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Sin novedades catastróficas

Votaron más o menos los mismos que se esperaba lo hicieran, por los candidatos que se esperaba que fueran los más votados.
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Las expectativas de resultados relativos a las elecciones primarias se terminaron dando. Completamos estas líneas antes de que haya resultados finales definitivos, pero en Chile Vamos se impuso con facilidad Sebastián Piñera, mientras que en el Frente Amplio lo hacía Beatriz Sánchez. Pese a todos los pronósticos de ausentismo, existió una participación más que razonable. La esperanza de la final de la Copa Confederaciones más bien parece haber adelantado la votación que haberla suspendido, y haber superado el millón de participantes en la Alianza es un hito en estas lides, mientras que el Frente Amplio, si bien no tuvo tantos participantes como los que esperaban los más optimistas, tampoco estuvieron tan mal para un bloque con su heterogeneidad y liquidez interna. Mal que mal, Manuel José Ossandón, pese a perder por bastante ante Piñera, obtuvo más votos que todo el Frente Amplio.

Los resultados demuestran claramente que Piñera tiene un liderazgo contundente dentro de Chile Vamos y no hay discusión en su posición como ganador, pero Ossandón, por los motivos que fueren, retiene una parte relevante de ese electorado, lo que le da una plataforma política relevante. Queda por verse si lo usará para algo útil o justificará con ella sus aproximaciones hostiles a Piñera. Una interpretación extrema de esta mirada podría llevar a una relación como la desarrollada entre Santos y Uribe en Colombia, de triunfar Piñera en noviembre.

Kast, por su lado, demostró una interesante votación para un liderazgo nuevo, presentándose así una interesante disputa por el futuro liderazgo de la derecha. Por primera vez, la derecha cuenta con liderazgos de futuro con miradas divergentes en la ideología. Es interesante, ciertamente

En el Frente Amplio, por su parte, Beatriz Sánchez demostró una clara superioridad, que confirma que incluso en un movimiento ubicado más a la izquierda del propio Partido Comunista, no basta ser radical para conseguir votos. Alberto Mayol quizás abusó de la credibilidad y racionalidad al hacer promesas que, simplemente, eran imposibles de tomar en serio…sus propuestas de nacionalizaciones masivas, trenes de miles de kilómetros y de trayecto a pagar con el botín de las AFP nacionalizadas, eran realmente algo propio de 1917, no del 2017. Como fuere, es claro que los únicos perdedores claros de esta jornada de elecciones primarias fueron los dos candidatos de la Nueva Mayoría. Goic perdió la oportunidad de difundir sus posturas a través de la franja electoral y la emoción que representa una elección, mientas que Guillier desperdició una magnífica ocasión de romper con los múltiples errores no forzados que su candidatura acumula.

Quizás la gran noticia de estas primarias es, precisamente, que no ocurrió ninguna gran novedad catastrófica. Votaron más o menos los mismos que se esperaba lo hicieran, por los candidatos que se esperaba que fueran los más votados. Dicho en simple, en Chile se siguen privilegiando discursos más o menos racionales y con una lógica concreta detrás de ellos. El debate clave comienza ahora, es decir, cómo podrá Guillier ponerse al día, y si Goic persistirá. Ambos tienen un papel difícil ante un Piñera que tiene un viento de cola considerable, más allá de si Ossandón lo apoya o no, algo que al escribir estas líneas no se ve nada de claro.

Facultad de Artes Liberales,

UAI

Fernando Wilson L.

Victorias relativas

La victoria de Piñera es relativa porque no tuvo la contundencia respecto de Ossandón y el FA tuvo una derrota, al movilizar a sólo 300 mil personas
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Que haya ganado Sebastián Piñera y Beatriz Sánchez no es ninguna novedad. Por las proyecciones que se habían realizado y de acuerdo a la intención de voto que cuantificó la última encuesta CEP, así se desprendía. Pero sin duda y claramente se esperaba una mayor votación para Piñera y para el Frente Amplio en su conjunto. Pero al final los números no alcanzaron para aquello.

Aquí la novedad está en que fue a votar un número importante de chilenos, un millón 300 mil. Si lo desagregamos por bloque vemos que Chile Vamos logró movilizar a sus bases de adherentes a pesar del partido, de los debates y de las peleas. Sin embargo, Sebastián Piñera no logró llegar el porcentaje al que aspiraba y que era un 70%, el mismo porcentaje que logró Michelle Bachelet en la primaria de 2013. Y que era el parámetro que teníamos para medir la participación o al menos el entusiasmo. Pero, además, Piñera logra una votación estrecha en la Región Metropolitana donde más fuertemente fue amenazado por el senador Manuel José Ossandón. Y este dato no es menor porque en la RM no sacó la votación necesaria para ganar en la elección presidencial de diciembre. Para eso necesita más votos de los que sacó ahora y por lo tanto, el acuerdo al que llegue con Ossandón será clave en sus aspiraciones de volver a La Moneda. Ahora,si la votación del senador se convierte en votos de castigo para Sebastián Piñera,dependerá de cómo el piñerismo intente recuperar ese electorado que es fundamental para su triunfo.

Y lo mismo pasa en el Frente Amplio. Porque si bien es cierto sacó 300 mil votos -casi la misma votación que logró en la elección de concejales del 2016 en que obtuvo 274 mil votos-, la Nueva Mayoría va a necesitar de esa votación en una segunda vuelta. Por lo tanto, Beatriz Sánchez y lo que ella decida, también será significativo en esa etapa.

En concreto, el Frente Amplio no es una amenaza para la Nueva Mayoría pero sí será necesario en la segunda vuelta. Y por eso la Nueva Mayoría tiene que analizar cómo incorpora o tiende puentes hacia el Frente Amplio porque la elección presidencial se va a decidir sí o sí en segunda vuelta.

Sorprende también la fuerte diferencia que se registró entre Beatriz Sánchez y Alberto Mayol porque el sociólogo había mejorado la densidad de su propuesta programática y también por cómo se manejó en su exposición pública donde respondió y se manejó en los debates con muchos más argumentos que su compañera del FA. Pero así y todo, eso no fue suficiente para imponerse o al menos acortar la diferencia.

Analizando, entonces, los resultados globales vemos que la victoria de Sebastián Piñera es relativa porque, si bien es cierto que votó un volumen importante -más del millón que se habían propuesto- no tuvo la contundencia al interior de su pacto respecto de Manuel José Ossandón, quien con un 30%, es fundamental en este caso para los resultados de la primera y segunda vuelta.

Pero también el Frente Amplio tiene una derrota porque no alcanzó sus expectativas que bordeaban los 500 mil votos.

El escenario suma otro ingrediente : la fuerte diferencia que hubo entre la votación que sacó Chile Vamos y el Frente Amplio. La derecha triplicó a la izquierda lo que claramente muestra una cosa: que por ahora la izquierda no tiene una opción de gobierno. Bueno, por lo menos por ahora.

Decano Facultad de Ciencias Políticas, Universidad Central

Marco Moreno