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Pérdidas acumuladas de Everton superan los 8 mil millones de pesos en diez años

FÚTBOL. La sociedad anónima oro y cielo sigue la marcada tendencia de la deficitaria industria futbolera nacional, independiente de la reciente llegada del Grupo Pachuca como principal controlador del club.
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Tomás Moggia C.

Recientemente, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) publicó la memoria anual del 2016 de Everton, documento donde aparecen los estados financieros del club durante el año pasado y también de 2015.

En el texto, por primera vez que se hace pública la conformación del directorio tras la llegada del Grupo Pachuca.

Es así como quedó establecido con su presidente Pedro Cedillo; Jon Flamarique De Saracho, director comercial de Everton; José Jesús Martínez Patiño, presidente del conglomerado mexicano; Pedro Cedillo Lamoglia, padre del timonel oro y cielo; Armando Martínez Patiño, hermano del líder del holding azteca; Gerardo Cabrera Acosta, contador público y representante legal del Grupo Pachuca; además de los chilenos Antonio Bloise Ramos y Sandro Rossi Wittemann.

Es llamativo que no hay proporcionalidad en términos de la propiedad y la representación en el directorio, ya que hoy en día el Grupo Pachua es el accionista mayoritario del club con 19.284 acciones, lo que equivale a una participación del 97,193%. Le sigue Lecce SPA, con 374 acciones, que equivale al 1,885%, además de accionistas minoritarios que tienen el 0,912%. En tanto, con un 0,005% quedaron Inversiones Italia Ltda. y la Corporación Deportiva Everton, ambas con una acción.

En cuanto a los números, como ya es costumbre en una industria deficitaria como el fútbol nacional, una vez más el cuadro oro y cielo arrojó pérdidas considerables.

8.139.379 millones de pesos es la pérdida acumulada que posee la institución en todos estos años con la sociedad anónima a la cabeza, y en el resultado operacional del 2016 hubo pérdidas por 845.825 millones de pesos, aumentando en poco más de 240 millones con respecto a la pérdida de 2015. En tanto, el flujo efectivo de pérdida fue de 1.038 millones de pesos.

"El fútbol profesional en Chile es altamente deficitario, eso viene casi de por vida, no es tan sorprendente", aclara Pablo Diez, ingeniero comercial y académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

"Mirando los números, qué le vamos a decir a Bloise, Martínez y Rossi. Con todas las pérdidas anuales, es lógico que hayan vendido el club. Desde el punto de vista de ellos, es un alivio, es sacarse el tremendo cacho financieramente, porque otra cuestión es el sentimiento y el corazón, pero todo tiene un límite", agrega el también hincha de Everton.

A juicio del profesor de la Escuela de Ingeniería Comercial de la PUCV, las pérdidas constantes son un reflejo de que no existe un manejo racional en la industria del fútbol.

"Es sistemático en todos los clubes mientras exista la inflación de sueldos, mientras los jugadores y los entrenadores sean los que tienen el sarten por el mango en exigencia de sueldos y premios. El fútbol no genera tantos ingresos, es cuestión de ver cuánta gente va al estadio. Y si no hay un equipo relativamente competitivo, el riesgo de descenso es inminente, es complicado para los dirigentes no caer en esta espiral", añade Diez, poniendo como ejemplo el caso de Wanderers.

Más allá de criticar y molestarse por los "errores burdos" que aparecen en la memoria en relación a resultados y nombres de rivales a lo largo de la campaña, a Diez le llama particularmente la atención el severo problema de liquidez que tiene el club.

"Se señala que la sociedad no presenta riesgos de liquidez, pero eso es completamente falso", explica el ingeniero, dando cuenta que el activo corriente fueron 209 millones de pesos y el pasivo corriente alcanzaron los 1.596 millones.

"Es un chiste que coloquen que no hay riesgo de liquidez porque la sociedad asume las deudas. El problema financiero serio es de liquidez, el club no genera dinero para pagar sus deudas, por eso hay que meterse la mano al bolsillo. Eso me llama la atención porque es entrar a mentir", recalca.

Si bien es evidente el aumento de ingresos por venta de artículos, abonados, bordero y publicidad, entre otros, también hubo un alza importante en los costos del primer equipo, el fútbol joven y otros conceptos.

Otro punto a destacar es que no aparecen cifras de la transacción que llevó al Grupo Pachuca a adquirir Everton. Al respecto, Diez comenta que "no tiene que necesariamente informarlo al público al ser una sociedad anónima cerrada, pero mi sospecha es que regalaron el club".

Sí aparece en el documento la inversión que el Grupo Pachuca realizó el año 2016, que fue de 1.052.926 millones de pesos.

"Es como que al final se piden dinero a sí mismos. Eso más que una inversión es saldar la caja. Al final del ejercicio van a tener pérdidas otro año y van a aumentar capital para paliar el déficit. Las acciones técnicamente valen cero, racionalmente quién va a comprar acciones de una empresa con ese patrimonio acumulado negativo de 8 mil millones de pesos", explica el académico.

Consultado por los motivos que llevarían al Grupo Pachuca a ingresar a la deficitaria industria futbolera nacional, Diez plantea una teoría.

"A lo mejor en México tienen muchas utilidades, por lo que tienen que pagar impuestos. ¿No parece raro que Braian Rodríguez haya pasado a México? Yo sospecho, puede que esté equivocado, capaz que lo hayan vendido en una tonelada de millones, y eso permite que Everton su pérdida de mil millones a lo mejor quede en cero. Pero como en la contabilidad en México aparece una compra de un futbolista en millones, en vez de tener una súper utilidad, salen con una ganancia casi cero. Con eso no pagan impuestos. Esa sería tal vez la única razón racional para comprar Everton", teoriza Diez.

Por último, pese a echar de menos algún prospecto de estrategia de crecimiento o mirada a largo plazo en la memoria, el ingeniero comercial prefiere tener paciencia antes de emitir juicios tan categóricos. "Hay que darle tiempo a los mexicanos, tampoco es llegar y hacerles un juicio porque tomaron a mitad de camino la cuestión".

Menos derechos en pases de futbolistas

Otro aspecto que resalta Diez es el de los intangibles vinculados a los derechos de pases de futbolistas. Si en 2014 esos derechos llegaban a 107 millones de pesos, actualmente alcanzan apenas 57 millones. "Cayó casi la mitad en dos años, siendo que ahora estamos en Primera. Eso revela que si bien la gestión deportiva es buena, es con casi puros jugadores prestados. Deportivamente ha resultado, pero qué tenemos en términos de activos, muy poco", profundizó el académico.

"Es un chiste que coloquen que no hay riesgo de liquidez. El problema financiero serio es de liquidez, por eso hay que meterse la mano al bolsillo".

Pablo Diez, Ingeniero y académico PUCV"

Se termina con el famoso factoring

Un punto positivo del ejercicio 2016, fue que tras la llegada del Grupo Pachuca a Everton se da por cerrado el vínculo con Finalco Servicios Financieros, una compañía de factoring con la cual al cierre de 2015 se habían entregado cheques en garantía por un monto de 181 millones de pesos. "Con el factoring de una pasada se pierden varios millones por problemas de liquidez, es pan para hoy y hambre para mañana. Por lo menos los mexicanos tienen más ordenado esto y no esperan junta de accionistas para hacer aumentos de capital, así dejan de perder millones de pesos. Bloise y compañía factorizaron y se comieron varios millones. Ahora las pérdidas son menores porque se dejó el factoring" afirma Diez.

millones de pesos es la pérdida acumulada que aroja la institución en todos estos años, desde 2006. 8.139.379

millones de pesos fue el flujo efectivo de pérdida para el club en actividades de operación el 2016. 1.038