo se interpretan. La fuerza dinámica que conduce a lo que es la Unión Soviética y al terror soviético son las ideas de Marx; la utopía de Marx sobre una sociedad total donde el individuo casi desaparece en el colectivo. Esa es la idea que motoriza a Lenin y su aporte al marxismo es darle a la utopía una forma concreta y práctica de cómo realizarse. El partido revolucionario es su gran creación y este personaje que es el militante, el revolucionario profesional. Y ahí trato de hacer esa conexión y sigo muy de cerca la vida de Lenin; por eso que el libro se llama "Lenin y el totalitarismo" abordando cómo él evoluciona, cuáles son los pasos que da. También para entender cómo crea su partido y cómo llega a una parte esencial del leninismo que es la idea de que el fin justifica todos los medios. El fin revolucionario grandioso justifica que uno mate, muera, participe en insurrecciones. Todo eso es totalmente indiferente porque es el fin. Entonces ¿cuáles son los elementos prácticos que construyeron esta máquina tan poderosa que fue el partido leninista? Eso es lo que abordo y luego me extiendo hasta los años 30 para demostrar cómo se desarrolla y se consolida el sistema bajo el gobierno de Stalin.

-O sea Lenin interpretó a cabalidad el pensamiento marxista.

-Exacto. Él es el gran intérprete de la utopía revolucionaria y fue él quien la llevó a la práctica. Lo que pasa es que esa utopía, y eso es lo interesante, lleva en sí misma la necesidad del terror. Porque al plantear la creación de un mundo nuevo, un hombre completamente nuevo, se debe ejercer una gran violencia primero para cambiar totalmente la sociedad, y después para amoldar al individuo a estos ideales que se han planteado. Eso nunca ocurre voluntariamente porque los individuos se resisten a someterse a esta disciplina colectiva. Por eso la realización lleva a consecuencias como las que siempre hemos visto. Y esta historia se ha repetido cada vez que partidos similares han llegado al poder. Incluso en casos más terribles que el soviético como fue en Camboya.

-En Chile la oposición acusa intentos refundacionales, la aplicación de la retroexcavadora que busca cambiar lo que había. No es lo mismo, claramente, ¿pero también la refundación genera crisis?

-La refundación que los marxistas leninistas hacen es de una profundidad que excede todo lo que hoy día se está planteando. Ellos buscan la creación de un nuevo tipo de ser humano lo que implica eliminar a los seres humanos existentes, cambiarlos, pero en todo caso cualquier idea refundacional -que es partir de nuevo- es una idea que genera grandes tensiones políticas. Pero la refundación leninista es una refundación total, de naturaleza, lo que lleva a unos niveles de violencia que han sido únicos en la historia junto con el nazismo y movimientos parecidos.

-Movimientos totalitaristas.

-Es que el totalitarismo, más específicamente, es el proyecto de crear una sociedad donde todo está controlado por el partido de Estado. Por eso que es la sociedad total, el totalitarismo, donde nada queda afuera. Y eso lo distingue de las dictaduras donde se ejerce una tremenda represión política, pero dejan la economía privada, la propiedad privada…dejan espacios donde el individuo se mueve sin la presencia del Estado. Los regímenes totalitarios como el comunismo o el nazismo no dejan esos espacios porque su proyecto es abarcarlo todo. En la Unión Soviética llegaron a niveles increíbles de destrucción de todo ámbito privado.

-Con el proceso de occidentalización y la caída de la Unión Soviética ¿qué queda de Lenin en la Rusia actual?

-Muy poco. Existe un partido comunista. Sin embargo, en el mundo una quinta parte está regida por regímenes comunistas como son los casos de China, Vietnam, Corea, Cuba… Por lo tanto, lamentablemente, continúan sus asesores gobernando. Incluso en Chile tenemos la presencia de uno de los partidos comunistas que no ha hecho ninguna autocrítica, que no ha cambiado. Cuando se descubrió toda la barbarie soviética en Europa los partidos comunistas empezaron a cambiar y surgió lo que se conoce como el eurocomunismo que fue una reflexión crítica y que planteaba que había que alejarse de eso. En cambio el PC chileno sigue apelando a los valores de Marx y de Lenin. Por tanto en Chile tenemos un exponente clásico de este pensamiento.

-¿El comunismo chileno sigue marcado por una estructura leninista fuerte?

-El PC chileno no es tan grande como era antes, pero en el gobierno actual ha tenido una gran influencia, quizás porque la Presidenta ha mostrado un afecto extraordinario y extraño a nivel mundial por una de las últimas creaciones del leninismo y que es la República Democrática Alemana (RDA). Hay un lazo político y mental de la Presidenta con la RDA que le abre al PC -que postula esas ideas- un espacio muy amplio. O sea, cuando se planteó el problema de Venezuela el PC inmediatamente se puso de lado de ese país y es uno de los pocos partidos comunistas del mundo que le manda felicitaciones a Corea del Norte o que todavía habla de Cuba como si fuera una especie de democracia. Eso nos muestra lo leninista que es todavía el PC chileno.

-Dado su alejamiento de esta ideología ¿su libro también busca algo así como un "téngase presente esto que aún está aquí con nosotros"?

-Sí, apunta a eso, y también a comprender el hecho más importante del siglo XX. Que fue clave en la historia moderna de Chile que no es posible comprender sin tomar conciencia de que la Unidad Popular eran partidos leninistas y que teníamos un Presidente que era marxista leninista. Pero la lección de fondo apunta a que tenemos que ser cuidadosos con este tipo de utopías que suenan tan fantásticas con eso del hombre nuevo y que nos proponen cambiarlo todo de raíz porque los resultados, cuando han tratado de aplicarse, han sido horribles. Especialmente en la juventud donde existen ganas de cambiarlo todo y particularmente con ideas que suenan tan lindas. Por eso es importante mostrar que este ha sido el resultado y decir que esto no ha sido algo casual porque está inserto en la idea misma de cambiarlo todo. Porque cuando quieres cambiar la naturaleza del ser humano, debes ejercer una violencia terrible y al final no salen hombres nuevos.

-¿Y cuál es el rol que juega Stalin en el proceso leninista? En general se le culpa de los excesos.

-Yo lo que veo es que hay una continuidad total. Es Lenin el que implanta el terror rojo, Lenin crea la gran policía secreta, Lenin aplasta todo intento democrático. Stalin es el producto perfecto del leninismo. En general los líderes leninistas vienen de una generación anterior, ya tenían una formación, pero Stalin y los stanilistas son el producto del partido leninista y nadie fue tan querido por Lenin como este giorgano del sur que asaltaba bancos y ponía bombas, porque era realmente de armas tomar, y financiaba en gran parte la actividad del partido bolchevique. Este hombre es el producto más genuino de ese partido que Lenin creó.

"El PC chileno ha apoyado a Venezuela, le manda felicitaciones a Corea del Norte o todavía habla de Cuba como si fuera una especie de democracia. Eso nos muestra lo leninista que es""