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Mc Intyre: "Es la oportunidad para que todo el mundo pueda sumarse a este homenaje"

DESFILE. El comandante en Jefe de la Primera Zona Naval destacó la posibilidad que pueda volverse al trazado original de la celebración de las Glorias Navales, que este año recorrerá gran parte del plan de la ciudad.
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Rodrigo Navarrete N.

Como una ocasión muy especial, y sin los nervios de otras oportunidades, califica el comandante en jefe de la Primera Zona Naval de la Armada, contraalmirante Ronald Mc Intyre Astorga, la celebración de las Glorias Navales de hoy.

Para él, quien vivirá su cuadragésimo segundo desfile del 21 de mayo, la de este año tendrá un significado especial. Sobre todo porque será el primero luego de que se cambiara la fecha de la cuenta pública, a raíz de los lamentables hechos ocurridos en años anteriores en la ciudad de Valparaíso.

"Obviamente que es especial, sobre todo por el puesto que tengo hoy en día. La Primera Zona Naval siempre ha sido la custodia de todo lo que es el Monumento, el edificio de la Armada de Chile. Por lo mismo, tanto para la Primera Zona, como para mí como comandante, es un orgullo y un tremendo desafío estar a cargo de las preparaciones de la ceremonia. Tiene un carácter súper especial", comentó el contraalmirante.

Menos tensión

Asimismo, Mc Intyre sostuvo que el hecho de que se haya cambiado el mensaje presidencial para el 1 de junio, permitirá que haya "menos tensión" y "menos apuros" durante el desarrollo del desfile.

"Hay que acordarse que cuando la Presidenta estaba dando la cuenta pública en el Congreso, todo el mundo estaba pendiente de la hora, porque a las 12.10 horas tendría que iniciar los honores al hundimiento de la Esmeralda, entonces, todos estaban preocupado de eso. Creo que al descomprimirse eso, en general, el ambiente es mucho más tranquilo", sostuvo.

Por lo mismo, cree que con la celebración de hoy se vuelve a lo más tradicional que era años atrás el homenaje a las Glorias Navales. No obstante ello, aseguró que "este no es un día para la Armada de Chile o las Fuerzas Armadas, sino que es un día para todo Chile. Esta es la oportunidad para que todo el mundo pueda sumarse a este homenaje".

En esa misma línea, el comandante en jefe de la Primera Zona Naval dijo que lo más importante es que nunca la celebración y conmemoración del Día de las Glorias Navales "ha dejado de estar presentes en los chilenos". "El año pasado tuve la oportunidad de estar en Iquique para el 21 de mayo y ahí uno ve en toda su magnitud lo que significa esta fecha. Eso nunca se ha perdido ni ahí, ni en otras partes del país", destacó.

Y añadió: "Ahora nos vamos a concentrar sólo en la conmemoración y celebración del día de las Glorías Navales. Estamos en vísperas de los 200 años y esa condición hace mucho más especial esta celebración. La idea es que el 21 de mayo vuelva a transformarse en una fiesta para la familia, tal como lo fue siempre en Valparaíso".

Los uniformados

Respecto al desfile en sí, serán poco más de 2.200 uniformados que hoy rendirán honores a los héroes del Combate Naval de Iquique, en donde un 2% de ellos, o sea cerca de 150, serán mujeres. A ellos, según indicó el jefe de la dirección de comunicaciones (Direcom) de la Armada, comandante Leonardo Chávez, se sumarán efectivos del Ejército (Regimiento Maipo), Fuerza Aérea (Quintero) y Carabineros de Valparaíso.

"Hasta el año pasado, a raíz de las contingencias que la misma cuenta pública se tomaba gran parte de la pauta del día 21 así como todas las actividades sociales, la celebración se circunscribía sólo a la Plaza Sotomayor, donde las fuerzas de presentación llegaban allá, rendían los honores al monumento y luego tenían que devolverse a sus cuarteles. Ahora la Intendencia autorizó un recorrido bastante más extenso, el cual contempla algunos desvíos y cortes de tránsito, lo que va a permitir que las fuerzas de presentación puedan desfilar por las calles de Valparaíso, por el plan de la ciudad", detalló el comandante Chávez.

Es así como posterior al desfile al monumento A la Marina Nacional, la Armada iniciará en plaza Echaurren un recorrido que los llevará por Serrano, Prat, Esmeralda, Condell, Avda. Pedro Montt, Avda. Argentina, Chacabuco, Edwards, Avda. Brasil, Blanco hasta Avda. Altamirano (ver infografía).

En este sentido, el comandante Chávez sostuvo que esto permitirá "no solo circunscribir el desfile a la plaza Sotomayor, sino que poder rendirle honores, por ejemplo, en el Parque Italia a los distintos círculos de personal en retiro, lo cual es una tradición que se había dejado de lado".

Desde su perspectiva, este alargue del recorrido significará también que durará más tiempo, lo que "va a permitir que la gente que no tiene la posibilidad de ir a la plaza Sotomayor, poder ver el desfile en otras partes de la ciudad".

Por lo mismo ya se dispusieron cortes de tránsito, los que afectarán a la plaza Sotomayor a contar de las 10.30 horas. En cuanto al desplazamiento de las tropas posterior a la rendición de honores, las calles antes mencionadas tendrán desvíos desde las 12 hasta las 16 horas, y se realizarán en forma progresiva, según vayan avanzando. En tanto, las avenidas Errázuriz y Alemania estarán habilitadas en todo minuto.

Seguridad

Durante el desfile de 2011, los efectivos navales y militares debieron romper filas mientras daban la vuelta a la altura de la Intendencia, luego de haber sido agredidos a pedradas, como parte de las protestas que hubo ese año. Fue, quizás, la única ocasión en que los uniformados se vieron afectados en forma directa por las marchas alternativas.

El jueves pasado el gobernador de Valparaíso, Jorge Dip, adelantó que el objetivo es que sea una jornada familiar, por lo que evitó referirse a la posibilidad de que existan problemas como los que han ocurrido en años anteriores. "No quiero entrar en esos detalles, nosotros esperamos que sea una jornada tranquila, no quiero generar alarmas en la gente porque en realidad es innecesario. El llamado a la gente es a participar de esta actividad cívica", dijo.

Opinión similar a la que tiene el comandante Leonardo Chávez, quien expresó que ante posibles manifestaciones "siempre hay un plan de contingencia. Obviamente, esperamos no tener que aplicarlo porque eso va a en desmedro de la participación de la ciudadanía".

"Si hay algún tipo de protesta, que espero no haya, lo más probable es que tendamos a ir disminuyendo el recorrido de manera de no afectar a las personas que saldrán a las calles a ver el desfile, así mismo que no afecte a los sistemas de seguridad que tendrá que trabajar la policía, y obviamente, por el resguardo de las fuerzas de presentación", comentó.

Sin embargo, sostuvo que "estoy confiado en que eso no va a ocurrir. Creo que Valparaíso lo que más quiere es poder celebrar con la Marina estas nuevas Glorias Navales. En ese sentido, creo que la gente va a salir a hacer una fiesta nacional más que ir a hacer alguna protesta".

Ceremonia paso a paso

Si bien habrá actividades de conmemoración en Iquique, Antofagasta, Santiago, Talcahuano, Puerto Montt y Punta Arenas, Valparaíso será el epicentro de las mismas.

Hasta aquí llegará la Presidenta Michelle Bachelet, acompañada de algunos de sus ministros, quienes serán recibidos por el almirante Enrique Larrañaga quien será el anfitrión por última vez. La jornada comenzará con un Te Deum, oficiado por el Obispo de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte. Ésta "también se había dejado de lado producto que las autoridades, como venían de la cuenta pública, no alcanzaban a llegar", recalca el jefe de la dirección de comunicaciones de la Armada.

Luego vendrán los discursos, la visita a la cripta y se entregarán medallas al valor a cuatro efectivos de la Armada que participaron de un rescate de unos pescadores en Chiloé. El momento culmine será a las 12.10, hora exacta en que se conmemora el hundimiento de la Esmeralda.

Boya Esmeralda regresa a Iquique

Tras ocho días de restauración -que incluyó remoción de óxido, pintado y mantención de señales- se devolvió al punto exacto donde está hundida la Corbeta Esmeralda la Boya Esmeralda, maniobra de anclado efectuado por personal de la Partida de Salvataje de la Cuarta Zona Naval. La boya fue retirada el pasado miércoles 10 por personal de la Base Naval y remolcada por la Lancha de Servicios Generales "Iquique" hacia las instalaciones del terminal portuario, lugar donde se le efectuaron dichas mejoras, para que se presente en las condiciones para la romería que se efectúa el 21 de mayo.

"Éste no es un día para la Armada de Chile o las Fuerzas Armadas, sino que es un día para todo Chile"

Ronald Mc Intyre, Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval"

Paseando con Prat por Valparaíso La historia "secreta" de Prat

"Prat se desempeñó durante muchos años como docente de la Escuela Naval donde hizo clases, entre muchas otras cosas, de Táctica Naval. El abordaje era una de las tantas posibilidades que existían para enfrentar a un enemigo superior, como ocurriría luego con el Huáscar"
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Hace poco tiempo, se puso en escena en el Parque Cultural de Valparaiso una comedia titulada "Don Valpo y los ciudadanos patrimoniales", en la que con mucho acierto se mostraba la fecunda obra que en el tiempo dejaron aquellos que desde sus particulares actividades y voluntario esfuerzo contribuyeron a la formación de esa condición única e irrepetible del carácter porteño. Emocionante fue la actuación de uno de los personajes, un joven que emprende la tarea de borrar los rayados y averiguar el origen de los nombres de las calles del puerto, preguntándose admirado si algún día podría estar también su propio nombre en una plaza.

Al volver este domingo al sentido de la antigua tradición cívico-militar del desfile de las tropas por los diferentes barrios y lugares porteños, queremos hacer un paseo imaginario siguiendo el desfile con el admirado muchacho de la comedia, para señalarle los lugares por los que transcurrió la breve existencia de ese ciudadano patrimonial que fue Arturo Prat .

Partiremos desde la costa del antiguo Almendral, específicamente desde Caleta Jaime, hoy Avenida Brasil, donde Prat, como segundo comandante, varó la Esmeralda, rescatándola de las furias del temporal de 1866, después de lanzarse al agua para poder subir a su bordo. Conversaremos a propósito sobre el Valparaíso marino, levantado sobre decenas de restos náufragos.

Caminando por la Quebrada de Jaime, hoy Avenida Francia, hasta Colón, pasaremos frente a la Escuela Naval de la época, hoy Liceo Eduardo de la Barra, donde fue cadete y más tarde profesor y pensaremos en Prat haciendo también clases nocturnas para obreros.

Marcharemos entonces por Colón hasta la iglesia de los Padres Franceses, donde en 1879, como comandante de la Covadonga, hizo imponer el Escapulario de la Virgen del Carmen a toda su tripulación, antes de zarpar a Iquique a entregar el buque a Carlos Condell.

Siguiendo el derrotero, llegaremos a la Plaza de la Victoria, para evocar la Parroquia del Espíritu Santo, donde se casó con Carmela Carvajal y, como su casa estaba ubicada donde está el actual Club Naval, se tendió una alfombra para que los novios cruzaran la calle hacia el templo.

Y ya estamos en la Calle de San Juan de Dios, actual Condell, el sector más concurrido y comercial de aquella época: Pasaremos por lujosas tiendas y pastelerías, hasta la Plaza del Orden, actual Aníbal Pinto. Tomaremos la Calle del Cabo, hoy Esmeralda, pasaremos frente a su bufete de abogado en la Plaza de la Justicia, donde redactó las defensas del ingeniero Owen y de su compañero Luis Uribe y finalizaremos el paseo en la Plaza de la Aduana, ahora Sotomayor, para detenernos en la imponente figura central del monumento a los Héroes de Iquique, a pocos pasos de donde escribiera la Ley de Navegación y de donde se embarcara a enfrentar un destino que nunca imaginó pero para el cual estaba preparado.

Finalmente, al terminar nuestro imaginario itinerario y apagarse los ecos de las marchas, esperamos con vehemencia que el joven porteño de la comedia haya regresado a casa con la sensación de amable pertenencia a un tiempo y a una cultura que de pronto le han resultado más propias que nunca, en su íntima búsqueda de un sentido de la vida.

Juan Carlos Toledo de la Maza

Vicealmirante (r)

El escritor Jorge Baradit se ha hecho famoso publicando dos libros que contendrían "historias secretas" de Chile. Relatos que, quizás producto de los poderes fácticos, habrían sido ocultados por la historiografía tradicional hasta la llegada de Baradit.

Uno de estos casos sería el "lado B" del héroe Arturo Prat y que da cuenta, entre otras cosas, no del salto que lo terminó conduciendo a la inmortalidad, sino los medios que ocupó en su momentos para tratar de conectarse con ella, específicamente las sesiones de espiritismo ejecutadas, junto a su esposa, Carmela Carvajal para entrar en contacto con el mundo de los muertos.

A primera vista, podría resultar lógico que una institución tradicionalista y católica como la Armada de Chile se haya preocupado de "ocultar" esta información a su personal. No obstante, una revisión levemente más ligera nos permite descubrir que se trataba de antecedentes que aparecían publicados en la principal biografía escrita sobre Arturo Prat, la de Gonzalo Vial Correa, publicada hace más de veinte años. Ninguno podría decir que se tratara de un historiador rupturista. Por el contrario, al fallecido abogado se le criticó, justamente, su conservadurismo, haber sido partícipe del Gobierno Militar y haber escrito una biografía del general Augusto Pinochet con la que nunca se sintió cómodo.

Gonzalo Vial destaca la faceta más interesante de este marino particular, aquella que lo convierte en un personaje extraordinario antes del 21 de mayo y donde el abordaje aparece como el corolario de una biografía llena de sacrificios, una vida consagrada a su patria y de la que nos gustaría destacar tres hechos.

Quizás el hecho más llamativo de Prat lo constituya su interés por desarrollar, paralelo a su rol de marino, la profesión de abogado. Su título le habría permitido, en teoría, retirarse de la institución, dejar de estar embarcado lejos de su familia y haberse dedicado a las leyes, lo que habría sido bastante más lucrativo.

Sin embargo, Arturo Prat, pese a la resistencia familiar, optó por lo primero, aunque esto lo alejara de la familia y lo expusiera a una serie de sacrificios y peligros. Fue justamente esta condición la que lo alejó de su esposa e hijos y le impidió estar cerca del fallecimiento de su pequeña hija Carmelita. Su afán por comunicarse con los muertos, práctica a la que se sumaban conocidos personajes porteños como Eduardo de la Barra o Jacinto Chacón, respondió a este sentimiento de pesar y de culpa de un padre que, por estar embarcado, no pudo estar en el fallecimiento de la hija.

Su vocación de servicio, término tan manoseado en época de elecciones, se hizo real al asumir desafíos como el de haber servido de espía del gobierno de Chile en Montevideo. Aquí fue donde su doble condición de marino y abogado facilitó una misión encubierta que tenía como objetivo observar el movimiento de la escuadra trasandina en el Río de la Plata. Misión que a estas alturas tampoco tienen mucho de secreto, ya que ha sido estudiada por José Miguel Barros y Piero Castagneto.

Como último punto, y respecto a la gesta que lo catapultó a la inmortalidad, esta acción se explica como resultado de una acción planificada y racionalizada. En este punto hay que recordar que Prat se desempeñó durante muchos años como docente de la Escuela Naval donde hizo clases, entre muchas otras cosas, de Táctica Naval. El abordaje era una de las tantas posibilidades que existían para enfrentar a un enemigo superior, como ocurriría luego con el Huáscar, en ese sentido, destaca Vial sobre esta acción: "Únicamente procura cumplir su deber: no persigue el gesto heroico, ni la gloria, ni el sacrificio inútil, ni menos una hazaña o una muerte extraordinaria, que lo ensalcen o perpetúen su nombre".

Finalmente, hay que rescatar de la obra de Baradit, una faceta más humana de Prat. Y por otra parte, aunque genere tirria en muchos historiadores, ha logrado motivar, bajo el manto del supuesto secretismo, a que muchos chilenos se reencanten con la historia, como alguna vez hizo Jorge Inostroza con "Adiós al Séptimo de Línea". Una tarea que los historiadores, quizá demasiado enfocados en las publicaciones académicas, estamos al debe.

Gonzalo Serrano del Pozo

Doctor en Historia, Facultad de Artes Liberales UAI